Una complicada vida que se une con otra muy extrovertida, Massimo Freiré un mafioso de un lindo corazón que debe demostrar lo frío que es hasta que una desgracia lo junta con su pequeña Ellie.
Esa pequeña secretaría y enfermera de una clínica en Nu...
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— ¿Para quien trabajan?.— Preguntó mientras limpio la sangre que corre de mi navaja, los dos tipos que perseguían a Ellie no saldrían con vida por ningún motivo. Cuando la toque sentía su miedo, esa pequeña temblaba de horror y sentir que la perdía me hizo entrar en razón.— Tengo toda la noche y día para seguir con esto.
Uno de ellos tose sangre, es tan adoloridos por lo que les he hecho y no me arrepiento de ello. Como no obtengo respuesta tomo la mano de uno de ellos y sin esperar respuesta le cortó los cuatro dedos de su mano izquierda.
— ¡AHH! ¡TE LO DIREMOS, TE LO DIREMOS!.— Al tipo que acabo de cortar sus dedos habla desesperadamente, si solo hubiera hablado cuando le corte la mano a su compañero ahora estaría cuidando de Ellie. Bae la llevó a mi casa, le dio algunos calmantes y en segundos se quedó dormida así que no me preocupo tanto por ello.— Se lla-ama Aguirre, trabaja en el callejón cinco y tiene un restaurante de tacos, eso es todo lo que sabemos.
— ¡Por favor, tenemos familia!.— Suplica el tipo a su lado cuando ve a uno de mis hombre apuntándolo con su arma.
— Uccidilo Mátalo.— Sale de mis labios con una sonrisa de oreja a oreja, miro al siguiente que mira con horror el cuerpo de su compañero a su lado ahora muerto.— Picchialo per qualche ora, ma ho ancora bisogno che sia vivo nel caso in cui tutto quello che ha detto fosse una bugia Golpéalo durante unas horas, pero todavía lo necesito vivo en caso de que todo lo que dijo fuera mentira.
— Come ordini, signore Como ordene, Señor.— Con esa respuesta salgo de aquella bodega y me dirijo a mi automóvil, estoy agotado por todo lo sucedido y aún me queda resolver mucho. Acabo de salir hace algunos días y tengo que poner todo en orden, pero lo primordial es ver cómo está Ellie.
Conduzco en dirección a mi casa que queda retirada de la ciudad, media hora de mi bodega que está entre el bosque y la villa en donde vivimos todos. Es impresionante que la vida cambia tanto, nos odiábamos todos y ahora somos prácticamente familia.
Agradezco todo lo que a sucedido, menos el incidente que marcó mi vida y estoy seguro que será difícil de olvidar, pero gracias a eso conocí a esa hermosa mujer que duerme en mi cama. Bae me dijo que estaba demasiado golpeada, ni siquiera puedo imaginarla, pero estoy seguro que mataré a ese hijo de puta que se atrevió a ponerle una mano encima a ella.
Aumentó la velocidad para poder llegar pronto a mi destino, veo la hora en mi panel y son las 04:50am, hago una mueca al ver que no he dormido absolutamente nada. Comienzo a visualizar casas y noto que he llegado a la villa en donde vivo, aparco en mi casa.
No se ve mucho movimiento, los chicos deben estar dormidos ya que es prácticamente sábado y nadie trabaja, los pequeños tampoco tienen escuela. Cierro la puerta de la casa con cuidado de no despertar a Ellie, me acerco a mi habitación solo para corroborar que ella esté ahí y noto su pequeño cuerpo, sonrió al verla dormir plácidamente.
Sin hacer ruido saco mi pijama y ropa interior, voy a la habitación de invitados que está vacía pero tiene un baño en el cual puedo bañarme para quitarme esta asquerosa sangre. Una ducha con agua tibia relajara todo mi cuerpo, era lo que necesitaba para poder pensar aunque sea con un poco de claridad.
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El delicioso aroma a tocino, huevo y jugo de naranja hace que despierte de inmediato, me estiro en el sofá y noto que tengo una manta negra en mi cuerpo, tuve que hacerme dormido aquí hace unas cuantas horas. Veo mi celular y son exactamente las 11:30am, me levanto para ver como una pequeña se mueve de un lado para otro terminando de hacer el desayuno.
— Buenos días, grandote, espero que no te moleste pero me tome el atrevimiento de hacer el desayuno para los dos.— Me saluda aún dándome la espalda, noto que no quiere mostrarme su hermoso rostro con golpes. Me acerco sin decir palabra alguna y giro su cuerpo, ella se sorprende y baja su cabeza.
La levantó con delicadeza y puedo ver su labio partido, un moretón en su mejilla de color morado y algo verde; sin decir nada beso su mejilla. Beso cada parte de su rostro importándome una mierda todos mis traumas, cuando estoy con ella siento que olvido absolutamente todo.
— Perdóname por no haber ayudado antes, Bruna.— Se sonroja un poco por el característico apodo en Italiano que le puse, solo niega con su cabeza.— Si me lo permites, te protegeré siempre.
— No tienes porque hacerlo, Massimo.— Se escapa de mi lado y se sienta en la mesa, está todo servido y noto el amor que le pone a la cocina.— Es algo en lo que yo me metí por estúpida, así que yo debo salir de ello sola...
Me siento al frente de ella y niego con mi expresión fría.
— De ahora en adelante todo lo que tenga que ver contigo, es mi problema y no me importa cuantas veces te niegues. Déjame por una vez cuidarte como tú lo has hecho todo este tiempo.— Y con eso termina nuestra conversación del tema, ella habla con su suave voz que tanto me encanta. Habla sobre todo lo que ha pasado este último tiempo y le pido disculpa por lo que ocurrió en aquel beso, ella no le toma importancia pero yo si.
Me muestra a regañadientes sus heridas, con su permiso y cuidado le pongo algo de crema para que las heridas puedan sanar más rápido.
— ¿Lo haces solo por que te cuide o hay algo más?.— Paro mi acción y la observo a los ojos, ella está parada ante mi y yo sentado mientras le colocaba crema.
— ¿Que quieres decir con ello?.— Claramente se a lo que se refiere solo quiero ver como se pone nerviosa, pero en respuesta obtengo una negación.
— Olvídalo, grandote.— Con cuidado de no lastimarla me levanto rápidamente y sin aviso beso sus labios, me cuesta un poco mantener la cordura pero siento su dulce sabor y me olvido de todo.
Siento como gime de sorpresa, pero me sigue el beso de inmediato, es un baile lento en el cual estoy recién aprendiendo a controlar. Al terminar veo sus mejillas completamente sonrojadas, una sonrisa tira de mis labios.
— ¿Que fue eso?.— Pregunta con un poco de alegría.
<<Eso fue la llave de mi perdición, de ahora en adelante tengo una nueva adición llamada Ellie Harris>>
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Hola preciosas o preciosos lectorxs, espero disfruten este capítulo.
