Un corazón y dos personas (Bakukiri- Todokiri)

𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 3

►PRIMER DÍA DE CLASES◄

Narradora

Con un poco de luz que entraba por su ventana y el aún con su sueño totalmente acurrucado, calientito, sin ganas de salir de aquella cama, hasta qué su alarma toca, haciéndolo despertar, con un poco de pereza lo apaga fijándose la hora apenas con sus ojos acostumbrandose a la luz de la habitación, se levantó dirigiéndose hacia el baño, donde hizo sus necesidades y salió, ya feliz por lo que hiba a pasar hoy alistó su ropa dejándolo encima de su cama para haci irse hacia al baño para darse una rápida ducha.

Al salir con una toalla alrededor de su cintura, comenzó a ponerse su ropa, la que era una polera blanca con mangas junto con una chompa verde, se puso su jeans negro con unas partes rasgadas y unos tenis negros, ya listo tomó su morral metiendo lo importante, un cuaderno para apuntar todo lo que le iban a pedir o anotar, su estuche donde llevaba bolígrafos, lápices todo lo necesario, también otro cuaderno para lo que sea y otras cosas adicionales.

Ya estando todo listo, bajo las gradas viendo a su padre en la cocina preparandole un rico desayuno que desde donde estaba podía oler el rico aroma.

– ¡Buen día pa!

– Buenos días hijo, ven ya esta tu desayuno para que te vayas.

– Wow gracias -se sentó en la silla viendo con asombró el plato era rico sándwich de carne con un jugo de naranja, muy bueno para empezar haci el día.

Mientras le daba algunas mascadas a su sándwich, su padre se sentó a su lado para desayunar con el.

– ¿Quieres que hoy te llevé?

– No pa, esta bien yo puedo ir solo, solo dime por donde queda y yo voy para haya con gusto.

– De acuerdo, si tu lo dices, pero no quiero que estes luego llamandome diciendo que te perdiste.

– Puff claro que no pasará pa, te lo aseguro.

Ambos terminaron su desayuno lavando cada quien su plato, kiri agarró su morral dirigiéndose hacia la puerta, claro no antes de despedirse de su padre con un abrazo.

– Cuidate y diviértete, hoy llegaré un poco tarde ya que estaré en la comisaría revisando unos papeles de unos casos que me llegaron.

– Esta bien pa, no te preocupes, estaré bien además vendré directo a casa después de clases.

Y haci al despedirse salió de su casa, primero se fijo su celular, aún le alcanzaba el tiempo para poder ir haci que por que no ir caminando por un rato.

Mientras caminaba por algunas casas que pasaba las personas de ahí lo reconocieron y le saludaron, el con gusto les devolvió el saludo, con una de sus sonrisas, que algunos jóvenes de su edad que estaban pasando por ahí ahí los dejaba sin aliento, con leves susurros que decían entre si, pero que el pelirrojo no alcanzo a escuchar.

– Bien creo que es en la siguiente cuadra o creo que era más atrás, oh demonios creo que me perdí, mala idea venir solo....–decía mientras aún caminaba aún guiándose por algunos letreros de las calles – Creo que mi pa tenía razón.