chapter thirty-six

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Capítulo Treinta y SeisTemporada 2 — Acto Dos

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Capítulo Treinta y Seis
Temporada 2 — Acto Dos

Capítulo Treinta y SeisTemporada 2 — Acto Dos

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Atenea

Mire una vez más la misma línea que se encontraba en el techo, dándome cuenta que esta vez se conectaba con otra línea y ahora formaban una especie de zanahoria extraña y un poco deforme, pero a fin de cuentas era una zanahoria.

Creo.

Suspire y tome asiento sobre mi cama, abrazándome a mis rodillas mientras observaba hacia un punto fijo en la pared, perdiéndome en mis múltiples pensamientos.

Uno de ellos, claro está, es Número Cinco: un maldito que no me deja ni en paz estando lejos de mi. Si, quizá dije que podría llegar a confesarle un poco de lo que siento por él, pero no puedo, no ahora que está matándose por sacarnos de aquí. ¿Cómo puedo decírselo? Nadie nunca te prepara para confesarte, tampoco tuve una madre como tal para preguntarle sobre estas cosas.

Si... creo que efectivamente estoy algo pérdida.

━Todo sería más fácil si no hubiera caído de allá arriba ━murmure para mi misma.

Me quede ahí, en medio de mi cama, esperando una señal divina sobre por qué Zeus me había dejado con alguien tan... mortal como Reginald, pero pues como ya me lo esperaba, nada paso.

A menos que Zeus haya aprendido a utilizar el teléfono claro está.

Me levante con mucha pereza de mi comodisima cama y me dirigí a toda prisa hacía la parte baja de la casa, en donde permanecía el teléfono.

¿Qué la gente no tiene nada más que hacer más que molestar a la gente?

Entrecerré los ojos y una vez ya de pie frente al teléfono lo tome y me lo lleve a mi oído, fastidiada.

━Denme una buena razón para no colgar este teléfono o fingir ser una grabadora ━farfulle.

Escuché forcejeos al otro lado de la línea, descolocándome. ¿Quien me llamaba e interrumpía mis valiosos pensamientos solo para pelearse con no sé quién?

MY OH MY ── cinco hargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora