Capítulo 18
Elisa deja su bolso en uno de los sofás y camina hacia la cocina
—¿Te ofrezco algo? — Rogelio niega y le hace la señal que se acerque
— ¿No me vas a hablar?
— Elisa, toma asiento—le señala el sofá grande —Terminemos esto pronto. Estoy cansado
—Si, me los vas a adorar, pero primero te voy a adorar yo—Rogelio la mira extrañado pensando que son los efectos del alcohol que le hace hablar así
Podría ser los efectos del alcohol porque Elisa no era así. Pero con él, ella era más abierta, siente que puede ser ella misma. Se acerca a él, lo toma de las mejillas, Rogelio solo está de pie tratando en procesar lo que está haciendo Elisa.
Lo empieza a besar, el aliento de ella sabe a cerveza y Rogelio reacciona, la aleja de él con cuidado.
—De nuevo no estás en condiciones Elisa. Es mejor que me marche. Mañana te marco
— No. Rogelio, no te vayas, por favor, quiero estar contigo, solo una noche, déjame adorarte. Quiero más de ti, sentirte en mí. —lo toma de sus manos. Esperando que él, la pueda entender.
Rogelio también la necesita. Desea sus labios, saber cómo son sus caricias en su piel. Hacerla suya. Pero él no es así, nunca se ha aprovechado de una mujer.
— Si tan solo supieras las ganas tengo estar dentro de ti—los ojos de Rogelio se dilatan y Elisa traga saliva, nunca había sentido tanta excitación con unas simples palabras—No estás en condiciones
— Estoy bien. Estoy consciente de lo que te dije y se lo quiero. Te quiero a ti— la seguridad de las palabras de ella hace dudar a él. Después de unos segundos que se miran.
La toma de la cintura con una mano y la jala hacia él. Con la otra le acaricia la mejilla derecha. Ella ladea su cabeza.
— Espero que no te arrepientas mañana linda.
—Te lo juro que no. —Rogelio empieza besarla, pero es un beso lento, saboreando sus labios, mientras que no deja de a cariarle la mejilla
Con la cercanía, Elisa siente la erección que está creciendo. Se detiene, abre los ojos, lo observa que aún tiene los ojos cerrados.
Es tan hermoso, piensa ella y está con ella.
Él los abre por qué siente que ella ya no lo está besando. Sorprendido le pregunta.
—¿Todo bien? —pregunta Rogelio, pensando si ya se había arrepentido, pero no era así
Elisa lo toma de la mano y lo jala con brusquedad. Ella está decidida a querer estar con él
—¿Qué haces Elisa?
— Shhhh—tocando los labios de Rogelio donde dedo índice —Solo sígame jefe.
Lo lleva a su habitación, lo toma del cabello para besarlo, pero ella no es nada delicada, lo besa con brusquedad y su corazón está a mil por hora.
Rogelio responde al beso tomándola con fuerza de su trasero. Elisa abre sus ojos sorprendidos; aun así, eso únicamente la calienta aún más, le retira el saco y le arranca la camisa con ambas manos.
Es la primera vez que le arrancan así la camisa que está sorprendido la facilidad que lo hizo.
Comienza acariciarlo el torso bronceado y marcado de Rogelio. Él cierra los ojos, disfrutando, son tan suaves y delicadas las manos de ella.
Elisa pega su rostro al torso, Rogelio la toma entre sus brazos con firmeza. Acerca su oído y comienza a escuchar los latidos de Rogelio acelerados. Sabe que él la desea tanto como ella a él.
ESTÁS LEYENDO
A Los Pies De Elisa
Roman d'amourUn día te dejan. Un día tu matrimonio termina. Un día tu vida cambia. Elisa no sabía qué hacer ¿Qué hacer en estos casos? ¿Rogar o seguir adelante? Con el corazón roto y confundida. Hasta que conoció a Rogelio. Rogelio lo tiene todo. Una esposa, un...