"Me enamoré de mi... Amigo?"

Cap.6 "El idiota"

Habían pasado cuatro días desde la desaparición repentina de Ángel. Mis padres creían que debía distraerme para olvidarlo.

Hugo me invitó a una fiesta en casa de unos amigos, sus amigos del futbol. La mayoría de ellos homosexuales o bisexuales.

Al llegar a la casa, realmente algo lejos, bajamos del coche. El ambiente estaba bien. Musica, pocas personas hablando, pero algo jodido. Todos hombres y ¡LINDOS! jodidamente ¡BUENÍSIMOS!

Todos ponían los ojos sobré nosotros. Sin decir o hacer algo. Atravesamos la parte de adentro de la casa, en ese momento quería literalmente morirme. Todos ponen los ojos sobré ti. Llegamos al patio, ahí estaba David, el amigo de Hugo.

—¡Wow, wow, lindos, lindos! —dijo con tono empalagoso.

Yo estaba serio. Hugo sonriéndole. Mientras me tomaba de la mano.
Me soltó de la mano y David le susurro en la oreja algo que claramente no escuché a Hugo.
Un momento después, Hugo se acercó a mí.

—Mi amor, ya vuelvo. Voy por unos tragos a casa de Iván.

Asentí con la cabeza. Hugo se fue. Me quedé solo, ante las miradas penetrantes de los asistentes. A lo lejos observe una pequeña mesa, redeada de globos. Iluminada con foquitos de color blanco, que la hacían lucir impecable.

Me acerqué. Tome una bebida. Soda para su información. No solía beber. Creía que moriría joven si lo hacía, necesitaba por lo menos llegar a los sesenta. Observé que al costado de la casa había un pequeño pasillo que daba a la calle, el cuál estaba completamente oscuro. Solo iluminaba la luz de la luna. Caminé ahí, al aire libre por el pasillo. Me detuve en medio, bebí un poco de mi soda.

Alguien se acercaba a mi. Volteé asustado.

—Perdón, no quería asustarte —dijo con su voz terriblemente sexy. —Soy Louis, y tengo 17. Soy gay, completamente gay.

Era perfecto. Era guapo, vestía una camisa que dejaba ver sus atributos y sus jeans ajustados. Era jodidamente perfecto, era elocuente, sofisticado y demasiado sexy.

Le sonreí, —No te preocupes. Yo también tengo esa edad. —esquivando su mirada penetrante.

Sus manos tenían algunos anillos que le lucían estupendos. Una cadena que colgaba de su cuello. Su cabello que claramente se acomodaba como su adicción.

—Que bien. ¿Y tienes novio? —soltando una carcajada.

Una voz de fondo, —¡Si!

Era Hugo que se acercaba a nosotros.

—Soy yo, así que no vengas a quitarmelo. —dijo serio. Aunque al final sonrió.

Louis sonrió y se marchó.

20:34, la música estaba realmente buena. Chicos literalmente bailando con chicos. Todos sueltos bailando sensual. A lo lejos yo y Hugo, tomados de la mano.

Ya tenía en la mirá a dos que tres chicos calenturientos que me lanzaban sus miradas acosadoras. Aunque en cierto punto eran lindos. Todos terriblemente sexys e incómodos.

Las luces bajaron su intensidad. El dj colocó una pista demasiado sexy, (por así decirlo). Todos bailando, pasando sus manos por sus cuerpos y literalmente fajandose entre ellos.

21:00, Hugo me había invitado a bailar. Sabía bailar perfectamente ese tipo de música, aunque me era dificil delante de ellos. Observé que ya eran más las miradas acosadoras. Mi ego tocó las nubes, me dispuse a exitarlos. Realmente era otro.

Pasamos al centro de la pista. Comenzamos a bailar. Hugo me seguía al compás, tocandome lentamente. Yo estaba dando mi show, cómo toda una ¡BITCH! Bajaba, rodeaba a Hugo y lo toqueteaba.

La pista quedó vacía. Todos pusieron los ojos sobré nosotros. Mi ego sobrepasó. Baile sensualmente. Hugo podía notarse nervioso y a la vez excitado. La pista estaba por terminar, todos atentos. Me acerque lentamente a Hugo y le di un besote en los labios. La pista acabo y todos celebraron cómo locos. Nos retiramos de la pista después de literalmente, fajarnos.

Estábamos platicando justo en la mesa de postres, junto a Iván y David. Un joven atractivo que caminaba aparentemente sexy, se acercó a nosotros.

—Oye, ¿No me quieres bailar a mi? —dijo mientras colocaba su mano en su parte íntima, llamada polla.

Hugo dejó inmediatamente de pláticar y furioso, —¿Que dijiste idiota? —le dio un empujón.

Ese idiota al que Hugo nombro, se acercó nuevamente, —Estoy diciendo que coloqué mi paquete en sus dulces labios, —dijo mientras se burlaba y reía a carcajadas.

Todos los asistentes a la fiesta observaban la confrontación atentos.

Hugo volteó hacía a mi, riéndose, me miró y me guiñó el ojo. Nuevamente volteó a ver aquel idiota, ¡JODER! Que le da un puñetazo en el ojo.

¡MIERDA! ¿Qué carajos estaba pasando? Era una maldita masacre.

Aquél idiota volvió a levantarse. Mientras se iba levantando, Hugo lo asotó al suelo. El idiota se levantó enfurecido, ambos comenzaron un enfrentamiento. Golpes en la cara, pecho, estómago, y muchas más partes que me sería difícil nombrar. De fondo aquella dulce canción con la que si bien no iba mal, no era la adecuada.

David, Iván y yo tratando de separarlos. Mientras los otros idiotas reían cómo completos babosos. Algunos riendo a carcajadas, otros gritando sus apuestas y los más idiotas aplaudiendo. La fiesta ahora era una escena realmente preocupante. Los amigos de aquél idiota trataron de defenderlo, así que Louis, David e Iván comenzaron a pelearse también como unos salvajes.

¿Que carajos? La fiesta parecía un rin de box. Golpes por aquí y por allá. Sangre que literalmente salpicaba de los rostros. Todo acabó cuándo un chico amenazaba con llamar a la policía. Todos quedaron callados y asustados.

22:00, estábamos en coche. Hugo manejando con el ojo morado. El labio con un poco de sangre que salía de una herida.

—Perdón, yo no quer... — dije apenado. No logré terminar la frase. Hugo me arrebató las palabras.

—¡No jodas! Por ti hago lo que sea. Porque te amó —Sonriendo, sin despegar la mirada fijamente del camino.

Sonreí. Aunque estaba apenado por lo sucedido.

22:46, mis padres eran realmente los más fiesteros. Podía hacerme una paja y sabía que llegaban demasiado tarde. Hugo estaba en la cocina, sentado en una silla, mientras sostenía su rostro del mentón. Con un algodón comenzé a curar las heridas del labio. El botiquín aún lado.

Terminé mis servicios médicos, casi parecía un enfermero graduado. Hugo me tomo de la cintura y me jalo contra él. Abrí las piernas y me monte sobre él. Me besó apasionadamente. Con una mano tomaba mi cintura y la otra colgaba a lo largo. Mis manos tomaban su rostro... Exitante.