Un tras otros los disparos de pintura cruzaban por el campo de visión del super intendente que bostezaba viendo el desempeño de su malla, los verdes era los malos, y hasta ahora tenían una baja más que los azules, notó que la falla era la cabeza, las ordenes de Greco eran poco certeras, claro que no todo era su culpa, los subordinados eran indisciplinados, y por favor si por poco confundían su trasero con su cabeza, era cuestión de tiempo que el comisario cayera, y tal como lo supuso diez minutos mas tarde el equipo azul se alzo como ganador, con aburrimiento bajo las escaleras.
-Formados todos- grito y los vio ponerse en fila, Greco tenia una cara de cabreo que no podía con ella
-Bien capullos, son lamentables, veo que no saben seguir indicaciones y por dios muchos de ustedes no distinguen la derecha de la izquierda- suspiro- remediaremos eso, en un mes serán una malla digna de la ciudad de los santos, entrenaran por lo menos dos horas diarias, quiero verlo haciendo simulaciones y maniobras- dijo serio y miro a sus comisarios.
- a ustedes dos los entrenare yo, todos están invitados a presenciarlo, luego lo que yo haga con ustedes lo replicaran con la malla- termino – entendido?-
-seños, si señor- gritaron fuerte
-bien, rompan filas, a bañarse y al trabajo mariconetis que la puta ciudad de los cojones no se defiende sola- termino – ah y comisarios los espero en 20 minutos en mi oficina- dijo para darse la vuelta y desaparecer.
Greco escupió al suelo, odiaba perder, miró de reojo a Volkov que parecía subnormal siguiendo con la mirada al omega, chasqueo los dedos frente a el- eh atontado regresa- el ruso solo sacudió la cabeza y lo miro
-joder con el ruso de los cojones, no me digas que te has quedado pillado por el super- rio socarrón- joder con tus gustos- le dio un pequeño empujón, anda romeo, vamos a cambiarnos, apesto y tengo pintura azul hasta en el culo creo yo- dijo para coger rumbo hasta las duchas, el ruso lo siguió en silencio, debía dejar de hacerle caso a su estúpido alfa y ponerse firme, las cosas con ese omega no tenían pinta de ser fáciles, además de que el siempre lo dijo, estaba enlazado con su trabajo.
Jack se había dado una ducha ya y con su impecable traje negro y una taza de cabe negro esperaba en su oficina, sus comisarios de seguro estarían por llegar, el entendía dos cosas, se felicitaba en público y reprendía en privado, al menos eso con los altos cargos, no les quitaría autoridad, ya que si lo hacía fracturaría la delgada y delicada jerarquía que parecía tener ese lugar, la puerta sono con los tres golpes que indicaron su llegada, les indico con la mirada tomar asiento
-Bien, los llame porque he notado falencias, que quizás no son su culpa si no de su antiguo superior por no enseñarles como se maneja una malla, primer, estrategia, la de ustedes es estúpida y peligrosa, no creo que quieran perder la mitad de los efectivos en un operativo- miro a Greco quien agacho un poco la cabeza, le sonaba a como cuando su madre le regañaba- su segundo problema es la comunicación, no creo que los efectivos sean telépatas- esta vez refiriéndose a Volkov, quien asintió con vergüenza- tercero, el combate cuerpo a cuerpo lo tiene oxidado todos, que pasa si deben taclear a un sospechoso? ¿Terminaran todos en el suelo con fracturas? – suspiro- quiero un ring en el gimnasio para mañana 7 pm les enseñare lo que es el combate, y ustedes le enseñaran a sus oficiales entendido?- los dos asintieron- genial, Rodríguez ve a prepara a tu facción perdedora este lugar es un cuchitril los pisos deberán estar tan brillantes que podamos comer en ellos, en cuanto a Volkov, acompáñame- se puso de pie y el ruso hizo lo propio y se apresuro a abrir la puerta, cosa que para Conway fue tan natural como si estuviese acostumbrado a siempre ser tratado así, Rodríguez solo miró las acciones del ruso, le pareció entre patético y enternecedor, ya que en todos los años que habían compartido juntos nunca lo había visto ser caballeroso con alguien, ni con sus citas, y aquí estaba como perro faldero detrás de un omega que probablemente lo destrozaría si pudiese.
En el patrulla Conway manejaba, y Viktor no pudo resistir la oportunidad para detallar su apariencia, un cigarrillo en sus delgados labios, esa expresión de concentración, la corbata bien atada y esos botones en el pecho que parecían sujetarse apenas, aparto la vista porque su mente de nuevo estaba divagando, probablemente su celo estaba cerca de lo contrario no estaría pensando estupideces, miro por la ventana y se topo de lleno con un roba al badulaque en proceso- Señor, hay un robo, llamare apoyo- informo pero antes de presionar el botón de la radio la mano del super tomo la suya
-tonterías con nosotros dos basta- dijo con una expresión que Volkov catalogó como una sonrisa traviesa, lo que pasó a continuación fue extraño, nunca había compaginado tanto con alguien, era fácil seguirlo, comprenderlo, un arresto sencillo sin demasiado fuego cruzado, el hacía ver a las negociaciones como un juego de niños, joder el tipo era admirable y todo sin siquiera despeinarse, cuando volvieron a la estación y tuvo que procesar a los detenidos ni siquiera podía creer lo fácil que le había resultado, se burlo de si mismo mentalmente, el nunca creyó en las leyendas de sus abuelos, de encontrar un día a alguien que parecía hecho para ti, alguien a quien no podría sacarse de la cabeza y tenía que ser el, el omega más intimidante que hubiese conocido jamás, hablar de amor sería apresurado, pero estaba deslumbrado, y lo deseaba, un deseo primitivo...joder- se froto los ojos, su celo definitivamente estaba cerca o no estaría pensando en estas estupideces.
Jack volvió a casa por la noche con la compra, solo algo para no morir de hambre y como no un buen whisky, miró las cajas y tras servirse un buen vaso de su preciado licor empezó a acomodarlas, el edificio era seguro, además de que la escuela era decente, como siempre Evans iba a encargarse de vigilar a los enanos así que al parecer estaba todo cubierto, termino bastante entrada la noche, las cajas se habían reducido y el se dejó caer de nuevo en el sofá, carajo que estaba agotado, odiaba las putas mudanzas, cuando era el solo, lo hacía tan fácil pero ahora le era un mundo, quizás si se estaba poniendo viejo, se levanto y se quitó la camisa, se asomó al balcón y dejó que el aire fresco de la madrugada le diera de lleno en el pecho, ignorando que en el balcón vecino sentado con la boca abierta y el libro que leía ahora en el suelo estaba cierto ruso que de casualidad vivía justo en la puerta vecina, el destino si que era un hijo de puta es lo que Volkov pensaba en ese momento
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Holi esto es una especie de compensación, gracias por su paciencia los amo 💜 intentaré seguir con esto ahora que me ha dado un ataque de inspiración
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Cherry Cigarettes 《VOLKWAY》
Fiksi Penggemarlos alfas son fuertes y fieros, los omegas dulces y delicados...oh bueno con sus excepciones Volkway Conway bottom