🐺𔘓 ¦ Capítulo 5

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Los grillos comenzaban a hacer su aparición en aquella oscura puesta de sol

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Los grillos comenzaban a hacer su aparición en aquella oscura puesta de sol. El ruido de los mismos indicaba que la noche estaba llegando y Jimin ya no podría pasearse por toda la casa como lo estaba haciendo desde que salió de la habitación de Jungkook.

Jungkook le daba algo de miedo, aún así no iba a permitir que lo supiera, claro que no iba a dejar que Jungkook lo tratara a su antojo, además, estaba claro que el castaño amaba intimidarlo, pero Jimin no era alguien fácil así que las cosas para Jungkook se iban a complicar, claramente.

Caminó a paso lento hacia la habitación mientras miraba todo a su alrededor. No había mucho en aquel largo pasillo, algunos cuadros y relojes, nada más. Era bastante aburrido. Miró hacia el frente y pudo ver a alguna que otra chica ir y venir, se veían bastante lindas. Seguramente también habían sido elegidas para acompañar a algún Alfa a aquella reunión del consejo, estaba seguro de ello.

Suspiró y abrió la puerta de la habitación asomando su cabeza antes de entrar. No pudo ver nada así que se adentró sin más mientras cerraba la puerta detrás de él. Jungkook le había dado hasta las ocho, eran las siete y cincuenta y cinco minutos, por suerte no había señales del castaño, seguramente si lo veía ahí, sin haberse cambiado aún, iba a regañarlo y Jimin no quería que volviera a verlo vulnerable.

—¿Dónde mierda estabas?

Se sobresaltó un poco y se giró para encontrarse con un Jungkook mojado y molesto, con el ceño fruncido y su cabello goteando agua. Tenía una toalla ceñida a su cintura y en una de sus manos un traje azul.

—Estaba en el jardín.

Su tono de voz había salido demasiado relajado y despreocupado para tratarse de él. Pero no le importó, Jungkook no debía verlo tan impotente como en la mañana, Jimin no era así y Jungkook no iba a convertirlo en alguien sumiso cuando nunca en su vida lo había sido.

—¿En serio? Me parece perfecto que quieras conocer la casa, pero te impuse un horario, Jimin.

—Si mal no recuerdo, Jungkook, me dijiste hasta las ocho y, si ese reloj en la pared no miente, aún no son las ocho.

Sonrió triunfante mientras caminaba hacia el pequeño sillón que había en la habitación, en él se encontraba un traje negro que Lisa antes le había dicho que había apartado para él. Comenzó a quitarse el abrigo hasta que sintió una presencia detrás de él y un aliento chocar contra su oído violentamente.

—Pequeño insolente, el reloj está atrasado, son las ocho y quince minutos.

Su sangre se heló y él se quedó estático en su lugar mientras no sabía qué hacer. Tragó saliva algo duro y tembló un poco mientras sentía que Jungkook respiraba en su oído, erizando su piel.

—Yo... creí que estaba a tiempo.

—Bueno, deberías haber sido más inteligente. Ese tipo de comportamiento es bastante inadecuado para un Omega de mí propiedad.

¡Hazme Tuyo! ♡ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora