¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗘𝗜𝗚𝗛𝗧 ❛ Tenía que ser buena en algo, ¿no? ❜
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Gyeong-su y Cheong-san jalaron de la manguera hasta su límite, rápidamente Wun-Jin fue hacia ellos esperando las indicaciones del castaño ya que, como había visto, era el que tenía la iniciativa del grupo.
──Ustedes ayuden con los nudos ──indicó mientras Wun-Jin fruncia el ceño.
──¿Cómo se hacen?──agradeció que Ji-Min le haya preguntado.
A penas sabía atarse los cordones de los zapatos, que nunca se mantenían durante todo el día y tenía que recurrir a Su-hyeok para que se los atara correctamente.
──Hay que atarla ──hizo un nudo en la manguera enseñándole a ambas chicas ──, de esta forma, para que entren las manos y los pies.
──¿Lo bastante grande para que entren?
──¡En zigzag, atenlo en zigzag. Cada cincuenta centimetros!──Wun-Jin resoplo frustrada.
──¿Cuantos son cincuenta centimetros?──murmuró para si misma ──Mierda, debí prestarle atención a las clases de matemática ──se regañó a si misma.
──¿Así está bien?──Wun-Jin observó a Gyeong-su analizándo sus acciones.
Lo único que le quedaba era imitar lo que hacían sus dos compañeros. Era su único y último recurso.
