Ya era bastente tarde e Itachi no llegaba, tampoco estaban los amigos de el en la mancion, ya eran las 12 de la noche y el sueño me estaba venciendo. Me estuve sentado en uno de los grandes sofa que habia en la sala, tenia una cobija a mi alrededor y esperaba pacientemente a mi esposo.
Estoy loco, Legalmente aun no es mi esposo, pero lo siento de esa manera que ya lo veo natural, esto me aterra el dijo que me quedara con el hasta que se aburriera de mi. ¿Era una posibilidad y es asi que haria? ya era tarde para evitar sentir algo por el.
Mis parpados pesaban pero aun asi hacia el intento por quedarme despierto, senti su presencia y mis ojos de inmediato se abrieron, fui a la entrada, mi esposo se quitaba los zapatos y los colocaba en el mueble especial para estos, cambiandolos por unas sandalias.
-estoy en casa- Dijo con una voz muy cansada.
-Bienvenido, ¿como te fue?- cuestiono llendo con el para quitarle el saco, al terminar el se recargo en mi, colocando su cabeza en mi hombro, yo me quede inmovil, su repentina accion me dejo congelado y sorprendido. -¿itachi?
-Estoy cansado- contesta con la voz baja aún apoyado en mi.
Su contacto y su respiración en mi cuello me hace estremecer, aún así hago el intento por ayudarlo a llegar al sofá del salón principal donde se sienta un momento.
—Esto... se siente, bien. Ser recibido por mi... esposa.
Quería reclamar pero al mismo tiempo fui jalado hacia el sofá, me acomodó de tal forma que quedó recostado sobre mi. Estaba cansado como para moverlo y no tenía la fuerza suficiente, el colocaba su cabeza sobre mi pecho y pronto escuché sus respiraciones tranquilas se había quedado dormido. Me rendí, la calidez de Itachi, su abrazo posesivo... era demaciado para mi, solo atine a abrazarlo para dormirme al instante.
Al despertar por la mañana despierto sobre mi cómoda cama, me levanto alterado aunque se que era sábado tenía muchos pendientes y más ahora, levanto las cobijas percatándome de la pijama que obviamente yo no me vestí. Itachi entra por la puerta con una sonrisa, trae una mesita consigo y el olor del desayuno impregna mis fosas nasales. El cocinaba de maravilla aunque era un exagerado al buscar la perfección, como aquella ocasión que cocino para su hermano un huevo estrellado pero debía salir perfecto, había desperdiciado mucha comida por buscar esa magnificencia y dejo traumada a gallina-chan.
El me sonrie de oreja a oreja, algo en mi interior se remueve con desespero, cada vez más estoy callando en sus encantos. ¡maldición!.
Camina hacia a mi con su forma tan elegante de caminar.
—¿Tu me pusiste la pijama?— pregunto y el asiente sin quitar su sonrisa. Le miro enojado y el solo levanta los hombros restando importancia.
Estoy avergonzado e intento disimular mi sonrojo girando la cabeza.
—¿que?, ya te he visto desnudo. Conozco cada rincón de ti, no hay lugar en tu cuerpo que no haya observado. Tienes un lunar en tu...
—¡ENTENDI!— grito más sonrojado y escucho como el se ríe.
No lo hace, siempre está con su rostro de pocos amigo. Pero si se trata de mi el solo se burla, se divierte conmigo. ¡¿Quien se cree?!.
—No te molestes, solo estoy bromeando. — coloca la mesita a un lado de mi. Un rico omellet junto a jugo de naranja y pan. — Se los robe a Konan, ella cocina maravilloso. Así que come antes de que se enfríe.
Mi risa sale de forma espontánea. ¿Es capaz de robar comida por mi?. Todo esto es tan... único que no quiero que termine. Quizá ante mi mirada enamorada hizo que Itachi se diera cuenta por que se sonrojo y miro hacia otro lado. Esta sonriendo, siempre sonríe... solo para mí.
—¿Que tal te fue ayer?— pregunto mientras llevo a mis labios un poco del omellet y luego le doy a él, lo alimento y el se deja. Parece un niño, uno muy consentido. Mi consentido.
Itachi mastica y pasa bocado antes de hablar.
—Jiriaya está dentro igual de la política, tiene muchos contactos. La mejor forma de camuflar sus negocios es con algo que parezca inocente, desde empresas fantasma, fundaciones o una simple tienda. Tenemos entendido que la escuela en la que trabajas hace esa función de lavado de dinero. Pero Jiriaya esta bien respaldado... ten cuidado cuando vayas al trabajo... mientras menos seas notado pasarás desapercibido.
Entiendo su preocupación, pero quiero ser de utilidad no me la pare meses entrenando artes marciales y combate para ser una especie de gato doméstico.
—Tranquilo... en algún momento cometerá un error... — apego su frente con la mía. — Se que lograrás capturarlo, te ayudaré siempre que me necesites.
Itachi abre los ojos sorprendido, no soy muy afectivo con el pero los últimos meses me he estado abriendo a la posibilidad. Quiero que Itachi me necesite y que sepa que estaré a su lado.
—¡oh! Tomare tu palabra, espero que no te retractes.— su sonrisa ladina se formó en su rostro.
Hay no... ya me estoy arrepintiendo.
—me tocas... te la cortó. — amenzaso e Itachi asiente tragando pesado.
—Okey, entendido. Eres toda una fiera cuando te enojas kitsune.... aunque... pareces más un ratón.
¿Me dijo enano?, frunso el ceño, debe saber que los donceles no crecemos más del metro 60 y el es tan alto. El parece sentir mi aura asesina por que de inmediato se aleja de mi lado para ir a la puerta y salir corriendo antes de que la lámpara que avente lo golpeara.
—¡UCHIHA ITACHI VEN AQUI!.
.
.
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Sasuke y su equipo arribó al lugar, la mansión de su hermano era sencilla a Itachi nunca le gustaron las cosas extravagantes parecía una casa normal pero moderna con el suficiente espacio.
Taka espero a su líder mientras esté ingresaba a la residencia.
—¿En donde esta mi hermano?— cuestiona a Chiyo quien sonríe burlona.
—Digamos que...
-—PIEDAD!!—
El grito que hizo eco estremeció a ambos, Sasuke casi nunca se asustaba pero sentía una aura asesina. ¿De quién era? ¿Un enemigo? ¿Y el que grito como nena era su hermano?.
—Chiyo, salgamos de aquí antes de que haya una masacre. Es ese doncel ¿no?.
Chiyo asintió, ambos salieron.
—¿Sasuke?— Karin pregunto pero este solo pidió que arrancara hacia un hotel.
Antes muerto que salvar a su hermano de ese terrorífico doncel.
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He is mine
FanfictionEsta es la historia de dos mundos diferentes. El solo lo usaría, descagaría su estrés pero no creía que se enamoraría del dueño de esos ojos azules que conoció en entre las cuatro paredes de la habitación de hotel. continuación del one shot el es m...