Capítulo 4

75 7 0
                                        




- Entonces, ¿En tu pueblo no hay tecnologías?- ahora mismo me encontraba respondiendo las preguntas de los agradables amigos de Adhara, mientras esperábamos a que Jasmín y Adhara, trajeran una carta, o algo así mencionó-


- No, mi pueblo y sus reglas dicen que eso es pecar- respondo mientras miraba a todas partes-


- Y... Se supone que mientras estés aquí, puedes pecar ¿Verdad?- pregunta Clara, interesada en el tema-

- Em, algo así, perdonen, ¿Saben dónde se encuentra Adhara?- preguntó distraídamente-


- ¿Alguien me nombró?- dice Adhara, a pareciendo con Jasmín- Bueno, aquí están las cartas- las coloco en la mesa, y cada uno cogió una. La peli rubia se sentó otra vez a mi lado, y coge una carta, creo que noto que miro con curiosidad lo que tiene en las manos, así que se acerca lo más posible a mi- Kilian, estos son cartas, aquí puedes ver las cosas que puede cocinar en el restaurante, pides lo que quieras, y te lo hacen- explica, detenidamente-


- Puedo pedir ¿Lo que quiera?- repito algo asombrado, ganando me un asentimiento-


Cojo la carta de las manos de Adhara, con algo de entusiasmo la abro, encontrándome variedad de platos de comidas, me doy cuenta que también hay cosas para beber. De un momento a otro, siento las manos de Adhara posarse en una de las mías, haciendo que me sobresalté un poco... Estos gestos, en mi pueblo, si no somos pareja, se vería como pecar.


- ¿Te puedo aconsejar algo?- asiento algo ido, ya que no le estaba prestando tanta atención- te recomiendo una típica hamburguesas con extra de todo y una papas fritas- señala- yo me pediré eso- finaliza-


- Creo, que yo también quiero eso- le digo con una amplia sonrisa, ganando me también una sonrisa por parte de ella-





- Creo, que yo también quiero eso- le digo con una amplia sonrisa, ganando me también una sonrisa por parte de ella-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-

No me imaginaba que las hamburguesas estuvieran tan buenas- ha lo mientras sigo a mi compañera de pelo rizado, pensando en la jugosa hamburguesas con extra de todo-


- Si, son deliciosas, pero las papas fritas tampoco están nada mal- añade pasando su lengua por su labio inferior-


- Con cuerdo-


Pasamos todo el camino a casa hablando de cualquier cosa, realmente me lo pasé estupendo. Cuando llegamos al edificio, saludamos a Clark, a la cual nos devolvió el saludo, entramos en la caja metálica, la cual todavía no sabía su nombre, y Adhara apretó uno de esos botones. Cuando las puertas se abrieron, hice un ademán con mi mano para dejar pasar primero a Adhara, la cual, ante aquel acto, agradece, haciendo que una sonrisa orgullosa apareciera en mis labios.


Veo como se asoma a la cocina y al salón, mientras tanto yo me dedico a quitarme el sombrero y colgarlo en el perchero, Adhara no dice ni una sola palabra más, y se retira a su habitación, yo hago lo mismo. Después de ponerme ropa mas cómoda, salgo dispuesto a ir a la cocina, pero terminó chocando con Adhara, cuando nos separamos y le pido perdón, me fijo que se a cambiado, ahora lleva su típica camisa de pijama corta, y sus pantalones de cuadro. No puedo evitar recorrer mi mirada por su cuerpo, y eso me hace sentir un bastardo, apartó la mirada tan rápido como la puse, y pienso en una oración de la biblia, para que me perdone mis pecados.



Amish ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora