Una complicada vida que se une con otra muy extrovertida, Massimo Freiré un mafioso de un lindo corazón que debe demostrar lo frío que es hasta que una desgracia lo junta con su pequeña Ellie.
Esa pequeña secretaría y enfermera de una clínica en Nu...
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No podía creer lo que leían mis ojos con esta maravillosa novela erótica y a la vez con algo de romance, claramente me había enamorado de ese Alemán con gustos morbosos y su manera de disfrutar cada parte del sexo...¡Dios! Con solo imaginar esas escenas se que debo cambiar mis bragas con urgencia.
Pero esta vez no era así, lo único que tenía que cambiar era mi camisa por las lágrimas derramadas por la tristeza y enfado con el final de este libro.
Todavía resonaba la escena leída anterior mente donde no le creía a su novia y le creía a su ex novia en donde se ven fotografías sacadas por un mal ángulo, esa zorra solo arruinó su noviazgo y el estúpido Alemán no la deja ni siquiera explicar la situación.
Pero ame la frase de esa española, "De acuerdo, señor Zimmerman, lo que había entre usted y yo ha acabado. Alégrese por Rebeca, ella ha ganado."
— ¡Dios, eres un completo inútil!.— Escupía con rabia al libro sin darme cuenta de que alguien entró por la puerta.— ¡Ahhh! Alemán estúpidamente guapo, ¿porque me haces esto?
Cierro el libro y me giro notando la presencia de un guapo Italiano que me mira algo confundido.
— ¡Grandote! ¿Cómo estás? ¿Qué tal el trabajo? ¿Comiste algo?.— Sonrió ampliamente y me deshago de él rastro de lágrimas que habían.— Solo estaba terminando mi libro...si bueno, creo que es tarde y yo me iré. Buenas noches...
Y ni siquiera lo dejo hablar y corro a la habitación, precisamente al baño para poder lavar mi cara. Lo bueno es que no me veía tan mal, pero que vergüenza que me viera discutir con mi personaje literario.
Noto que mi cabello ya se había secado por completo a pesar de haberme bañado hace una hora atrás, al salir noto a un hombre guapísimo con mi libro en manos y noto que exactamente tenía una página algo más intima que una discusión y mis ojos pasan del libro a su cara.
— Grandote...¿Que haces?.— Apenas y me sale la voz por la vergüenza de que el lea ese libro, todas sus escenas están marcadas por mi y alguna tontería que pongo.
— Eres una completa pervertida, Bruna.— Cierra el libro y lo deja en el mueble de la habitación, atrás mío está la cama y él comienza a acercarse peligrosamente a mi haciendo que yo retroceda. Caigo en la cama reprimiendo un gemido de sorpresa, veo que sus ojos oscurecieron un tono más.— ¿Por qué estás tan nerviosa, mía bruna?
Mis piernas quedan levemente abiertas y el poner una de sus piernas entre las mías y comienza a avanzar hasta agacharse a la altura de mi cara. Deseo que me toque, que me bese que me pase su lengua por mi cuello...¡Tócame, tócame, tócame!
Mueve su cabeza en dirección a mi cuello y siento su respiración tocando mi delicada piel, por favor sigue en ese punto que me enloquece...comienza a separar mis piernas con la suya y al tener su rodilla cerca de mi intimidad comienza a moverla dándome algo de placer.
— ¡Ahh, massimo!.— Solo me dejé llevar y no pude contener el pequeño gemido que salió de lo más profundo de mi garganta, pero a él pareció gustarle y de un momento a otro para.— ¡No! ¿Por qué paras?
Reprochó algo frustrada, en sólo me besa la frente y se va al baño dejándome sola, caliente y sedienta de él. ¡Dios! Quiero más de él, quiero absolutamente todo de él...
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Al despertar vi a un hombre tan guapo a mi lado dormir plácidamente, pero lastimosamente tuve que levantarme antes de que despertara para que no me hiciera preguntas de donde iría.
— ¿Donde siempre, Ellie?.— Me encontraba en el auto con uno de los guardaespaldas que me dejo Massimo desde la ultima vez, cómo es un nuevo amigo nos tuteamos entre nosotros.
— Suena como si fuera a hacer algún crimen, Damon.— Rio suavemente haciendo que el también ría y conduce al mismo lugar que ahora es mi nuevo trabajo.
Estoy ayudando a una vieja amiga que está de viaje y me deja su gran empresa, un paraíso en cuestión y yo gustosa de tanta testosterona.
— Que comience la función.— Y de inmediato empezaban a subir los chicos en el escenario con la canción Pony.-Ginuwine.
Y empezaban a bailar sensualmente en el escenario, estaban practicando para la maravillosa función de esta noche en donde tengo a las chicas invitadas.
