The chemistry of love. [SHAMY]

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Por la mañana Sheldon hizo su rutina del baño como solía hacer siempre y luego se dirigió hasta la cocina para servirse un tazón de cereal con un cuarto de leche descremada, no tenía ánimos de hacer nada más que sentarse frente a su computadora en el escritorio, trabajar un poco y disfrutar de la soledad de su hogar.

Una soledad que le había costado aceptar nuevamente, pero ahora, agradecía.

Así nadie estaría pendiente a él y su celular.

De todas formas, ¿qué le sucedía con esta fémina?, ¿deseando hablar con ella como se necesita el aire para vivir?, acaso él...

No.

Claro que no.

Esfumó esos pensamientos estúpidos inmediatamente.

Sólo esperaba conocerla mejor, nada extraño, solo un chico y una chica conversando por mensaje.

Sin pensarlo mucho (porque su cabeza explotaría), le escribió:

"Buenos días, espero que hayas tenido una noche de sueño reparador, en caso de que estés despierta y desayunando: 'Bon appétit', ahora, si eres como mi vecina y amiga y disfrutas de dormir pasado el medio día, lo acepto también"

Amy se encontraba lavando el plato y los cubiertos que había ocupado para su desayuno, cuando de pronto, su celular vibró sobre la isla de la cocina, dándole aviso de que tenía un mensaje.

No pudo evitar pensar de inmediato en Batman, aunque Bernadette podría ser una opción factible o también uno que otro compañero del trabajo anterior con quien aún mantenía contacto pero en su mente solo deseaba que fuese él.

Cuando leyó su mensaje no pudo evitar sonreír, él era tan divertido y peculiar.

Una combinación extraña entre caballero y nerd. Algo que por lo general solía encantar a Amy.

De pronto, antes de contestarle, pensó en su comentario de "mi vecina y amiga", sintiendo una extraña punzada de celos injustificados, ¿cómo sabía él que su "vecina y amiga" prefería dormir hasta tarde?, ¿compartieron una vivienda?, o peor, ¿una cama?

Sacudió la cabeza, desechando aquellos pensamientos irracionales que no valían la pena ni tenían porqué importarle.

Porque bueno, Amy no era nadie para entrometerse en las decisiones personales (pasadas o futuras) de este hombre, que por cierto, era un completo desconocido para ella, si lo pensaba bien.

Al menos, debería saber su edad, no quería enterarse tiempo después que entabló una especie de peculiar amistad con un joven de 25 años, o peor aún, más joven, y por quién se sentía tonta e injustificadamente atraída.

Negó con la cabeza, tratando de convencerse de que no sería así, pero al menos, lo intentaría. Ella preguntaría, intentaría adentrarse en su fortaleza de hielo.

"Buenos días, y no, los domingos suelo despertar a las 6:30am, no puedo dormir más, supongo que estoy acostumbrada. Por cierto, anoche estuve pensando sobre esto, no me molesta en absoluto pero, ¿no crees que al menos deberíamos saber nuestra edad?, no quiero enterarme de que eres un joven de 20 años, sería inapropiado"

Sheldon leyó el mensaje con fascinación.

Esta mujer era demasiado lógica y astuta, ella observaba todas las posibilidades en la situación que estaban viviendo, incluso antes que él.

Para Sheldon no había nada más atractivo que una mujer precavida.

Y bueno, ahora que ella lo decía, tampoco quería enterarse que estaba hablando con una jovencita, eso arruinaría su ya tambaleante reputación en Caltech.