Naruto desde que tuvo memoria toda su vida había sido complicada, una infancia difícil nunca había conocido a sus padres así que donde su hogar había sido fue un orfanato claro hasta que decidió escaparse.
La vida no había sido del todo amable con él pero había intentado sobresalir con valentía como era característico de él. Cada vez la presión sobre él se volvía insoportable, las deudas lo tenían al borde de la desesperación, aún pese a tener dos trabajos de medio tiempo aún no eran suficientes. La cafetería por el día y el restaurante por la tarde.
—Naruto prepárate es tu turno— si compañera del lugar lo llamo con autoridad.
Y un burdel por la noche. No era un trabajo que le enorgullecía pero era bueno para pagar sus gastos económicos.
Naruto bajó la mirada, lo que más odiaba de su trabajo era tener que entretener a cuanto degenerado se le atravesara. La chica suspiro y sonrio cálidamente antes de caminar para ponerse a su lado.
—Solo un poco más y pronto podrás irte de aquí. — la voz de la mujer se entrecortaba ellos mantenían una relación cercana de familia similar a la de hermanos. — Solo resiste un poco más yo tengo muchos ahorros puedo dárselos, así dejas este lugar y..
—Hinata— interrumpió — Ambos vamos a salir de aquí juntos. ¿Piensas que te voy a dejar sola?.
La nombrada miro los zafiro brillando como siempre, instintivamente sonrio. Con ambos la vida había sido injusta pero juntos sabrían cómo continuar.
— Bueno, entonces hay que apresurarnos... el dueño nos matara si no salimos.
Ambos se pusieron de pie tras darse un par de retoques salieron a trabajar, por que pareciera lo que pareciera después de todo era un trabajo.
El sitio estaba lleno de hombres quienes eran atendidos por mujeres y donceles vestidos con diminuta ropa, el olor a alcohol, Sustancias ilícitas y tabaco estaba en el aire.
—Espera Naruto— un hombre le llamo la atención, vestia una yukata y poseía un semblante siniestro. Danzo Shimura era el dueño de ese sitio. — Tienes un trabajo especial hoy.
—¿Un trabajo especial?.
—es un hombre importante... solo debes hacerlo feliz y regresar. No quiero problemas ¿oíste?.
Naruto asintió para después bajar la mirada. Solo esperaba que fuera rápido, solo dejaría que ese sujeto lo usara, desahogar su estrés y se fuera.
Ese era el plan.
Cuando fue llevado a ese lujoso hotel no imagino que ello cambiaría el rumbo de su vida, verlo tan imponente y deslumbrante... todo un pecado.
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Para esta parte es necesario leer el one shot de mi perfil de nombre "el es mio".
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.—¿y? ¿Que opinas?— pregunta Chiyo haciendo que el chico se mirara al espejo.
Había despertado en una habitación que no conocia, tan espaciosa y llena de lujos que creyó estaba en el cielo. Luego llego esa adorable anciana para "prepararlo".
—¿Señor Uchiha?— cuestiona la anciana su cabellera llena de canas denotaba sus años de edad pero aún así seguía siendo amable.
— Soy Naruto no... — dejo de hablar cuando Chiyo le sonrio amablemente.
—El amo, así ordeno que fuera llamado... a partir de ahora usted es la pareja de nuestro señor.
¡no!. Naruto se pasa las manos por su cabello. ¿Como terminó en este embrollo?. Vistiendo con un elegante traje que a leguas se notaba costoso, ni trabajando toda su vida podría pagar algo así.
—Lo siento, chiyo-San. Pero yo no puedo quedarme— dicho aquello comenzó a desnudarse, agarrando la ropa un poco más casual que el que estaba usando previamente antes de llegar al hotel.
Salió de la habitación ignorando los llamados de la mujer, desesperada por detenerle, pero ese sitio estaba tan grande que no tenía ni la menor idea de a donde dirigirse.
