"Me enamoré de mi... Amigo?"

Cap.5 "Ángel"

Bueno, les hablaré sobre mi mejor confidente. Es dulce, tierno, caballeroso y atento.

Nuestro lugar favorito era el puesto de helados de la plaza, y no es para menos, ahí nos conocimos. Durante semanas nos hemos confesado secretos por llamadas, mensajes y una que otra salida a la plaza.

Ángel es básicamente el primero que me habló, antes de Hugo. Pero eso no le quitaba lo especial a este último. Principalmente porque era el amor de mi vida.

Ángel en cierto punto se considera bisexual. Es lindo por su parte abrirse sentimentalmente conmigo. Aunque Brenda ya lo había hecho, sentí mucho más la sinceridad de Ángel.

Brenda no me había hablado en días. Será porque talvez ya tenía algun novio, novia ó otros amigos a los que contarles sus penas. Lo que si estaba claro es que eso, no afectaría nuestra amistad. Suponía que estaba ocupada viviendo su vida, así como yo.

Solía pensar en que las personas siempre estarán ahí para ti, pero no. También tienen sus propios problemas de los que encargarse. Así como mis padres, que cada día se portaban más extraños. Solían hablar en secreto, susurrandose. Cierta duda me mataba, aunque suponía en mi mente que se trataba de alguna sorpresa para mí.

Los días transcurrían. Mi madre me había regalado un nuevo libro sobre una pareja homosexual, titulada "Estoy Enamorado de Él". El escritor parecía comunicarse conmigo mismo. Jerry se parecía demasiado a mi, tímido, callado y reservado. Aunque el claramente no había cogido con Alan, su crush.

Consumia diariamente mínimo 15 páginas, ya que todo el día estaba en la calle, paseando con Hugo, Ángel o a veces juntos.

Las historia me parecía realmente dulce. Afrontaban malditas situaciones homofóbicas.

Mientras leía lo que parecía una pelea por el amor de Alan, mi teléfono vibro. Era un mensaje de Hugo:

—Paso por ti en 5

Ligeramente sonreí. Sustuve el libro en mi pecho. Suspirando como un enamorado de primera. Esa tarde me llevo a comer a la plaza. Estuvimos toda la tarde charlando sobre el libro. Me llevo muy temprano a casa, pues tenía una práctica de fútbol. Algo que le apasionaba, y a mí me abrumaba.

<<DING - DONG>> El timbre sonó por toda la casa. Estaba leyendo el libro. Supuse qué tenía que bajar abrir, no había nadie en casa. Baje lentamente las escaleras, mientras decía, —¡Ya voy!

Me dirigí a la puerta y la abrí. Ahí estaba Ángel, cómo nervioso. Lo invité a pasar, y entró. Estábamos en la cocina, en la pequeña mesa. Estaba sentado y yo sirviéndole un vaso de limonada del refrigerador. Me acerqué a dejarle la bebida y me senté frente a él. Ángel bajo la mirada.

Yo: —No te veía desde hace tres largos días.

Él: —Estaba pensando algunas cosas.

Yo: —¿Que cosas? Si se puede saber.

Él: —Me enamoré jodidamente de alguien prohibido.

Yo: —Lo siento. Pero si lo amas, díselo. Que tal él siente lo mismo por ti.

Él: —¡No! Él está enamorado de otro.

Yo: —¿Encerio te rendiras así, tan fácil?

Ángel subió la cabeza. Me miró fijamente. Se levantó de su asiento, y se sentó justo a mi lado. Volteé hacía él.

Seriamente, —Tienes razón. No sé lo diré, se lo demostraré.

Inmediatamente me arrebató un beso. Sostuvo con sus manos mis mejillas. Mis manos estaban sin responder. Estaba con los ojos en blanco, atónito. Mientras Ángel me besaba apasionadamente.

Después de un momento me soltó, —¿Ya entiendes? —me dijo, mientras bajo la mirada nuevamente.

No podía responderle. Estaba desconcertado, tratando de asimilar lo que pasó ahí. Ángel se levantó de su asiento y se fue de ahí. Cerró la puerta asotandola. Me quedé ahí como un completo idiota.

En la noche después de la cena, estaba sentado en mi sofá de mi recámara. Realmente estaba confundido con aquel extraño beso. Pero, algo me sucedió. Cuándo nos besamos sentí algo especial, no fue calentura o así. ¡¿ME ENAMORÉ?! No eso no, me negué aceptarlo y a pensarlo una vez más.

Desde aquel incidente, no supe nada más de Ángel. Fui al supermercado, al puesto de helados e incluso al parque. No había rastro de él. Ni uno mínimo.

Hugo comenzó a preocuparse por Ángel, sin saber el motivo por el cuál él se alejo. Ángel ignoraba nuestras llamadas y mensajes. En parte me sentí un poco mal por él y sus sentimientos. Tenía ganas de decírselo a Hugo, aunque me negué.

Comenzé a sentir la falta de Ángel. Era alguien realmente especial para mí. Y cada vez más, me sentía más atraído por él. Lo jodido es qué amaba a los dos a la vez. ¡JODIDO!

Una parte de mi comenzó a debilitarse. Él era especial para mí. Me hacía demasiada falta. Extrañaba su olor, su rostro y su sinceridad. ¡EXTRAÑABA A ÁNGEL! Más que a nada.