Capítulo 32

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Capítulo 32

No tenía ni puta idea de que le diría a su hermana. Ella quería evitar ese encuentro, ya que sabía, el gran amor que le tenía a su padre y la gran decepción que le provocaría.

No era justo lo que estaba haciendo su padre, en tan poco tiempo de la muerte de su madre y llevar a otra mujer y lo que le dijo a Isabel es imperdonable. Tenía razón, al decir que ella lo podía odiar, pero sabe que el odio no es bueno para su alma.

Llegan al departamento, Jesús le abre la puerta a Isabel. Se baja de la camioneta sin antes darle las gracias a Rogelio por haberlas defendido de nuevo una vez más se sorprendió. Ella pensaba que él era un hombre desagradable, que jugaría con los sentimientos de Elisa, pero no era así. Ahora lo comprendía. Tenía sentimientos por su hermana, buenos sentimientos.

Elisa al tratar de bajarse de la camioneta, pero Rogelio se lo impidió.

—Espera Elisa. —cierra la puerta de la camioneta

—Dime —pone su mano en su nuca y empieza a besarla. Elisa lo sujeta de la camisa y lo aleja. Si sigue así lo harán ahí en la camioneta. Sentía el calor de su aliento y los gemidos de Rogelio en su boca.

—Procederé legalmente contra tu padre para que se haga responsable de tus hermanas —Rogelio, un con sus labios hinchados y con una sonrisa, le informa

Ella no está de acuerdo y se lo hace saber

—Quisiera que no te metieras en ese asunto. Tú no tienes por qué hacerlo. —le acaricia la mejilla, en agradecimiento, por lo atento que es con ella y sus hermanas.

—Lo sé, pero, aun así, lo quiero hacer. Fue un golpe bajo para ustedes lo que hizo su padre. —la toma de la mano y se la entrelaza junto con la de él.

—Rogelio, el señor Luis, es abogado, le diré que él se encargue de eso

—¿Está segura?

—Si lo estoy. —ahora ella lo besa y al alejarse —Ahora solo quiero ir con mis hermanas

—De acuerdo, pero entes de que te marches dame otro beso. Me gusta besarte, ¿los sabías?

Elisa se acerca a él, también le gustaba besarlo demasiado, piensa ella.

Al estar besándose, Elisa recuerda algo que hace separarse de él, de inmediato

—¿Sucede algo?

—Tu regalo se quedó en tu departamento, no te lo pude dar —Elisa hace un puchero, pero, la toma del mentón

—Te diría que esperaría para abrirlo contigo; aun así, te mentiría. Ahorita iré al departamento por él—empieza a reírse y Elisa se molesta, pero la besa para hacerla en contentarla y resulta.

—Nos vemos—Elisa se baja de la camioneta y de inmediato entra al edificio

Rogelio también baja de la camioneta, le da la orden que sus guardaespaldas que se acerquen con él, junto con los de Elisa y a los que se cuidaron a las gemelas. Reunidos todos empieza a hablar con ellos

—¿Ya saben cómo se salió la señorita Isabel del edificio? —en ese momento cambia de estado del que estaba con Elisa, ahora está enojado con ellos. Los mira a cada uno en total 6 guardaespaldas.

El jefe de seguridad, Rafael, que es uno de los guardaespaldas de Rogelio, le responde.

— Pidió un Uber, se subió en el estacionamiento del sótano del edificio

—Rafael. Necesito más seguridad en él, estacionamiento, afuera de su colegio y del trabajo de la señora Elisa qudirección.es la dirección.

— Si señor, pero,

A Los Pies De ElisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora