Reflexiones

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 Jack estaba sentado en la cama de su habitación luego de volver, se pasó la manos por la cara con frustración, su médico en una llamada le advirtió que su celo se retrasaría unos días, 5 para ser exactos y luego debía pasar por un periodo de celo normal, es decir debía dejar de tomar los supresores por lo menos un mes y para colmo le había recomendado pasar su celo con un alfa, uno conocido para evitarse riesgo innecesarios, y eso lo frustraba, la única vez que pasó su celo con un alfa acabó con un crío en la panza, así que no le gustaba ese puto plan, sin embargo el doctor le insistió en que era necesario para regular sus hormonas, en esa ciudad de mierda no podía darse el lujo de pasarlo con cualquiera, y definitivamente no quería que la agencia le mandara a alguien, eso le hacía sentir patético definitivamente como si el no pudiese conseguir un puto alfa.

Un par de toques suaves en su puerta lo alejaron de la vorágine de pensamientos en la que estaba sumido, Michelle estaba ahí con una botella de whisky en una mano y un par de vasos en la otra

-veo que aun estas pensando- dijo mientras se sentaba a su lado y le servía un trago, mismo que el tomó de un solo trago

-joder, porque mierda tuve que ser un puto omega- bufó molesto y sintió una punzada en su cabeza, eso le pasaba cada vez que renegaba de su segundo género, al parecer a su lobo le chocaban esos comentarios.

-bueno, pero la solución no es mala tampoco, ya quisiéramos nosotros los betas que la solución a nuestras enfermedades fuese follar- dio una suave risa mientras bebía de su vaso

-Evans, sabes bien que esa no es mi actividad favorita- se sirvió de nuevo

-vamos Jacky, debes superarlo, el murió, tu marca se borró y quizás esta es una señal para que rehagas tu vida y no te conviertas en un amargado- ni siquiera lo miró cuando lo dijo, de seguro le lanzaría una de esas miradas mortales, el odiaba hablar de su pasado.

-y una mierda, un agente emparejado es débil y al gobierno no le interesa que yo sea débil, me crearon para ser una máquina y eso es lo que soy- había rencor en su voz

-hasta las máquinas necesitan mantenimiento y tu omega de seguro está resentido, después de todo lo has reprimido demasiado-

-joder, esto me da tiempo hasta finalizar mi operativo, y luego con quien voy a follar en esta mierda de ciudad donde todos son unos capullos-rodó los ojos no quería lidiar con un alfa imbécil que se sintiese su dueño tras estar con el por quizás un par de noches

-quizaaaaz el alfa de ayer pueda ser buena opción, digo se le nota que esta colado por ti, además supo controlarse, si le pones las cosas claras desde el inicio- dijo y vió como el mayor se levantó

-no digas estupideces Evans, Volkov es mi puto compañero y le veo todos los días, sabes lo jodidamente incómoda que sería esa mierda- dejó el vaso de lado

-bueno es una idea hombre, piénsatelo- se puso de pie- me voy a dormir que tengo que organizar el papeleo de tu operativo y cierto, ya admitieron a los niños en el colegio que querías – habló antes de salir- descansa

-eso es una buena noticia, así no estarán todo el día donde por culo-dijo suspirando y miró su teléfono, no había tenido lo cojones de hablarle a Volkov por agradecerle y disculparse por el incidente, joder, lo vio como un puto maniático pidiendo que lo follara, por mucho esto era lo malditamente más vergonzoso que le había pasado.



* Gracias por lo de hoy, me salvaste, te compensare*









Viktor había estado haciendo ejercicio como un loco llevaba horas preocupado, su alfa aruñaba dentro de su pecho, esto era una mierda, se sentía como un gilipollas y a la vez orgulloso de sí mismo puesto que no todos serían capaces de aguantar lo que el había aguantado ese día, no podía quitar esa imagen de su mente, el omega de sus sueños sonrojado y gimiendo era algo que usaría como material de masturbación siempre que necesitara, pero ese aroma, el olor a cerezas se le hacía tan embriagante y a la vez le daba una sensación de plenitud que nunca sintió antes – estoy jodido- habló en voz alta y se dejó caer en el suelo.

Miró el mensaje que había llegado a su teléfono y supo que debía responder, pero no sabía el que, así que llamó a su único amigo capaz de decirle que hacer, tampoco es como si tuviese muchas opciones, ahora mismo Ivanov estaba en una misión en el extranjero, Brown era un imbécil y bueno el que quedaba era Greco, después de todo el español es quien lo había animado a intentar acercarse a su superior de esa forma, ahora se jodería y lo ayudaría

-joder Volkov- fue el saludo que recibió

-necesito consejo- el español notó el tono de voz del contrario y se preocupo

-ha pasado algo?- con el ruso nunca se sabía

-bueno, veras...- comenzó a relatar lo sucedido y luego recibió silencio del tro lado de la línea- pero dí algo joder-

-Hostia puta, viejo ahora si tienes algo grande entre manos, digo viste una parte suya demasiado vulnerable, quizás esté pensando como matarte, o quizás, te perdone la vida por haber actuado como un hombre-

-ya, según el mensaje que me mandó no se – se pasó la mano por la cara

-bueno compañero, es tu oportunidad, dile que esta todo bien y que puede contar contigo, ya verás que eso funciona y quien sabe terminen liados, solo háganlo donde yo no los vea, que asco- bromeo el de barba

-muy gracioso- colgó poco después y se quedó aun recostado en el suelo, quizás Greco tenía razón y debía arriesgar un poco, después de todo eran un alfa y un omega no había nada más natural que lo que sentía...quizás esta era su señal de avance







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Volví, que les pareció? Gracias por leer ❤

Cherry Cigarettes 《VOLKWAY》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora