Oneshots Dr House

mini House

La camioneta se estacionó rápidamente frente al enorme edificio, era la tercera vez que iba ese mes, ya no sabía como explicarle al director que sus "metodos" de enseñanza no eran los mejores.

Subió las escaleras de dos en dos, ya todos los profesores la conocían, además era la única que iba a las 11 de la mañana con un traje quirurgico completo directo a la oficina del señor Waller.

--lo siento, estaba en una cirugia- abrió la puerta de la pequeña oficina  y suspiro intentando recobrar el aliento -- Damian, hijo, ¿ahora que paso?- su vista cayó en el pequeño niño de 9 años que estaba sentado en el sofá frente al escritorio, tenía un corte en la ceja y jugaba con su cubo rubik, completamente desconectado.

--pasa señora ____(tn), que nosotros ya no sabemos que hacer con el, causa problemas y hace que sus demás compañeros lo golpeen, como si fuera masoquista...

La sangre de aglomero completamente en sus puños, quería golpear a aquel hombre regordete que seguramente no tenía ni idea de cómo ser un buen maestro.

-- ¿acaba de decirle a un niño de 9 años... masoquista?- se recargo con los puños en el escritorio --¿tiene idea de lo que es masoquista? ¿O solo leyó el significado que le arrojo Google?.

El hombre vio como la alta chica pelinegra fruncia el ceño y lo miraba, el conocía esa mirada y no le gustaba para nada en lo que podía terminar.

--mire señora House, creo que es momento de calmarnos, creo que no use una adecuada lingüística- el hombre se acomodo la corbata.

-- si, eso creo... - se volvió a poner recta y cruzo los brazos sobre su pecho.

--aqui lo importante es que Damian no pone atención, provoca a sus compañeros, no convive con otros niños y siempre parece sumergido en su, su mundo- señaló al niño que seguía haciendo ese cubo rubik de 10 colores con la facilidad de un tigre comer carne.

--¿usted a intentado hablar con el?- lo miró molesta --no, solo lo regaña y le pide "explicaciones" que mi hijo no puede dar porque tiene 9 años y no comprende el mundo como usted y yo- bufo.

Miro a su hijo, era la viva imagen de House, solo que con su cabello negro, esos ojos azules como el ártico eran inconfundibles y esas facciones finas pero bien colocadas, era alto para su edad y ponía la mima cara de concentración que su esposo hacia, sin olvidar su muy correcto uso del sarcasmo.

-no entiendo... - el profesor miro como el pelinegro infante dejaba el cubo completamente resulto sobre el escritorio y soltaba el aire.

-- ¿cuanto fue esta vez?- su madre lo miró sonriente.

--10 minutos y 31 segundos, debo hacerlo mejor- limpio su nariz, aun tenía un poco de escurrimiento, no se recuperaba del todo de aquel resfriado que Chase le contagio.

--ten Dami- la mujer le estiro un pañuelo desechable que saco de su pequeña mochila cangurera, era más práctica para el hospital.

El niño solo tomó el trozo de papel absorbente y con suma delicadeza limpio su nariz.

--¿usted conoce al padre de Damian?- pregunto volviendo a centrar la vista en el sujeto que yacía expectante ee tal escena.

--no e tenido el gusto, usted es la que siempre viene- se aclaro la garganta.

-- y seguiré siendo la que viene señor Waller- le dio una media sonrisa --yo soy el papa Juan Pablo segundo al lado de Gregory House, creame, no quiere conocerlo y menos en la circunstancia en la que llamo masoquita a su único hijo y aparte lo tiene en su oficina con una contusión ocular sin desinfección...

--¿me esta amenazando?- el hombre frunció el ceño y quiso ponerse de pie.

-- o no, que va- río ligeramente -- jamás amenazó.