o ━━ chapter zero

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o. lawless









ADELAIDE GOLDSTEIN HABÍA LLEGADO a Inglaterra por una razón en específico, encontrar un lugar en el cual dejar a su escarbato que, para sorpresa de nadie, había obtenido de forma ilegal al igual que su entrada al continente europeo. Sí, Adelaide tenía muchísimos problemas con la ley, no solo estaba metida en un gran lío internacional debido a sus pasaportes ilegales —gracias Quennie por no servir mucho en asuntos legales—, sino que también estaba atrapada en un callejón sin salida... literalmente.

Unos policías nomaj la habían acorralado y su raro acento británico le estaba haciendo mierda a los tímpanos, o solo era ella que no estaba acostumbrada al inglés británico.

── Señorita, tendrá que acompañarnos a la estación más cercana.

── ¿Por qué? No he hecho nada malo. Son ustedes que no saben hacer bien su trabajo.

── Ya se lo dijimos señorita, sus datos no concuerdan ── uno de los policías intentó acercarse, pero Adelaide tenía una vara de madera.

Era su varita, podría usarla en defensa propia. El MACUSA estaba demasiado lejos esta vez, no podían prohibirle utilizar magia contra nomajs como la última vez. Sentía la adrenalina correr por sus venas, le gustaba hacer cosas ilegales por diversión, no iba a negarlo.

── Bueno, es su culpa, no mía ── aseguró la chica ──. Atrás, no quiero hacerles daño.

No, en verdad no quería lastimarlos, así que guardó su varita de forma cautelosa, un solo movimiento brusco y los policías arremeterían contra ella. Debía usar lo que había aprendido —ilegalmente y por su cuenta— en Ilvermorny. La magia sin varita era algo bastante complicado para magos jóvenes como Adelaide, por lo que, ninguno de sus profesores quiso ayudarla a aprender este tipo de conjuros, por lo que tuvo que hacerlo sola, fallando una y otra vez hasta perfeccionar. Aunque era bien sabido que la magia tradicional de distintas comunidades tales como los nativos americanos, no utilizaban una varita para realizar magia, la varita no era más que un objeto opcional y a menudo, una comodidad.

── Señorita, no queremos hacerle daño.

── Y yo tampoco ── reconoció la chica ──, pero no me dejan otra alternativa. Desmaius!

No hubo necesidad de apuntar con una varita, solo el dedo causó que todos los oficiales de policía nomaj acabaran en el suelo, aturdidos; fue en ese momento que Adelaide aprovechó para escapar del callejón corriendo a toda velocidad, o al menos, a todo lo que sus piernas le podían permitir. Era un alivio que Tina no estuviera allí, porque no sería el MACUSA o la policía nomaj la que querría acabar con ella, sino que lo sería su hermana mayor.

La victoria estaba a pocos metros o eso creyó, pues fue capturada por un hombre que no lucía igual que los otros policías. En realidad, su aspecto era un poco similar a la persona que estaba buscando, pero Newt Scamander se veía más amable en fotografías, así que no, no era él.

── Acompáñeme ── dijo el desconocido.

── Mi hermana suele decir que no debo acompañar a desconocidos ── murmuró ella, como si fuera una respuesta apropiada para alguien de su edad.

Está bien, ella tenía veintidós y él posiblemente unos treinta años, pero era verdad que su hermana mayor le había prohibido terminantemente hablar con extraños en la calle. Obviamente le falló a eso cuando conoció a Credence Barebone, pero Tina había hecho exactamente igual.

── No me interesa lo que su hermana haya dicho, tiene que venir conmigo antes de que esos hombres se levanten y la arresten por llevar consigo pasaportes ilegales.

── Le dije a Quennie que era mala idea ── el desconocido no estaba para perder el tiempo, ni siquiera le preguntó quién demonios era Quennie ── ¿Eres una especie de policía?

── Algo así... y tú por lo visto, no eres muggle.

── ¿Qué es eso? Los nomaj utilizan palabras tan raras.

── No, lo que usted llama nomaj, acá son solo muggles. Gente sin magia, personas comunes y corrientes.

── ¿También eres un mago? ¡Genial! ── el hombre rodó los ojos y apretó aún más su agarre ── ¡Auch! Eso duele.

── Cállese y sujétese fuerte de mí, no sé si esté acostumbrada a las apariciones, quizás esta sea su primera vez experimentando una.

Y tras eso, desaparecieron de allí, justo antes de que los policías aturdidos despertaran de su ataque.

















APARECIERON EN UNA HABITACIÓN poco iluminada en un edificio, la única luz que había provenía de una pequeña ventana que le indicaba que estaban en uno de los pisos superiores del inmueble.

── ¿Qué es esto? ¿Tu casa?

La seria expresión del hombre no había cambiado en ningún momento, se mantenía con una cara poco expresiva. Típico de británicos, pensó Adelaide.

── Algo así.

¡Nuevamente la misma respuesta! Era un mago, eso lo había dejado claro con su evidente muestra de magia al trasladarse junto con ella a ese lugar, pero ni siquiera había aclarado quién era o por qué estaba empecinado con llevársela de allí.

── Y a todo esto ¿Quién es usted?

El hombre vaciló un momento, pero tras un suspiro cansino, respondió. No parecía estar ni en sus treinta y ya eran visibles un par de canas.

── Soy un auror del ministerio de magia británico, se podría decir que uno de los más importantes y respet...

── Eso no me interesa, quiero saber tu nombre ── él blanqueó los ojos. Era cierto, los americanos tenían poca educación, en todo momento le hablaba como si fueran conocidos de toda la vida e incluso, minaba su autoridad.

── Theseus ── ella hizo un gesto que él, pese a no conocerla en lo absoluto, tradujo como que esperaba más que un simple nombre ──. Theseus Scamander.

¿Qué? ¿Scamander? ¡Tenía al chico casi correcto!

── ¿Eres hermano de Newt Scamander? ¡Soy una gran admiradora de él y su libro!

── No creo que este sea el momento más oportuno para hablar de eso, señorita...

── Adelaide Goldstein ── se apresuró en decir, con una sonrisa.

── Sí, Adelaide. Usted es una bruja estadou...

── ¿Podrías dejar de hablarme de usted? Es molesto ── Theseus gruñó por la bajo, cansado de su actitud. Ella era bastante irritante, en poco tiempo acabaría lleno de canas cuando con suerte, tenía un par.

── Cómo te iba diciendo, Adelaide ── ella sonrió ──, eres una bruja estadounidense que entró con pasaportes ilegales al país justo en circunstancias como estas. Fácilmente se creería que eres Gellert Grindelwald disfrazado.

── ¿Y ese quién es? Yo solo vine a Europa porque necesito a Newt Scamander, es un asunto demasiado urgente.

── ¿Por qué quieres ver a mi hermano?

── Ya sabes, es magizoologista, no hay mucha ciencia en ello. Es un milagro que mi escarbato no ande merodeando por ahí o queriendo robarte algo.

── Pues, me temo que su viaje ha sido completamente en vano.

── ¿Qué? ¿A qué te refieres?

── Resulta que Newt se encuentra en América, partió hace un par de días y usted señorita Goldstein, queda bajo supervisión de mi persona por entrar al país con papeles ilegales y utilizar magia sin una varita contra muggles que, no solo son eso, sino que también son funcionarios del gobierno no mágico.

¿En qué mierda se había metido?

SERIOUS BOY, theseus scamanderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora