Terminando la cena, lulú lavó los platos mientras Louis los secaba. Harry estaba en la planta de arriba arropando a Jean. El Omega le pidió que leyera su relato en lo que él dormía a Jean, el ojiazul sabía que Harry es muy bueno escribiendo así que no duda que será un buen relato.
Entró a su oficina, tomó su portátil y abrió el archivo donde se encontraba el trabajo del Omega. En total eran dos mil palabras, algo sencillo. Esperó a Harry para empezar a leer el relato.
Harry entró a la oficina del Alfa, se sentó en la silla frente al escritorio y esperó a que el Alfa terminará de leer su trabajo.
El omega no sabia que pensar en estos momentos, Louis acababa de leer su relato y no había dicho ni una sola palabra. Lo ponía nervioso el silencio.
-Harry esto no se podría llamar un relato erotico porque no causa nada en mi. Esto es demasiado fantasioso, necesitas poner un poco de realidad cuando escribes erotismo así es mas fácil conectar con el lector y provocarle placer.
Harry no sabía que decir, quería llorar. Siempre a sido un Omega inseguro y escuchar esas palabras provenientes de su Alfa lo lastimaba. Sabía que el ojiazul no lo hacía para lastimarlo, lo hacía para ayudarlo a mejorar pero eso no quitaba que sus inseguridades salieran a flote.
-Intenta ponerle a este tipos de historias un poco de tus experiencias, así sonará más real- Decía el Alfa con la mirada puesta en el portátil.
El Omega no sabía cómo decirle al Alfa que no tenía ese tipo de experiencias y por eso es tan irreal, lo único que sabe y conoce es lo que a leído. Tiene la teoría pero no la práctica.
-No quiero que te sientas mal con esto Harry, es un buen relato pero te conozco y se que podría ser mejor. - Dijo el Alfa cuando notó el cambio del Omega.
-Pero Lou, yo no puedo ponerle mis experiencias porque nunca he tenido.
Cuándo el Ojiazul escuchó las palabras del rizado levantó la mirada.
-¿Y quieres tener la experiencia?- Cuestionó el Alfa con un mirada penetrante.
Harry no sabía que contestar, estaba nervioso. -S-si.
En un movimiento repentino, el ojiazul se puso de pie, camino hacia el rizado. extendió su mano y el Omega la agarró para ponerse de pie. Pasó sus manos por la cintura de Harry, enterró su rostro en el cuello del Omega mientras dejaba pequeños chupetones y lo guió a su silla.
El alfa sentó a Harry en su regazo, Louis rozaba su nariz por la fuente de olor de Harry. Por su parte, el rizado se frotaba sobre la polla de su Alfa.
