🐺𔘓 ¦ Capítulo 22

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El entrenamiento cada vez era más agotador, llegaba un momento en el día en el que creía que se desplomaría y ya simplemente no podría continuar

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El entrenamiento cada vez era más agotador, llegaba un momento en el día en el que creía que se desplomaría y ya simplemente no podría continuar. Era un idiota, sabía que no tendría que haberse arriesgado a aceptar dicho enfrentamiento, pero quería demostrarle a su padre de lo que era capaz, quería demostrarle que Jeon Jungkook era más de lo que todos pensaban, Jeon Jungkook era más que ese adolescente rebelde que se sentaba en las reuniones del consejo a llevarle la contraria a medio mundo. Jeon Jungkook era mucho más de lo que ellos creían y sabían, Jeon Jungkook era mejor de lo que demostraba, claro que sí.

Se esforzaba hasta el límite, hasta ya casi no poder más. Debido a que había comenzado a estar más pegado a JiMin casi no había tenido tiempo de entrenar y de ponerse al día con J.K, debía admitirlo, había esperado mucho tiempo para comenzar con el entrenamiento y NamJoon tenía razón, iba a ser muy difícil para él alcanzar el nivel de su oponente.

Su oponente iba a ser un tal Bogum de la manada, no sabía mucho de él, solo sabía que era familiar de Jongsuk o algo así, ese maldito hijo de perra, ese que había tocado a su pequeño Omega sin sun consentimiento, ese asqueroso y horripilante hombre, le tenía mucho odio contenido, odio que no había podido expresar debido a que le jugaría en contra al momento de llegar al enfrentamiento, por eso es que había decidido guardarlo dentro suyo y explotarlo en cuanto le tocara vencer a aquel híbrido.

Aunque Jungkook sabía que sus probabilidades de ganar eran casi nulas, no iba a rendirse, iba a luchar por lo que quería, claro estaba, Jeon Jungkook era la persona más terca del mundo, no iban a hacerlo ceder tan fácilmente. Si quería mejorar y que J.K pudiera sanar, debía ganarle al tal Bogum.

Se dejó caer de espaldas en el césped mientras J.K se acercaba a él y lo olfateaba un poco, seguramente estaba buscando alguna señal de cansancio en Jungkook, el lobo era consciente de que su amo estaba sobre exigiéndose, quizá demasiado por demás, pero nada podía hacer, Jungkook no iba a parar hasta saber que podía tener una probabilidad de ganar, más considerando que J.K estaba algo incapacitado para poder ayudarlo a lograr dicha victoria tan anhelada y esperada.

El castaño suspiró mientras su lobo se colocaba sobre él y comenzaba a hacerle algunos cariños con su pequeña y peluda cabeza. Jungkook sonrió de lado y lo acarició suavemente, amaba mucho a J.K, a pesar de todo y de su condición, el lobo había estado a su lado por mucho tiempo y Jungkook no estaba seguro de que fuera a sobrevivir aquel enfrentamiento. Tenía miedo, mucho miedo, pero no podía hacer ni decir nada al respecto, las cosas siempre habían sido así, al querer ser un líder, debía mostrarse fuerte ante los demás, Jungkook tenía el potencial, estaba seguro de ello, mientras tanto no debía permitir que sus emociones lo controlaran, sería contraproducente.

Sintió unos pasos por lo que decidió sentarse en su lugar mientras elevaba la mirada para saber de quién se trataba, pudo encontrar cierta melena rizada frente a él y a su mejor amigo con unos lentes oscuros tapando sus verdosos ojos. Sonrió de lado a verlo pero aquel gesto desapareció en el instante en que notó que NamJoon se encontraba sumamente serio, no traía buenas noticias, eso era más que obvio.

¡Hazme Tuyo! ♡ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora