Los pasos apresurados de alguien resonaron por todo el sitio en donde la pareja de hombres se dirigía para fugarse lejos de las miradas juzgadoras, ambos se sorprendieron de ver a su jefe corriendo con una gran botella de vino en sus manos y una sonrisa cansada que adornaba el rubor de sus mejillas un poco rechonchas.
Jungkook miró a ambos chicos juntos y se alivio de ver al novio allí de pie aún. Eso quería decir que no tendría que codearse con familiares haciendo incómodo el momento de la boda, tomó aire suficiente y paro en seco al ver las manos unidas de ambos hombres con los que trabajaba.
Miró hacia arriba viendo a ambos con un gesto confundido.
¿Qué hacía Jimin allí?
¿Dónde estaba el supuesto novio perfecto de Namjoon?
- Eh... yo, el tráfico me retraso más de lo esperado -con incomodidad acomodo su costoso traje y carraspeo con sutileza para seguir hablando- ¿Debo... eh... felicitarte?
Namjoon suspiró y miró de nuevo a Jimin que huía de la mirada de su jefe, aún si Jungkook era menor que todos ellos, la jerarquía del alfa lo hacía superior no sólo por ser líder de una gran corporación.
Negó con su cabeza y sonrió al ver la interrogativa del pelinegro más joven.
- Recibiré tus felicitaciones sólo si son del motivo de encontrar a mi pareja destinada.
La mandíbula del alfa cayó con asombro y si sus torpes manos no hubieran estado aferradas a la botella de vino que apretó consigo desde que sintió una tensión en el aire, ya la habría tirado al suelo también de la impresión.
No hubo boda.
Porque el novio, se había escapado con otro omega y lo había marcado como suyo mientras su prometido había estado esperando por él como el príncipe de los cuentos de hadas.
Y cuando los había descubierto en el acto, simplemente había huido dando fin a la supuesta boda que iba a acontecer.
Aunque no pidió explicaciones sobre lo que ocurrió, Jimin había soltado todo en medio de un lamentable llanto que arruinó su maquillaje y desfiguro su agradable rostro. Todo con lujo de detalle, desde como el alfa había conocido a su pareja hasta el día de hoy.
Si él creía que la vida había sido una perra consigo, no quería ni imaginar en que condición estaba el otro pobre omega el cual había sido afectado por todo esto.
Necesitaba desesperadamente unos tragos.
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Winter Falls
Short StoryJimin era un omega que tenía todo mientras Seokjin era uno que no tenía nada. Cuando sus caminos se cruzan por distintas razones no esperan que luego de el sufrimiento que vivieron encontrarían la felicidad verdadera.