capitulo 2

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No pasó mucho para que Itachi sintiera un fuerte golpe en sus partes nobles, naruto le miraba furioso prestaba los puños y tenía una postura siniestra, juraba que su cabello se levantaba serpenteando  en nueve secciones de cabello.

—¡¿Quien te has creído Bastardo?!. ¿No te enseñaron modales?.

El mayor aún jadeaba un poco de dolor,  unos guaruras que habían  escuchado entraron rápidamente irrumpiendo en la habitación, para tomar al rubio de los brazos sometiendolo para que quedara arrodillado.

—Sueltenlo— ordenó Itachi con la voz ronca aún reponiendose del fuerte golpe, sería un milagro si aún conseguía descendencia.

—Pero señor...

Itachi los fulminó con la mirada, sus hombres soltaron al rubio siendo algo bruscos, casi a regañadientes. El mayor nunca había pasado por algo similar y lejos de molestarle le complace saber que su futuro esposo es toda una fiera, un pequeño zorrito sacando las garras, digno de llevar el apellido Uchiha, un doncel que podría llegar a imponer respeto. 

—No se si enseñarte modales o invitarte a cenar.

—¡Dejame ir!. ¿Que hablo en chino?.

Itahi acomoda su traje, los guaruras habían dejado la habitación dejando al doncel a la merced de su señor pero Naruto seguía mirando molesto al hombre delante suyo. ¿Tan difícil era entender que debía irse?.

—¿por que quieres irte?.— cuestiono aún desconcertado, le estaba ofreciendo el mundo y el doncel solo lo rechazaba.

—Por que ese era el trato, solo una noche y sin repetición.  Yo ya cumplí con mi papel ahora déjeme ir-dattebayo.— exclamó cruzando los brazos, no negaba que su acompañante era un hombre atractivo pero tenía más responsabilidades que quedarse.

No quería involucrarse demás con aquel sujeto, no solo pensaba en él, debía regresar o Danzo le quitaria lo único que el consideraba su familia.

Itachi lo recorrió con la mirada, Naruto parecía no cambiar de opinión incluso se notaba muy decidido, sus ojos zafiro brillaban con intensidad pero entonces entendió que para él no sería fácil dejarlo escapar. No después de todo lo que le hizo sentir y soñaba estupido porque solo había sido una noche, ninguno de los dos se habían conocido antes e Itachi solo quería también una aventura de una sola noche, quitar la presión, desahogar sus frustraciones junto con el estrés y de paso satisfacer sus necesidades como varón, naruto solo le ofreció o que el quería. ¿Entonces por qué no lo dejaba ir?.

Estaba siendo irracional, genial el gran líder de una organización temida siendo humillado por un simple doncel cuya historia no era agradable socialmente pero aún así lo estaba sacando de su zona de confort.  Naruto no se veía intimidado, Itachi estaba acostumbrado al control y le volvía loco que Naruto no se apagara a sus ideales, quizá esa tenacidad era lo que le atraía a su persona. La primera persona en decirle "no", debería hacerle ver que con el nadie juega, hacerle rogar por salvar su miserable vida.

Pero nunca podría, nunca había tocado a ninguna mujer o doncel para lastimarlo, no estaba en su ética. Más sin embargo ese doncel le recordaba a alguien.

—¿estas seguro de no querer volver a negociar los términos?.

—¿por que querría quedarme con alguien que no conozco?.

—Por la misma razón que quieres volver a ese sitio, donde venden tu cuerpo para beneficio de quien llamas jefe. Buscas proteger a alguien.— Dio justo en el clavo cuando Naruto se puso palido, itachi era un hombre inteligente claramente, ahora tenía en su poder información sobre su mayor debilidad.  —Es decir, no aceptas lo que te ofrezco aún sabiendo que dinero es lo que necesitas, valores, moral, dignidad eres una persona interesante que alberga cada uno de ellos, pero aún así lo desprecias, no por que le tengas miedo a Danzo sino a lo que puede ser capaz, tiene algo en su poder con lo que te somete a sus deseos. Todos tenemos debilidades y tu también la tienes, por eso no te importa lo que pase contigo aceptaste este trabajo sabiendo que era un peligro para ti... ¿quién es Konohamaru?.

Itachi camino hacia su escritorio agarrando una carpeta para extenderla hacia el doncel. Naruto tembloroso lo tomó, hojeando su contenido era toda su vida, sus familiares, amistades.

—Es... es mi hijo.— Confeso, ya no tenía caso ahí mismo en la carpeta estaba la foto de su pequeño hijo de ocho años, con su amaba bufanda azul y sus lentes verdes, mismo que tenía la información de parentesco.

Era lógico que Itachi supiera todo de él. Maniático del control.

—¿Hijo?.

—Bueno, no todo estaba fríamente calculado. Un borracho se pasó de listo y ¡pum! Quede embarazado. Pero ahí debes tenerlo en el expediente que tienes, el padre era uno de los tantos socios de Danzo. El segundo hijo de un tal Hiruzen amigo de ese vejestorio— ni siquiera sabía por qué le contaba todo eso, era sociable pero nunca hablaba con nadie de su vida privada, sobre todo a un extraño con quien solo tuvo sexo.

Itachi escuchaba atento aguiando al doncel a tomar asiento, le dio algunos dulces según entendía por la investigación que mandó a realizar, el rubio soltaba la lengua cuando comía dulces.

—¿Quieres a tu hijo?.

—¡Es lo único bueno de todo esto!, hinata y yo estamos ahorrando para por fin escapar, e irnos a algún lugar. Konohamaru piensa que Hinata es su madre y yo su padre, aún no entiende el concepto de donceles así que bueno, fingidos ser una familia. No quiero que mi hijo sepa que su madre osea yo trabaja en esto... tiene ocho años y... es mi vida entera-dattebayo.

—Entonces te propongo un trato, te ofrezco Protección, para ti, tu hijo y esa tal Hinata... pero con la condición de que conviertas en mi esposo.

—¿Por que insistes de que sea yo?. —Pregunta con cansancio rodando los ojos.

—Eres interesante, tienes un poder sobre mi que aún no logro entender... No sabes lo horrible y emocionante que es eso... — Toma la mano del rubio para llevarlo a sus labios— Eres mío, Naruto...

— ¿porque saldría de ese infierno para entrar en otro?. Quiero una vida tranquila... y tu junto a toda tu gente no viven, sobreviven, no quiero eso para mí hijo. Lo siento...

Itachi el gran mafioso sonrio con arrogancia.

—Aún así no lo entiendes... konohamaru y Hinata ya están aquí y si quieres que estén bien, no te queda otra que aceptar... intente ser amable.

—¿Que?— Su respiración se detiene al ver la sonrisa llena de arrogancia del hombre—  ¡miserable!— grita Naruto molesto poniéndose de pie, los guaruras entran para llevárselo. — ¡Maldito desgraciado-ttebayo! ¡regresareeeee!

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