CAPÍTULO 7

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Elisa, confundida con lo que le acaban de revelar su amiga, le pregunta.

—¿Qué es un fetichista? —nunca había escuchado esa palabra en su vida.

—Por lo que he oído, son personas pervertidas o más bien enfermas de la cabeza. Una amiga me platico que ella estaba saliendo con un tipo muy guapo, pero que resultó ser un degenerado de las patas, que le encantaba agarrarle los pies a cada momento, le gustaba olerle los pies, todos sudados y lo peor de todo hasta se los quiso chupar. Que asqueroso tipo.

Elisa no podía creer que ese hombre tan amable con ella, que la cuido, la llevo al hospital, la tomo en sus brazos, le compro comida y era amable con ella fuera un pervertido.

Se cubrió su boca con su mano, solo por unos segundos para después preguntar a su amiga.

—¿Estás de broma, ¿verdad? —algo en ella quería que fuera mentira, eso del fetichismo, algo que su amiga invento

—Es en serio. Mi amiga me dijo que se sintió horrorizada, que salió huyendo de él.

—¿Tiene algo de malo que te gusten los pies? —es como si te gustara otra parte de tu cuerpo.

—Solamente a un pervertido le gustan oler las patas, por qué está mal de la cabeza. ¿Qué otra perversión tendrá?

—No estamos seguras de que le gusten las patas o que se ha un pervertido. —Elisa intentando defender a su jefe.

— ¿No le vas a preguntar verdad? "Hey jefe, te gustan las patas "

—Claro que no—la correrían o peor quedaría como una estúpida si no es cierto. Su amiga la toma de la mano.

—No te arriesgues amiga, por favor no quiero que te llegue a hacer algo

—¿Chuparme los pies? —empieza a reírse Elisa, pero al mirar el rostro de su amiga deja de sonreír —¿No crees que estás exagerado Patricia? No puedo renunciar.

—No te pido que renuncies, solo que te alejes de tu jefe —Patricia realmente estaba preocupada.

—No lo veré. Él es jefe y yo una empleada. No te preocupes amiga—le sujeta de la mano. Patricia sonríe. Después le pregunta.

—¿Ya cenaste?

— No tengo hambre, comí muy bien—ahora su amiga es la confundida.

—¿Qué comiste?

—¿Pizza? —sigue confundía. ¿De dónde saco dinero su amiga para la pizza?

—El pervertido de las patas, la compro —levanta los hombros. Sin dar importancia —Sobro unos pedazos, se encuentra en el refrigerador.

—Al menos tengo que reconocer que te atendió bien. ¿Ocupas algo? —eso le agrada a Elisa que se exprese bien de, él así. Ya que es cierto, la atendió muy bien.

—No gracias. Quisiera dormirme

—Mañana pediré la salida temprano para estar contigo y le diré a Alex que venga a verte en ratos

—No es necesario—preocupada por no dar molestias y que sus amigos no dejaras de hacer sus cosas. Negaba varias veces

—No te estoy preguntando, te dejaré el almuerzo listo para que solo lo pongas en el microondas.

—Únicamente es una torcedura patricia por Favor.

—Que se puede complicar si no tienes los cuidados necesarios

—Lo sé, todo el día, me repitieron eso y tendré cuidado. No es necesario sus atenciones, yo me puedo atenderme yo sola.

—Hasta mañana —se acerca y le da un beso en la mejilla

A Los Pies De ElisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora