Quinto paso

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Ser el novio de Wen Yuan era extraño.

Más bien, el llamar y ser llamado "novio" era algo completamente nuevo para Jin Ling, y que aún no podía acostumbrarse a hacerlo.

Anteriormente Zizhen había conversado con él, explicándole que no había razón para alarmarse si Yuan dejaba de actuar como cuando solían. Es decir, si las atenciones de este disminuían en comparación a cuando solamente salían juntos. Pero aquello jamás sucedió.

En su lugar, parecía como si anteriormente Yuan se hubiese estado restringiendo siendo que todos aquellos detalles habían incrementado.

Cada mañana en su celular ya había un mensaje de Wen Yuan esperándole a que despertara, este contenía un saludo y el deseo de que tuviera un buen día. Por la tarde llegaba otro mensaje, en algunas ocasiones solo se trataba de un recordatorio para que no se saltara comidas y otras veces eran invitaciones a citas. Y, por supuesto, su día terminaba con un "Buenas noches, mi Rulan." acompañado de un corazón.

Yuan le colmaba de distintas atenciones, pero el de los mensajes era el que había sorprendido más a Jin Ling.

Para él, recibir ese tipo de mensajes era algo nuevo, o más bien, todo lo referente a tener una relación sentimental.

Era tan raro y nuevo pero no le desagradaba, a pesar que eso era lo que le afirmaba a Zizhen y a A-Qing.

No lo diría en voz alta, pero ahora que sabía que podía confiar en Yuan se sentía más relajado cuando se encontraba a su lado. Yuan le agradaba, probablemente era la persona más cálida a la que había llegado a conocer. El saber que este le prestaba tanta atención y que todos sus gestos eran tan genuinos le complacía. Aún era un manojo de nervios en su interior por la parte de tener que actuar como su enamorado, pero disfrutaba de la compañía de Yuan.

Pero quizás toda esa nueva confianza entre ambos era lo que estaba ocasionando tantos estragos en su interior.

Jin Ling se preguntaba si podía ser que era tan bueno fingiendo estar enamorado que él mismo comenzaba a creérselo.

Justo porque todas esas nuevas sensaciones que estaba experimentando al lado de Wen Yuan eran tan agradables es que prefería no pensar en ello, o ignorar la realidad sobre sus sentimientos.

Wen Yuan sólo era una pieza más para que Jin Ling pudiera conseguir su venganza.

No era nada más, y no era nada menos.

Así debía de seguir.

No sería tan estupido como para olvidar su objetivo.

...

Pero había momentos en que fallaba. Como cuando Yuan entrelaza sus manos cuando caminan juntos, la manera en que le escucha con tanta atención cuando Jin Ling le cuenta anécdotas del trabajo (escondiendo los detalles de la mafia) o la manera en que sus ojos brillan en cada uno de sus encuentros. El corazón de Jin Ling se derretía, y secretamente añoraba poder tenerle a su lado por más tiempo.

Mordió su mejilla interna, pasando una mano por su cabello con desesperación mientras que intentaba concentrarse en los papeles en sus manos pero por más que intentaba no podía enfocar ninguna de las palabras. Incapaz de seguir, respiro hondo en un intento de tranquilizarse cuando su mirada se fijó en el florero con peonías rosas que adornaba su escritorio.

Ya tenían más de una semana que Wen Yuan se las había enviado, pero Jin Ling las había cuidado diligentemente alegando que era porque se trataba de sus flores favoritas y que las peonias eran caras. Pero sus palabras no eran más que excusas para evitar pronunciar la verdad.

Entre pecadores y santos - ZhuilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora