5. BETU

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Estaba ansiosa, nerviosa y todo el maldito cuerpo le dolía

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Estaba ansiosa, nerviosa y todo el maldito cuerpo le dolía.

La manada llegó a la casa Cullen a petición de Carlisle, cuando entraron, se pusieron alertas al ver a una neofita, algunos estuvieron dispuestos a atacarla, pero Paul los detuvo.

—Skylar pidió que la dejemos, la conoce, y no le ha hecho nada a nadie. —Le costó decirlo, pero era la verdad. Ayudó a Jacob mientras Embry estaba dentro de una habitación calmando como podía a Skylar, Olivia expresó más preocupación al ver al lobo de aquella forma.

Rosalie llegó al lugar con otra neofita detrás, Bree, aquella que estuvieron dispuestos a ayudar.

Cuando Bree entró detrás de Rosalie pudo ver a una niña jugando junto a alguien que conocía, la pelirroja pequeña era cargada por otro lobo, viendo preocupada a uno de ellos.

—¿Meghan? —Cuestionó consternada, pues pensó que al ver los cuerpos de los otros neófitos enviados a terminar con la pareja de la rubia, la castaña igual había muerto, su sorpresa fue grande al verla ahí. Y más junto a dos humanas y con el olor a sangre abundando.

—¿Bree? Por dios, pensé que habías muerto. —Las dos se abrazaron mientras Paul alejaba a Emma y Olivia, además de tener a Sam y Quill alertas junto a ellas.

—¡Sky! —Rosalie entró gritando en la habitación, viendo a su esposa agonizar en la cama con Embry sufriendo por el agarre en su mano. —Gracias Embry.

La rubia aparto al lobo quien se sintió aliviado de ya no tener ese fuerte agarre que a pesar de ser lobo, sintió como si le destrozaran a los nudillos.

—No falta para que llegue Carlisle, aguanta un poco más, amor. —Beso su mano.

El siguiente grito que soltó Skylar movió todas y cada una de las fibras de los seres en aquella casa, y asustó a las dos niñas.

Rosalie intentaba tanto como podía calmar a su esposa, y Meghan, debajo, intentaba calmar a las dos niñas que querían ver a alguna de sus dos madres, o ver al lobo, mientras Bree estaba nerviosa por la mirada de los lobos en ellas, tenía ansias de lanzarse sobre esas niñas, pero con los lobos, sería imposible, y más viendo como Meghan las protegía como si las conociera.

—¡Rosalie! —Un grito más se sumó a la cuenta.

A los segundos, Carlisle, Esme, Anankaia y Alice entraron al lugar, los demás estaban encargándose de incinerar a los neófitos muertos. Skylar aún no estaba lo suficientemente dilatada para dar a luz, Esme se lo hizo saber mientras Anankaia tomaba la mano contraria que sostenía Rosalie.

En lo que la pelinegra estaba lista, Carlisle, ayudaba a Jacob, por lo tanto, ahora había dos tipos de gritos en la casa.

El del lobo con los huesos partidos, y el de la humana con su parto.

Lo tenía, tenía entre sus brazos a esa pequeña criatura, ese pequeño niño, que había anhelado durante más de nueve meses

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Lo tenía, tenía entre sus brazos a esa pequeña criatura, ese pequeño niño, que había anhelado durante más de nueve meses. Era tan pequeño, y se sentía tan cálido a comparación de su fría piel, aún no dejaban entrar a Emma, Olivia por lo que supo, estaba junto a Jacob, Skylar estaba dormida y tan cansada.

Esme había entrado en la habitación para llevarse al niño y limpiarlo, Meghan estaba intentando controlar a Bree que estaba vuelta loca con el olor a la sangre de la pelinegra.

—Esme... —Llamó en un pequeño susurro intentando no despertar a su esposa. —Deja entrar a las niñas.

La mujer al otro lado de la puerta, le escuchó perfectamente he hizo caso emocionada.

Prontamente, las dos niñas ingresaron emocionadas, pero Rosalie les hizo guardar silencio para no despertar ni a la madre, ni al niño.

—Es muy pequeño —Susurró Emma cuando Rosalie se agacho para que le vieran.

Olivia acerco su mano, y el niño sólo tomó su meñique, aún sin abrir sus ojos.

—¿Cómo se llamará? —Cuestionó la pequeña rubia.

—Armin. Su nombre será Armin.

—Armin Swan Hale... Suena lindo. —Sonrió Olivia.

—Mami... —El pequeño murmullo de Emma hizo que le volteara a ver, la rubia se veía desanimada.

—¿Qué sucede, cielo?

—Es que... Tú y Mami ahora tienen un hijo, propio... Y Olivia y yo... ¿Nos cambiaran por él? —Preguntó con lágrimas en sus ojos.

—¿Qué? Emma... Claro que no, cielo. —Rosalie se apuro a dejar al bebé en una cuna cercana, regresó con las niñas, cargandola la acerco a ella. —Emma, no importa cuantos hijos tengamos, no importa si son adoptados, o de nacimiento, tú y Olivia siempre serán la luz de nuestras vidas, solo que ahora, se les sumará una más. Ahora Skylar tiene tres luces alumbrando su camino, y yo tengo cuatro.

—¿Por qué cuatro? —Cuestionó Olivia recargandose en la pierna de Rosalie, siendo recibida con la mano de la mujer acariciando su largo pelo.

—Por qué son tú, Emma, Skylar y ahora Armin. Ustedes son la luz de mi vida ahora... Sin importar que.

—Gracias Mami. —Sonrió Emma.

La vampira las abrazo a las dos más fuerte contra su cuerpo.

—Emma, ten cuidado mientras sujetas a tu hermano —Pidió Skylar, haciendo que su voz resonara por la casa

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—Emma, ten cuidado mientras sujetas a tu hermano —Pidió Skylar, haciendo que su voz resonara por la casa.

Ahora vivían todas como una familia, un regalo de Carlisle y Esme ante su matrimonio, una casa de buen tamaño, con al menos diez habitaciones, cinco baños y un enorme patio. Claramente para Skylar fue demasiado.

Una de las habitaciones era de Skylar y Rosalie, una para cada hijo que tenían, demás habitaciones restantes, de entre ellas las que más destacaba era la Habitación de los Gustos, esta era la habitación más grande de la casa, tenía muchos juguetes en ella, cosas que servían para el crecimiento de sus hijos y lo que eran los gustos de cada una.

Skylar hizo el desayuno en lo que las niñas eran levantadas por su esposa, apagó el fuego y subió en dirección al cuarto del bebé. Entró con cuidado de no despertarle, lo admiró por unos segundos hasta que decidió cargarlo en brazos delicadamente.

Bajó las escaleras escuchando las pequeñas risas de Emma y Olivia.

—Niñas que-... Ay por dios.

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time (r.h/twlt) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora