Capitulo 1: Un regalo del cielo

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Estoy tan alto que oigo el cielo..
Estoy tan alto que oigo el cielo..
..Pero el cielo no quiere escuchar...

Y ellos dicen: "¡Que un héroe nos salve!"
No pienso esperarlo aquí
Me alzaré con el vuelo de un ave
Mira mis alas abrir

Parte 1:

Año 2008 - Villa del Centeno

-¡Apresúrate!.- se alcanzó a escuchar una voz juvenil, cuyo dueño era un chico que se hallaba a las afueras de una pequeña residencia. Al cabo de unos segundos, la entrada de aquél pequeño hogar sería abierta, de la que saldría otro muchacho, despeinado y que parecía tener prisa pues se movía a paso acelerado. -Eres muy lento.-

-Cállate, sabes que odio que me apresuren.- diría agitado aquél chico de nombre Devon, mientras cargaba una maleta que parecía ser muy pesada pues le exigía cierto esfuerzo.

-No es mi culpa que te hayas vuelto a quedar dormido, de seguro te desvelaste toda la noche jugando videojuegos, ¿verdad?.

-Bueno...- desviando su mirada Devon le daría la razón a su amigo, Yuu, pues aunque no hablara su silencio lo delataba.

-No tienes remedio...- dijo Yuu mientras suspiraba y se rascaba su cabeza. -No hay tiempo que perder, hay que llegar rápido o no alcanzaremos buenos asientos.- agregó el chico mientras empezaría a correr, a lo que su amigo difícilmente le seguiría el paso y juntos irían lo más rápido que podrían para llegar a su destino: su colegio, el cuál se hallaba unas cuántas calles adelante.

No era mucha la distancia que había que recorrer, a fin de cuentas vivían en un poblado muy reducido pero el tener que llevar maletas consigo les restaba cierta velocidad.

Ese día era especial, pues estos, junto al resto de su clase, saldrían a una pequeña excursión a un río que no se encontraba muy lejos de donde vivían, por lo que debían darse prisa si es que querían conseguir buenos lugares, pues el autobús que habían rentado para aquél viaje iría tan lleno que seguro correrían el riesgo de terminar yendo en los asientos de atrás -los peores asientos del autobús si es que tenían la duda.

A duras penas lograrían llegar a tiempo y se encontrarian con algunos compañeros de curso, y con el profesor que tendría la tarea de custodiarlos. Para su buena suerte, el autobús aún no había sido abordado por lo que podrían estar más tranquilos.

-Por un momento creímos que no vendrían.- un grupo conformado por dos chicos y una chica se posarían detrás de aquella dupla, estos al instante los reconocerían.

-¡Chicos!- dirían saludando a aquella trinidad. Se trataban de Keith, Dust y Mikaela, sus amigos y compañeros de curso que también los acompañarían en aquél viaje.

-Déjenme adivinar, Devon volvió a quedarse dormido, verdad?- preguntaría Keith burlonamente.

-Lo más seguro es que se quedó toda la noche jugando videojuegos o leyendo cómics.- le seguiría Dust.

-Oigan..- diría un molesto Devon mientras arrugaba el entrecejo.

-Ya no lo molesten chicos.- habló Mikaela tratando de evitar una pelea entre sus amigos.- Seguro solo estaba tan emocionado por el viaje que no pudo conciliar el sueño.- la joven rubia se interpondría en medio de aquellos chicos con el fin de apaciguarlos.

Aunque los cinco eran buenos amigos, Keith y Dust acostumbraban a molestar a Devon casi por cualquier cosa: por su bajo rendimiento escolar, por su adicción a los videojuegos y a los cómics, por su usual pereza y falta de habilidad social, etc.

Esto evidentemente causaba que casi la mayoría del tiempo se la pasaran "peleando". Esto entre comillas ya que el único que discutía era Devon, mientras que Keith y Dust solo se jactaban de verlo enfadado.

-S-si, exacto, fue por eso!

