Mientras Jin caminaba hacia su lugar para esperar el llamado donde caminaria al altar con su novio, otro hermoso omega con las curvas delicadamente hechas para su cuerpo, sonreía a la vista del hombre de sus sueños.
Sin duda, Jimin se sentía tan afortunado en todos los sentidos.
Su vida desde que nació había estado llena de muchas comodidades. Sus padres eran artistas famosos quienes adentraron a su cachorro al mismo medio desde jovencito. Después, Jimin se ganó al público con sus encantos y belleza incluso siendo uno de los omegas más codiciados por todos y todas las castas.
Tuvo tantas propuestas de tantas personas a las que tuvo que rechazar. Para los ojos de todos él era un muchacho superficial que sólo se basaba en las apariencias y cuidaba de él cuan egocéntrico ser, pero la realidad distaba mucho de ser así.
Si bien, las habladurías de la gente iban de allá por acá cuchicheando que el hermoso rubio era tan egolatra como para rechazar a cada alfa con la excusa de que nadie era lo suficiente para él, Jimin se dejaba llevar por lo que su instinto le decía.
Él simplemente no los "sentía".
Quería encontrar a su alma gemela, a su otra mitad, su destinado, su alfa.
Y había conocido tantos que creyó jamás lo encontraría.
Taehyung, un viejo ex novio suyo, habia hecho en él un lío. Porque realmente creyó que él era su pareja destinada pero no había ocurrido esto.
Sintió amor, sintió la felicidad de tenerlo todo a su lado, pero sin embargo no sintió ese fuego de deseo por ser dominado por su alfa.
Una mujer de su staff le había dicho que no era su verdadero destinado sino más bien un prospecto de eso. El joven se había reído de su supuesta "teoría" en aquel momento pero buscando más sobre ese evento encontró más información de la que sabía.
Y como si su fallida relación con Taehyung no hubiera dolido un infierno, Jimin se mantuvo firme a la idea de encontrar a su verdadero predestinado.
Entonces un día, había ocurrido.
Su jefe y su manager le presentaron a quien seria el nuevo integrante del equipo junto con ellos. El nuevo hombre que lideraria la propaganda que vendía la empresa a la cual ambos trabajaban.
Jimin había sido modelo de la corporación SBJ por más de tres años, la empresa era dedicada hacia todo tipo de productos, ropa y accesorios que los omegas consumirían. Algo extraño para ser un alfa quien dirigiera la empresa.
Eso no le importaba de todos modos.
Pero si el calor que subió en su cuerpo cuando el nuevo alfa conecto miradas con él y sonrió levantando su mano en un saludo amistoso para él.
Allí había perdido todo su control, pues estaba seguro de que lo había encontrado.
Y estaba seguro también de que ese hombre lo había sentido así.
Por eso, cada encuentro se había hecho más difícil resistir a una tentación prohibida y para antes de que Jimin pudiera percatarse de una cosa muy importante, ellos ya habían hecho el amor fundiéndose juntos y enlazandose desde el primer encuentro.
Plenitud y gozo era lo que el joven sintió cuando fue marcado y anudado por ese alfa que no le pertenecía. Pero su corazón egoísta ahora decía que era suyo, suyo y que el omega con quien estaba comprometido ya no cuadraba en su relación.
Por eso había asistido a la boda. Por eso estaba aquí caminando hacia el cuarto del novio. Por eso lo besaba con locura. Y por eso se encerraron juntos en la limusina que ya nadie usaría.
Namjoon lo tomo con tanta delicadeza y recorrió su cuerpo con dulzura dejando que suspiros salieran de sus labios de cereza.
Kim Namjoon era su predestinado, lo supo desde que su jefe Jungkook les presentó en la primera ocasión hace dos años.
Y lo sentía por el omega al que ahora estaban engañando, lo sentía mucho y noches atrás lloro por ambos. Porque el mismo alfa hacia que sus corazones latieran por él, pero Jimin esperaba que Seokjin comprendiera porque no podía permitirse dejar ir a Namjoon de esa forma.
Seokjin comprendería que Namjoon no era su predestinado sino de él.
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Winter Falls
Short StoryJimin era un omega que tenía todo mientras Seokjin era uno que no tenía nada. Cuando sus caminos se cruzan por distintas razones no esperan que luego de el sufrimiento que vivieron encontrarían la felicidad verdadera.