CAPÍTULO 10

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CAPÍTULO DIEZ: PIZZA Y VINO

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CAPÍTULO DIEZ: PIZZA Y VINO


    Si en algún momento me pregunté si habría algo más aburrido que ir de compras, con Laurel, Susannah, y Eleanor, ahora ya sabía la respuesta. Y es que estar más de tres horas entrando y saliendo de vestidores probándome todos los vestidos de todas las tiendas del pueblo, fue lo más agotador que había hecho en mi vida.

—Sal de una vez.

—Estoy intentando subir la cremallera pero creo que mis dedos ya no funcionan—. Abrí las cortinas del cambiador y soplé un pelo que se me había puesto en medio de la cara.

    Una sonrisa se extendió por la cara de las tres mujeres al verme bajo la tela roja y larga que cubría hasta la mitad del muslo. Un corset en la parte de arriba, ajustado a mi cintura y perfecto sobre el valle de mi pecho. La verdad es que era bastante bonito.

—¿Es este?— Las tres asintieron por fin y yo me emocioné—. ¡Es este!—. Salté por todos lados y abracé fuerte a la amable señora que nos había ayudado, antes de volver a entrar en el vestidor y finalmente colocarme la ropa que había elegido para ir al barco de Nicole.

—Son preciosos —escuché a Susannah decir—. ¿Te importaría plancharlos solo una vez más?

—Por supuesto, sin problema—. La amable dependienta los cogió.

—Sobre eso...— Las tres me prestaron atención—. Escuchad, Bells sabe lo feliz que te hace que haya aceptado ser una debutante y lo ilusionada que estás, Sus. Y el vestido es precioso y todo eso, pero no es ella. No quiero molestaros ni nada, pero es su baile, y debería también ser su vestido—. Laur se giró hacia el escaparate, mirando uno de los maniquís.

—Su vestido—. Todas se volvieron a mirar y parecieron ponerse de acuerdo con los ojos. Aterrador, pero yo también quería aprender a hacer eso. 

    La rubia se acercó a la chica que nos atendía y le señaló su nueva elección mientras mi madre me guiñaba un ojo orgullosa y yo asentía feliz de poder ayudar a mi amiga.

Turning Page || Conrad FisherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora