El novio esperaba feliz por su otra mitad. Sabía lo difícil que sería para Seokjin el tener que revivir un momento como este luego de una decepción anterior. El omega pelinegro espero detrás de las puertas el anuncio de su entrada y con las manos sudorosas tomo el pequeño ramo en sus manos antes de poner la vista al frente en donde su pareja le esperaría.
Las puertas se abrieron con lentitud revelando a lo invitados mirando hacia atrás esperando su llegada, pero Jin no miro a ninguno de ellos. Miro al frente donde Hoseok y Yoongi esperaban al frente a cada lado de los novios, pero no pudo ver a Jungkook por ningún lado.
Su rostro reflejo temor y sabía que tendría un ataque de ansiedad pronto si su novio no aparecía. De pronto sus ojos fueron cubiertos por un par de palmas y no tuvo que adivinar quien era ya que el aroma familiar y las feromonas de su alfa le delataron consiguiendo calmarle de inmediato.
— Cierra los ojos cariño, toma mi mano y yo te guiaré a un fututo juntos.
Las simples palabras y el fuerte apretón de su mano le hicieron a Jin confiar ciegamente en su prometido. Deposito su corazón en sus manos y se dejo llevar por todo lo que el joven alfa tendría por darle.
Nunca espero que las cosas ocurrieran así, pero se siente más que feliz del desenlace.
Los invitados le sonreían con genuina felicidad y gritaban de jubilo por su boda. Incluso creyó ver a Yoongi llorar cuando Jungkook tomo de sus manos el anillo con el que oficialmente ante el mundo se convertiría en el omega del CEO más codiciado, apuesto, joven e importante de Corea del Sur, del hombre que le había devuelto la felicidad.
Del amor de su vida, Jeon Jungkook.
Cuando todos estuvieron por salir hacia donde se llevaría a cabo la fiesta de los esposos, Jin se llevo la sorpresa de encontrarse con dos rostros a los que seguía sin querer ver. Los miro unos segundos antes de tomar con fuerza el brazo de su alfa y ocultarse detrás de éste.
El pelinegro entendió a la perfección lo que su esposo pedía a gritos.
— ¡Jungkook! ¡Que esplendido te ves en tu boda! —hablo de inmediato Jimin sin ignorar el pequeño detalle del omega detrás suyo escondido— No esperaba menos de la boda del magnate de Corea.
— Realmente les estoy agradecido por sus felicitaciones a ambos...
— ¿Seokjin? ¿Puedo felicitarte por tu boda? —hablo el moreno buscando la mirada del pelinegro.
El brillo en los ojos de Seokjin era salvaje. Namjoon incluso pudo distinguir unas piedras incrustadas en el rostro del omega y un maquillaje sutil que realzaba aun más su belleza. El traje parecía haber sido perfectamente confeccionado a su medida y ni hablar de sus labios...
Jimin le dio un codazo puesto que había visto a su pareja quedar absorto en el otro omega, lo que por supuesto, le molesto.
— Acepto sus felicitaciones señor Kim —hablo con delicadeza el omega mirando también en dirección al rubio— De todos modos, los rencores del pasado en eso han quedado.
Todos asintieron como si estuvieran de acuerdo, la valentía de Jin le hizo soltar el brazo de su alfa para darse la vuelta y antes de irse soltar:
— Pero los quiero lejos de mi vida y la vida de mi esposo. Y sobre todo, lejos de mi fiesta de bodas. No quiero que se arruine con su presencia. Es mi día especial.
Ambos quedaron boquiabiertos al pelinegro que avanzaba hacia sus mejores amigos con un andar elegante y alzando su cabeza cuan hermoso pavorreal. Ahora que Seokjin era dichoso y ciertamente feliz, nada le impediría darles una probada de su medicina a quienes se lo merecían.
¿Y porque no?
Ser un omega caprichoso si eso significaba que su alfa le consentiría todo lo que quisiera.
— Bueno, ya oyeron al Sr. Jeon, lo siento mucho chicos. ¿Sin resentimientos? —hablo el menor alzando las cejas a ambos— A mi omega lo que pida.
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Winter Falls
Short StoryJimin era un omega que tenía todo mientras Seokjin era uno que no tenía nada. Cuando sus caminos se cruzan por distintas razones no esperan que luego de el sufrimiento que vivieron encontrarían la felicidad verdadera.