SERIOUS BOY, theseus scamander

ii ━━ chapter two

ii. break

ESA MAÑANA ERA IGUAL A LAS OTRAS. Adelaide estaba cansada de la misma rutina, necesitaba salir de ese departamento pronto, ya no soportaba el encierro en el que se encontraba. Tenía que esperar muchísimas horas a que Theseus llegara y su única fuente de entretención eran los libros que había encontrado mientras intruseaba una habitación, la cual parecía ser la de él, aunque en realidad, aquel apartamento no era donde el auror vivía, o eso creía ella.
Le sorprendía la variedad de libros de fantasía y comedia que había encontrado, hasta había un par de novelas románticas. Era extraño, porque Theseus no lucía como esas personas que leían ese tipo de cosas, tenía cara de un aficionado al terror, los thrillers o libros de autoayuda, pero ¿romance y comedia? No era posible. Pero Adelaide no conocía a Theseus como para determinar sus gustos con tan solo verlo, solo creía que era un hombre serio y amargado, lo era en cierto punto, pero ella no sabía casi nada de su vida como para asegurar su personalidad con pocas interacciones como las que habían tenido durante esos días. Ni siquiera era una semana, su arresto había sido efectuado el martes y recién era jueves.
La vida la odiaba muchísimo. Primero haber nacido en julio y ser de cáncer, y ahora ser arrestada por culpa de su hermana y sus pasaportes ilegales. Muchas cosas le habían sucedido durante sus veintitantos años, pero ninguna se comparaba a cumplir años el diez de julio, esa sí que era una tortura inigualable. Tenía que conformarse con las cosas que le daba la vida, aun si eran una mierda.

── ¡¿Lee poesía?! Pero si tiene cara de leer sobre asesinos seriales ── susurró Adelaide, mientras hojeaba los títulos de los libros que había hallado.

Estaba un poco sorprendida por sus descubrimientos, pero ya tenía con qué entretenerse durante la ausencia de Theseus, al menos mientras esperaba su juicio en el Wizengamot. Scamander le había dicho que el ministerio inglés tenía su agenda ocupada tras los crímenes de Grindelwald y los reportes de otros sucesos que ella, como extranjera, no debía saber. Así que tal vez se tardaría un par de meses en recibir su condena y su posible deportación a Estados Unidos. Su mala suerte había sido esa, nacer en América. Europa estaba un poco más desarrollada, su vida sería mejor en Italia que en ese país que había sido colonia de Inglaterra por ahí en el 1607.

Pero la tormenta no había terminado, estaba recién por comenzar, y eso era algo que Adelaide Goldstein no sabía. Sí, había visto que Theseus iba a casarse, había visto en el periódico a su hermosa prometida, aunque no había fechas y él no estaba seguro de llevar ese acto a cabo, ella estaba consciente de la situación en la que se encontraba. La chica no esperaba que alguien tocara la puerta del departamento, nadie podía ir a ese lugar debido a la extrema confidencialidad que el auror se había encargado de enfatizar con sus allegados.

── ¡Theseus! ¡Ábreme la puerta! ── no conocía la voz, pero se trataba de una mujer. Adelaide asumió que se trataba de la persona con la que el hermano de Newt Scamander se casaría, la linda morena que estaba en el periódico junto a Theseus ──. Dios... ¿por qué la cerraría con magia?

Adelaide entró en pánico, tal vez ella podría abrir la puerta y encontrarla en la habitación del hombre, pensaría lo peor. Creería que era su amante o una cosa similar, jamás se le cruzaría por la mente que era una prisionera. Goldstein recorrió el cuarto con rapidez, encontrándose con un armario gigantesco. Avanzó hacía él, con mucho cuidado de no hacer ruido incluso si la mujer todavía se hallaba afuera del apartamento, pero tenía que tomar sus precauciones en caso de que pudiera llegar a entrar.

── ¡Theseus, voy a abrir! ── gritó de nuevo, asustando a Adelaide, quien, con un poco de torpeza, se encerró en el armario, justo cuando una explosión se escuchó.