Cuando Kilian cumple la mayoría de edad (según las tradiciones de su pueblo) como todo hombre Amish, tendrá que superar una prueba para dejarse crecer la barba, y convertirse totalmente en un hombre Amish.
Para eso, su padre lo enviara a la ciudad...
Han pasado unas cuantas semanas desde que llegué a casa. En la bienvenida, algunos de mis vecinos me dieron cestas con pan y uvas, cosa que recibo encantado. Cuando llego a casa, me espera una inmensa cena, junto a esa calidez de la casa. María se sienta a mi lado, preguntándome cada cosa que se le ocurra por la cabeza, mientras madre y padre se sientan enfrente, y escuchan atentamente. La cena transcurre tranquila, con algunas preguntas de padre, sobre todo preguntando cómo se encuentra James. En cambio, madre pregunta por Anne, al parecer la conocen, y hace tiempo se hicieron buenas amigas. Yo les digo, que James y Anne nombraron algo sobre visitarnos, cosa que les alegra más de lo que están. Cuando la cena termina, María me sigue a mi cuarto, y mientras deshago la maleta y coloco las cosas, mi hermana me interroga. Le hablo sobre Nelson, Jasmín y Adhara, pero Maria realmente se interesa más en Adhara. Le cuento las cosas que pasaron entre nosotros, (censurando algunas partes, ya entienden) y de pronto se pone a dar saltos, gritando que ya conseguí a mi pareja, y es hay, cuando me planteo esa palabra... Pareja. Pienso en Adhara y en mi, en todo lo que a pasado entre nosotros, y caigo en algo... No le pedí que fuera mi pareja, cosa que me inquieta, dándome pensamientos como... “¿Y si encuentra a alguien más?" O cosas parecidas.
La noche es larga, y sigo con mis pensamientos negativos, haciendo que me levanté de mi cama y me dirija a la cocina, para coger un vaso y beber agua fresca recién recogida del río. Salgo de mi casa y me pongo frente a ella, observando a mi alrededor, escuchando como los grillos hacen ruido y viendo las estrellas. Escucho como la puerta de casa se abre, me doy la vuelta y veo como mi padre se pone a un lado mío, mirando las maravillosas vistas que tenemos enfrente.
- ¿Que haces aquí, hijo?- pregunta con tranquilidad-
- No puedo dormir, muchas cosas en mi cabeza- me limito a decir-
Se queda en silencio unos instantes, antes de hablar.
- Es por esa joven, Adhara, la sobrina de James ¿Verdad?- dice al fin mirándome-
- ¿Como sabes de ella?- pregunto algo confundido-
- Tenías la puerta de tu habitación abierta cuando estabas hablando con María, tu madre al parecer escucho de ella y me avisó para escuchar- lo miro algo ofendido- lo se, está mal escuchar conversaciones ajenas. Tal vez pienses que te voy a denegar estar con ella, sobre todo si no es Amish, pero es sobrina de James, a parte, por lo que contaste, parece buena persona- me dedica una pequeña sonrisa-
- Lo es, y gracias, padre- digo-
Nos quedamos unos minutos más mirando todo a nuestro alrededor, hasta que me da una palmada en el hombro y entra dentro de casa.
Fue mejor de lo que esperaba.
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