Sin dudar se metió a la primera habitación que creyó lo llevaría a la salida pero era todo lo contrario, una gran oficina con un gran escritorio en medio el ventanal atrás, junto a dos enormes macetas.
Contuvo la respiración al notar que no estaba solo, el hombre que estaba sentado en la gran silla de cuero levantó la vista. Era el mismo hombre con el que se había acostado, lo recuerda, fuerte, atractivo todo un seductor por donde quiera que lo vieran. Al verle sintió como su cuerpo se estremecía vestia un elegante traje negro, salvo por la camisa que era roja sin corbata con unos botones desabrochados.
Y cuando esos zafiros conectaron con los oscuros ónix, solo atino a pasar saliva. Comenzo a respirar con dificultad y no era por lo intimidante que era aquella persona sino por el simple hecho de que sabía que ese hombre no era una blanca palomita.
Los clientes de Danzo en su mayoría eran hombre con recursos monetarios muy elevados, famosos, empresarios, niños de papi entre otros y la lista se sumaba al grupo familiar más poderoso de la ciudad quienes los bajos mundos sabían eran personas ligados a trabajos fuera de la ley.
Cuando ese hombre mencionó que ahora era suyo nunca imagino que hablaba enserio sino más bien era por el momento candente que tenían ambos.
—¿Necesitas algo?— la voz que a comparación de ese momento ronca ahora sonaba más amable sin dejar de ser profunda, sus pupilas se delataron a solo verle.
Naruto se sostuvo de la manecilla de la puerta como un intento por no caerse, las piernas le temblaban y la voz la tenía hecha nudo en la garganta, lo que menos quería era meterse en problemas, eso significaba no tener ningún tipo de relación con un hombre mafioso. Había visto muchas series de narcos y nunca terminaban bien, además tenía una promesa con Hinata y un niño al cual cuidar en definitiva quedarse no estaba en sus planes.
Se obligó a serenarse apretando con fuerza la tela de su playera.
—Pido que me permitas irme... — susurro con un hilo de voz que penso que el quizá no podría escucharle.
Sin embargo Itachi suspiro dejando de lado sus lentes de lectura para enfocarse en la persona delante de el y que temblaba como una hoja en otoño, era muy hermoso. Las marcas en sus mejillas eran lo que más le habían atraído, inocente e indefenso que despertaba en él, el sentimiento de querer protegerlo.
—¿Irte?, creo que ya había quedado claro que eres mío ahora.
Naruto levantó la vista intentando sostenerla fija en los de Itachi quien esta vez tenía el ceño un poco más fruncido.
—Usted no entiende debo volver, por favor ya he cumplido con mi trabajo déjeme ir.
—¿cuanto más quieres para que te quedes?.
Mordió su lengua con enojo, Naruto quería gritarle que no era un cualquiera pero no iba a negar algo que se justificaba por su cuenta. Cada vez que alguien hacia esa pregunta no dejaba de sentirse mierda consigo mismo, sentirse usado y sucio no era una sensación agradable.
—Solo es una ocasión, esas son las reglas-dattebayo.
Danzo había implementado esas reglas para evitar ese tipo de situaciones. Después de todo Naruto era la joya más preciada de aquel bar.
Itachi endureció la mirada, nunca antes nadie le había dicho que no.
—¿y si no permito que te vayas? ¿Que harás?.— reto, deseoso por saber la respuesta notaba el enfado en los ojos azules y como apretaba sus puños para contenerse, lejos de verse rudo era adorable.
—Gritare.
Itachi se puso de pie y camino hacia él, tomando la barbilla del doncel para que lo mirara a los ojos.
—Intentalo.
Naruto abrió los ojos al sentir los labios ajenos sobre los suyos. Itachi le estaba besando.
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He is mine
FanficEsta es la historia de dos mundos diferentes. El solo lo usaría, descagaría su estrés pero no creía que se enamoraría del dueño de esos ojos azules que conoció en entre las cuatro paredes de la habitación de hotel. continuación del one shot el es m...