Bad lust - JENLISA g!p

Capítulo 38: Encuentra al hombre lobo

POV DE JENNIE

Es sábado por la mañana. El sábado por la mañana significa dormir hasta tarde, pasar el rato en pijama todo el día y desayunar en la cama. Sábado por la mañana no significa un loco delirante que ha estado tocando el timbre durante los últimos cinco minutos sin intención de darse por vencido hasta que se abra la puerta. Pero si estuviera en casa, mi mamá o mi papá habrían verificado quién estaba allí, excepto que yo no estaba en mi casa. Apenas abrí los ojos, rodando sobre mí misma en la gruesa manta. Puse mis manos sobre mis oídos, pero no pareció cubrir el incesante ruido. Busqué a tientas alrededor de la cama para encontrar otro cuerpo que no era otro que el de Lisa. 

Ah, sí, ahora lo recuerdo.

Ayer, yo era una adolescente cachonda que no podía controlarse y terminé la noche en su cama. Espero que no rompiéramos nada en el camino desde la sala de estar hasta el dormitorio porque recuerdo tener su polla en mi garganta y unos segundos después tenía sus bolas profundamente en mi coño.

La persona siguió tocando el timbre, incluso aumentando la velocidad. En vano, la persona finalmente se detuvo. El apartamento volvió a la tranquilidad, sin embargo, no duró mucho cuando el teléfono de Lisa comenzó a sonar.

"Lisa, tu teléfono", dije con cansancio, sacudiendo su brazo. Logré abrir los ojos para verla acostada boca abajo. Parecía que yo no era la única que estaba molesta por el ruido, ya que ella había escondido su cabeza debajo de la almohada sujetándola con fuerza para poder taparse los oídos.

"Ahora no", pude discernir ligeramente que la almohada estaba ahogando lo que estaba diciendo. 

Muy bien podría haber hecho lo que ella hizo, que es ignorar el teléfono que seguía sonando, excepto que la persona en la puerta comenzó a sonar de nuevo. Si ninguna de las dos se levantaba, nadie podía volver a dormir. Así que me sacrifiqué para salir de la cómoda cama donde Lisa aún yacía sin vida. Bueno, en parte fue mi culpa por haberla agotado tanto, pero ayer mi libido estaba en llamas.

Caminando como un zombi apenas cubierto, arrastré mis pies hacia la puerta. Será mejor que esa persona tenga una buena excusa para despertarme un sábado por la mañana. Aunque no estaba completamente despierta, pude tirar el llavero que colgaba debajo del espejo. 

Puede ser pequeño, pero duele.

"Sí, sí, ya voy, cielos. ¿Sabes lo que significa esperar?" Grité mientras giraba el pomo de la puerta. Abrí la puerta para encontrar a una mujer enfurecida con rasgos similares a Lisa. Llevaba un vestido de terciopelo burdeos con un blazer negro que le cubría los hombros. La bolsa que sostenía era ridícula ya que apenas cabía un teléfono.

"¡Tú!" me señaló con el dedo en un tono acusatorio, obligándome a retroceder hasta llegar a la sala de estar, "¡Tú eres la que hizo cambiar a mi hija!"

"Buenos días a usted también, señora", respondí sarcásticamente, ni siquiera un poco asustada. Quiero decir, ¿cómo esperas tener miedo de una mujer que usa un atuendo que solo usarías para un evento de gala? 

"¿Dónde está mi hija?"

"¿Durmiendo?" caminó hacia la habitación golpeando sus tacones negros en el suelo. Ella irrumpió en la habitación y sorprendió a Lisa, que estaba completamente desnuda. Estaba detrás de su madre admirando este cuerpo que monté toda la noche.

"¡Así que Suzy tenía razón! ¡Te estás acostando con tu estudiante! ¡¿Estás loca, Lisa Manoban?!" Me apoyé contra el marco de la puerta con una sonrisa en mi cara, disfrutando del espectáculo que estaba dando su madre. Lisa estiró el brazo para agarrar su camiseta del suelo y ponérsela a gusto.