Gracias por echarme una mano. Pensaría el chico mientras le sonreía a su amiga, quién le devolvería la sonrisa aunque en sus mejillas se le podía notar un ligero rubor. Algo de lo que Keith y Dust se percataron. Se miraron mutuamente con una sonrisa de oreja a oreja. Compartían un mismo pensamiento, no había duda.

Ignorando aquella pequeña pelea, el resto del rato se la pasarían platicando sobre asuntos triviales, hasta que el abordo de su transporte iniciaría, y afortunadamente alcanzarían buenos asientos.

-Hey amigo, ¿cuando lo harás?.- le preguntaría Dust a Devon quién estaría en el asiento detrás jugando con su consola portátil.

-¿Hacer qué?

-Oh vamos, no te hagas el tonto..

-Es que enserio no sé de qué hablas.- habló un confundido Devon mientras rascaba su mejilla.

-Quiere decir que cuando te le vas a declarar a Mikaela.- esta vez sería Keith quien hablaría.

-¿Declarármele? ¿Porque habría de hacer eso?

-Vamos, todos sabemos que Mika se muere por ti.. amigo, lo mejor será que te des prisa o quizá luego te arrepentirás.- proseguiría Dust.

-Agh. ¿De que tanto hablan? No dejan dormir a gusto.- Yuu se incorporaría a la conversación. Este habría pasado gran parte del viaje durmiendo, por lo que este aún somnoliento daría un bostezo mientras se frotaria los ojos.

-Sobre que a Mika le gusta Devon.- Dust respondería en voz baja para que no fuese escuchado más allá de sus lugares.

-¿Enserio?

-¿Acaso tu tampoco te habías dado cuenta?

-No, ya sabes que usualmente tengo mi mente concentrada en otras cosas.

-Es cierto, vives en otra realidad y apenas te das cuenta de dónde estás parado.

-Hey. Fuera de eso. Nunca imaginé que Mikaela llegara a sentir algo por Devon, más allá de solo amistad.

-¿Porqué?.- Yuu miraría a su izquierda, observando como Devon se había vuelto a enfocar en jugar con su consola portátil.- No lo sé, tu dime.

Keith hablaría.

-Bueno, ustedes tres se conocen desde jardín de niños, ¿no? era obvio que sentiría atracción por al menos uno de ustedes. Y hablando de atracciones... que tal va todo con Alice?.

-Como que andas muy preguntón hoy, ¿no, Keith?- Devon habló mientras seguía concentrado en su juego.

-¿La presidenta? ¿Que con ella?

-Sé que últimamente se la pasan juntos la mayoría del tiempo, algo me dice que se están haciendo muy cercanos.- En el rostro de Keith se esbozaria una sonrisa pícara que transmitiría hasta cierto punto algo de incomodidad.

-No es nada de eso. Soy miembro del consejo estudiantil y ella es la presidenta, es normal que me relacione con ella a menudo.

-Si tú lo dices... aunque si yo fuera tú, aprovecharía la oportunidad, no me vas a poder negar que ella es muy atractiva.- Yuu y Keith mirarían a unos cuantos centímetros de ellos a la presidenta del consejo estudiantil, Alice.

Era una chica con un cuerpo bastante bien formado para su edad, poseía una figura esbelta en gran parte gracias a que también era muy atlética, con su cabello corto a la altura de la nuca, color azabache con mechones verde esmeralda, nariz respingada, 1.60 de estatura aproximadamente, y con aquella sonrisa que la hacía ver cómo alguien generosa, amable; pareciera una ángel que cayó al reino de los mortales.

-Tienes razón.

Nisiquiera el lo podía negar, era realmente atractiva. Aunque aún con ello, Yuu no podía verla con otros ojos. ¿La razón?.

-¡Date prisa, no tenemos tiempo!

-¡Te dije que debías entregarle este reporte a la profesora, no guardarlo en el expediente!

-¡Este informe tiene muchas faltas de ortografía, vuelve a hacerlo, apresúrate!

Bueno... digamos que ella no era su tipo.

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