"Me enamoré de mi... Amigo?"

Cap.10 "Mi Ángel"

1 semana después

Los días habían pasado. Todos y cada uno de ellos, medicado con pastillas.

Ángel me fue de mucho apoyó. Estaba al pendiente de mí y de mi salud. Estaba todos los días en mi casa. Cuidandome y ayudandome a superar está mierda.

Hugo había llegado varias veces a mi casa a disculparse. En todas hechado por mis padres. El siempre me llevaba rosas y peluches como compensación de su error. Todos llevados a la basura.

Realmente mis padres no querían que tuviera contacto alguno con él. Mis padres aceptaban a Ángel.

Ángel y yo terminamos siendo pareja. Éramos felices. Me ayudó a salir de ese maldito hueco. Realmente la vida te da segundas oportunidades.

Salíamos a distintos lados. La relación iba perfectamente. Sin celos, problemas o infidelidades.

Mis padres elogiaban a Ángel. Aveces salíamos los cuatro a distintos lados. Íbamos por pizza, a comer a restaurantes e incluiso a fiestas con ellos. Ángel era mi pareja durante los bailes. Aunque las personas nos miraban confundidos.

Ángel y yo teníamos la relación perfecta en cierto punto.

Un día mis padres decidieron llevarnos a una fiesta de un amigo. Llegamos a la fiesta. Mis padres estaban bailando. Ángel y yo sentados en la mesa tomando soda.

Me levanté de mi asiento y me dirigí al baño. Entré y en el lavabo, abrí el grifo. Me lave la cara. Sonreí al espejo, y note mi sonrisa limpia. Estaba listo para irme. El sonido de la puerta abrirse, era Hugo.

¡Carajo! El estaba ahí parado. Mirándome fijamente. Estaba tan apuesto como siempre. El traje que portaba le hacía lucir bien. Traté de irme y se paró frente a mí. Me impidió pasar.

—Escuchame un momento porfavor —dijo.

Ignoré sus palabras trate de irme. Me tomó de la cintura y me arrebató un beso. Me safe rápidamente y respondí con una bofetada. Esté puso su mano sobre su mejilla y me miró fijamente a los ojos.

—Pégame todo lo que quieras —dijo tranquilo, —sé qué me lo merezco. Fuí un idiota al dejarme besar. Pero te pido una disculpa.

Lo ingore con la mirada, —No tienes que darme explicaciones. Ya no somos nada. —Mientras traté de pasar.

Me detuvo, —por eso mismo lo digo, —bajo la mirada, —porqué no puedo estar sin ti.

Ambos quedamos en silencio. Podía notarse con su rostro de arrepentimiento. Infeliz y sufriendo por dentro. Pero no podía perdonarlo. Por su culpa casi muero. Era algo difícil de digerir.

Me negué con la cabeza y lo empuje con el hombro. Pasé. Salí del baño y me dirigí a la mesa. Una canción romántica comenzó a sonar. El lugar estába casi sólo. Solo estaban mis padres, los padres de Hugo, algunos amigos de mis padres y los anfitriones de la fiesta.

Ángel y yo bailamos juntos. Justo al final de la canción nos dimos un beso romántico. Todos aplaudieron, excepto los padres de Hugo y Hugo.

Ángel y yo salíamos a distintos lados. Ahí nos topabamos con Hugo. Este era un poco fastidioso, con las miradas penetrantes que nos lanzaba.

Ángel y yo íbamos una vez a la semana por la galletas al supermercado. Era nuestra actividad favorita. Solíamos ir al parque a comerlas y charlar un rato. También íbamos por ese delicioso helado.

Ángel era literalmente mi ángel. Me protegía y me hacía feliz.