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Jin había aprendido de mala manera que cuando había mucho silencio, era porque algo malo podía estar sucediendo a su alrededor.

En el pasado, siempre el silencio le dio la bienvenida a alguna mala noticia, como su despido o la muerte de su padre en su hogar. Ahora que despertaba en su cama sin saber cómo demonios había llegado, sintió un nudo extraño en su vientre que le revolvió el estómago. Miró hacia un lado en su mesa pequeña donde la lámpara de noche estaba apagada notando algo inusual que él no tenía consigo.

Un hermoso reloj de correa negra que parecía costoso.

Miró hacia todos lados preguntándose entonces que o quien lo habría dejado allí. Y se levantó comprobando para sí que estaba desnudo con solo una sábana cubriéndole el torso. A su alrededor se encontraban restos de su ropa del día anterior, pero no había rastro del saco negro; y le recordó entonces de nuevo siendo desechado en alguna parte antes de entrar a un bar luego de salir corriendo lejos de Namjoon y su... su...

Ganas de llorar le invadieron por milésima vez y llevo ambas manos a sus ojos para remover las lágrimas que le traicionaron notando así que aún tenía puesto su anillo de compromiso. Estuvo a punto de arrancárselo del dedo y lanzarlo por el cuarto de no ser porque noto que ese no era el anillo que antes había recibido.

Miró con detalle de nuevo el objeto y de nuevo al reloj en la mesilla notando así que ambos parecían costosos y bonitos. Sumamente elegantes y por extraño que parezca, encajaban con él. Pero él nunca había visto ninguno de los dos.

Intrigado y un poco asustado, busco por todas partes alguna pista del sujeto al que pudieran pertenecer ambas cosas, pero no encontró ninguna respuesta.

Como siempre, Hoseok llamo a su teléfono esperando poder por fin ponerse en contacto consigo después del incomodo acontecimiento del día anterior.

Jin no se sentía con muchos ánimos de escuchar la voz de su mejor amigo consolarle, en cambio quería saber que era lo que había ocurrido la noche anterior y por qué ahora poseía un anillo mucho más bonito y elegante que el que tenía al salir huyendo.

Pasos lejanos se escucharon provenientes del pasillo de afuera y entonces, la puerta de su departamento se abrió revelando a un nuevo individuo al cual jamás en su desdichada vida había visto.

Un alfa, pudo comprobar por sus feromonas las cuales eran fuertes y hacían a Seokjin más dócil y tranquilo que de costumbre. Un alfa dominante, de eso estaba seguro.

¿Pero que hacia un alfa como él aquí con él en su hogar?

— Veo que ya despertaste, lindo omega –a medida que se acercaba, un olor fuerte a cigarrillos y lo que Jin creyó sería su fragancia de alfa, le golpeó en las fosas nasales deleitándole por lo espléndido que olía– Kim Seokjin, es un gusto. Me llamo Jeon Jungkook –sonrió mostrando dos frontales muy tiernos que fueron opacados por el piercing en su labio inferior al cual, tuvo que reconocer, le hacían ver sexy– y soy tu ahora, esposo. Espero que puedas dar una vuelta conmigo para validar con mi abogado, cariño. 

Winter FallsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora