chapter thirty-one

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Capítulo Treinta y UnoTemporada 2 — Acto Dos

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Capítulo Treinta y Uno
Temporada 2 — Acto Dos

Capítulo Treinta y UnoTemporada 2 — Acto Dos

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Atenea

En mis poquitos años de vida jamás me habían dado tantas nauseas en tan poco tiempo, bueno, exceptuando la vez que me enferme del estomago por culpa de Klaus y sus "pastillas mágicas" que resultó ser droga pero de la barata, muy barata.

Pero ese no es el tema, claro está.

Me despegué de manera rápida de Cinco al haber llegado al departamento de Eliot otra vez, intentando pensar cosas que fuesen mis ganas terribles de devolver lo que muy apenas había comido.

——Oh, no está muerto. ——masculló Cinco, viendo como nuestro querido y tonto hermano estaba herido en el sofá del departamento, con Lila –la loca– encima suyo ¿curándolo? No sé.

——¿Decepcionado? ——me deje caer en uno de los sofás individuales y tape mi rostro con las manos, evitando ver la luz del sitio.

¿Ya mencione que también me duele la cabeza?

——Oh, ¿de verte? Siempre ——rodee los ojos en mi interior y estire mi mano hacia Cinco, entregándole un pedazo de tela limpia para que se limpiase un poco el rasguño.

Número Cinco lo tomó de forma lenta, como si quisiese tomar mi mano, pero al él hacer contacto con la tela en un movimiento rápido retire mi mano.

——Tanta hostilidad en un paquete tan pequeño. ——¿porque pelean como un viejo matrimonio?——. ¿Te cortaste afeitándote? Te enseñaré a hacerlo como un hombre de verdad.

——No, nos encontramos con un viejo amigo de la familia que posiblemente recordó cuando él probablemente lo cagaba encima. ——masculle, oyendo la risa de Lila de fondo tras mi comentario.

¿Qué? El sarcasmo es nuestra única defensa contra el mundo.

Verbalmente hablando.

——¿No lo desataste? ——entreabrí mis manos para poder mirar a través de los pequeños huecos de estos, viendo como Eliot seguía atado.

MY OH MY ── cinco hargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora