07

142 36 1
                                    

────────────────────────

────────────────────────

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

────────────────────────

— ¿Quieres un helado?

Nayeon negó, frunciendo su nariz.

— Me recomiendan no tomar nada frío a menos que haya mucho calor, me podría afectar la garganta muy fácil y me enfermaría — dijo.

Mina lo pensó dos veces antes de preguntar, hasta que habló en el tono más bajo y sutil que pudo tener.

— Eres muy delicada, ¿No?

Nayeon asintió, sin mirarla.

— Veo que tú no tanto, ¿Es porque no es tan grave, no?— dijo Nayeon—, ¿Vas a ir a cirugía, verdad?

Mina frunció un poco el ceño.

— ¿Cómo sabes?

— He estado mucho tiempo con estas cosas, algo he aprendido — dijo—. Y sé que el hígado se regenera, te quitan lo malo, dejan lo bueno y en unos meses está todo como si nada.

— ¿Tú crees?

Nayeon notó que Mina había bajado la vista y se notaba asustada y nerviosa.

— Mina— Nayeon tomó ambas manos de su compañera—. Claro que lo creo, también creo en ti.

Sonrió debajo del barbijo de nuevo, y la japonesa soltó sus manos para tomar sus mejillas, buscar los labios de Nayeon debajo de la tela negra del barbijo con los suyos y presionarlos en un beso que no llegaba a serlo.

Nayeon tomó las manos de Mina, manteniéndolas apretadas contra sus mejillas y sonriendo por dentro y por fuera, cerrando los ojos.

Al separarse, se miraron un segundo, ambas compartiendo el mismo brillo en la mirada, hasta que se abrazaron con fuerza.

— Nayeon, creo que te necesito más de lo que creí.

— Mina... Ya estás muy sensible, hagamos algo divertido, no puedo dejarte así— murmuró Nayeon.

— ¿Por qué?

— La tristeza lo empeora, Minari.

— No puedo estar triste si estoy contigo.

— Mina, estaré contigo, ahora, necesitas distraerte y dejar de pensar en eso, ¿Bien?

Mina asintió, con el rostro escondido en el hombro de la otra.

Nayeon la arrastró hasta el piso del cine, ella no podía ir a ver ninguna película porque las salas del cine estaban llenas de bacterias y de gente con bacterias también, así que compraron un balde gigante de palomitas y se fueron a pasear por allí hablando de sus intereses, conociéndose más y más y enamorándose inevitablemente de la otra.

Se despidieron cuando ya estaba atardeciendo, y Nayeon debía regresar a su hogar antes de que anocheciera y refrescara de más, porque no podía tomar frío. Mina dejó otro sticker de beso en su frente, para hacer reír a Nayeon de forma honesta.

Sé dedicaron un "Te amo" mutuo con todo el sentimiento de sus corazones, y quedaron con una sonrisa tonta que permanecería hasta que se encontraran de nuevo en la próxima quimio.

chemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora