Capitulo IV

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Habían pasado dos días desde que había llegado a este raro lugar y en esos dos días no había salido de la habitación en la que me habían dejado. Ancira me traía comida en una bandeja y ropa limpia la cual solo me ponía pocas veces ya que me quedaba con los largos camisones puestos,pues eran más cómodos. Me pasaba horas observando el bosque a través del ventanal y de vez en cuando miraba al personal cuidar del jardín,a veces,solo a veces un niño de apariencia rara salía y jugaba con Ancira. No sabía quién era este niño,pero tenía curiosidad.

Dos toques en la puerta hicieron que me girara y frunciera el seño. No me confiaba de esta gente y tras dos días encerrada me había permitido mucho pensar sobre sus revelaciones acerca de  lo que son. Tenían pintas de ser peligrosos,yo solo soy una simple chica que recién se recupera física y casi se pudiera decir que mentalmente.

—Pase—mi voz salió baja,sin ánimos.

No oculté la sorpresa en mi rostro al ver a Eira entrando a mi habitación. Estaba radiante con ese vestido verde oscuro que reafirmaban sus caderas y cintura de avispa. Con paso elegante y ligero se acercó poco a poco.

—¿Como se encuentra?

Bajo la mirada hasta mis manos,no me acostumbro a sus ojos vacíos sin nada más que unas cuecas blancas. Pero tampoco quería ser maleducada,gracias a ella estoy aquí y no en una celda,o eso es lo que supuse dado que su hermano no parecía caerle bien mi presencia.

—Estoy mejor... gracias —intento sonreír,pero no lo logro. Con una ligera cojera en el pie derecho me acerco a la cama y me siento en esta.

—Me alegra saber que ha mejorado—observa su alrededor —¿Le ha gustado la habitación?

Asiento.

—Fantástico,espero que Ancira le haya dado bueno tratos.

—Lo ha hecho,yo...

Me hace una seña con las manos para que continúe.

—Yo necesito respuestas—jugueteo con las mangas del camisón rosa y le miro—necesito volver a casa,me siento una prisionera aquí.

Ella suspira y niega.

—No eres nuestra prisionera,Emma—me tutea dejando atrás los modales y las formalidades con las que me había hablado antes —acabas de llegar,necesitas sanarte por completo.

Bufo y suelto un sonido de exasperación. Me levanto de golpe.

—Hace dos días que llegué aquí,no he salido de esta habitación. No me habéis dicho nada más—ya me estaba enfadando—no se quiénes sois ,o que quieren de mi. No sé si mañana me mataran o si volveré a esa horrenda celda...

—Si el problema es salir de la habitación puedes hacerlo sin problema,recorre el castillo si así deseas,no eres una prisionera —su mirada,de por sí escalofriante,me reconfortó—la celda fue una medida...drástica que mi hermano tomó en su momento menos lúcido,os pido disculpas en su nombre.

Trago saliva.

—No quiero disculpas,quiero volver a mi hogar con mi familia—tenia un nudo en la garganta.

—Y te entiendo perfectamente,pero en estos momentos no es posible—baja la mirada apenada—lo siento.

Aguanto las inmensas ganas de llorar que tengo en estos momentos,y con un esfuerzo descomunal encuentro mi voz,un poco tensa,pero logro articular una palabra.

Corazón De Tinieblas [Nueva Versión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora