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|Presente|

—¿Millie? También estas aqui—Al escucharlo, las dos amigas se miraron entre sí y luego a aquel hombre.

—Ho...Hola—dijo la castaña algo nerviosa.

Ver a aquella persona de su pasado hizo que Millie empezara a arrepentirse de haber aceptado aquel viaje, sus manos estaban sudorosas y temblando a más no poder, ella trataba de disimularlo pero Maddie ya lo había notado.

Y es que con esta persona, Millie no había tenido problema alguno, luego de su accidente ellos solo empezaron a perder el contacto y más aún cuando el chico había terminado la relación con una de sus mejores amigas.

—¡Que coincidencia! Pensé que no ibas a asistir.

—¿Y perdernos la oportunidad de volver a reunirnos con la diosa de Sadie?—exclamo Maddie, recibiendo un pequeño pellizco disimulado por parte de Millie—¿Qué? No son pareja pero Caleb sabe que dejó ir a una diosa.

Caleb solo rió levemente y con algo de nerviosismo ante lo dicho por Maddie, a leguas podía notarse la incomodidad del chico y Millie fue la primera en darse cuenta, la chica observo a su amiga negando con la cabeza.

—De hecho no se porque vienes conmigo, no te corresponde estar aquí, chismosa—dijo Millie con un poco de humor para cambiar el tema de conversación.

—¡El también tiene un acompañante!—se defendió Maddie señalando a Caleb, el chico tenía bastantes papeles y ella supo de inmediato que alguien más iba con el, una sola persona no llevaba esa cantidad de requisitos, estaba claro que alguien más lo acompañaba.

Millie pudo darse cuenta del detalle que señalaba Maddie, y algo curiosa observó a su amigo, no era de entrometida, solo fue un acto de manera espontánea que causó que Caleb se pusiera aun más nervioso.

—Oh si, estoy con un amigo, el fue a comprar algunas cosas.

—¡Genial! Podríamos llegar juntos a casa de Sadie. Vas a casa de Sadie ¿Cierto?—preguntó Maddie.

Esto solo aumentaba el hecho de que Maddie parecía hija de Millie, la rubia siempre ponía a su amiga en situaciones incómodas haciendo preguntas que usualmente una persona adulta no haría, al menos no sabiendo el contexto de lo que podrían ser las respuestas.

—Caleb, hasta que te encuentro, todo aquí es realmente caro—Otro chico llegó junto a ellos dirigiéndose a Caleb y tomando los papeles que le pertenecían, aquel chico traía un carro en el que estaban las valijas de ambos.

Al notar que su amigo no se dio cuenta de la presencia de ambas mujeres, Caleb se lo dio a entender con la mirada, la incomodidad de todos podía sentirse y sobre todo; el nerviosismo.

—Nosotras debemos irnos—Millie de inmediato habló con la voz un poco temblorosa, quería salir de ese lugar lo antes posible.

Y fue así como Finn dirigió su vista hacia ella, de pies a cabeza la analizó por completo, le sorprendió el gran cambio de madurez que la chica hacia notar, no sólo por su forma de vestir y su correcta postura, si no que también en su forma de hablar, y no era para menos, 16 años sin haberla visto dejaban notar muchos cambios.

—Mills, hola—Finn tenía una gran sonrisa en su rostro, era una sonrisa tierna y algo orgullosa por ver a aquella chica tan radiante.

Millie quiso devolver el saludo con amabilidad, pero sus nervios eran más fuertes que ella y estos no le permitieron si quiera poder hablar, la voz simplemente no le salía.

Maddie se dio cuenta de esto, comprendía la situación en la que su amiga estaba y decidió hacer algo para poder ayudarla, ninguna había estado preparada para que aquel reencuentro sucediese antes de lo planeado, por lo que tuvo que recurrir a improvisar.

—¡Finn! ¿Hace cuanto no nos vemos? ¡Han pasado décadas!—exclamó Maddie con un tono de voz exageradamente alto.

—16 años para ser exactos—dijo el chico sin poder quitar su vista de aquella castaña—¿Cómo han estado ustedes?

—Debes estar bromeando—Millie pudo decir en un susurro, le molestó el hecho de que Finn estuviera haciendo preguntas como si entre ellos nada hubiese pasado.

—Maddie modo adulta, aquí voy—La rubia tomó un fuerte respiro para poder soltar las cosas que sabía que su amiga no sería capaz de decir—No deben pretender que no ha pasado nada.

—Maddie, no creo que nosotros debamos entrometernos—Caleb se acercó a la rubia y le dijo casi susurrando.

Maddie lo observó con algo de confusión, sabía que no debía entrometerse pero quería ayudar a su amiga en ese momento, en el cual Millie era superada por los nervios y a penas podía decir una palabra.

—No es un tema que me corresponda a mi, lo sé—dijo ella en respuesta a Caleb—Pero deben hablar sobre todo lo que les sucedió, no es bueno que eviten ese tema ¿No creen? Ambos tuvieron algo muy bonito y deben aclararse las cosas.

—Maddie, hay que irnos—musitó Millie tratando de evitar de todas las formas posibles la mirada de Finn.

—Hoy vamos a invertir los roles—dispuso Maddie—Yo daré las órdenes de mamá, y te pido que enfrentes tus problemas como la persona adulta que eres.

—No fui yo quien se fue con su otra novia, dejándome completamente sola y sin importarle nada—Esta vez Millie pudo hablar en un tono de voz normal, más bien estaba casi reprochandole a Finn—No le debo explicaciones a nadie.

—Eso es algo que necesito hablar contigo, no es como piensas que fue—le dijo Finn casi suplicandole empatia a la chica.

—Oh, y tampoco olvidé a mi hijo solo porque tuve otro al mismo tiempo con mi amante—volvió a decir Millie reprochando, agitó un poco la cabeza cuando se dio cuenta que estaba recriminado las acciones de su ex—No soy yo la que cometió el error.

—¿Quieres decir que mis hijos son un error? Ellos no tienen culpa de nada, no los metas en esto—defendió Finn a sus pequeños.

—Bueno, tampoco es necesario que discutan aquí en el aeropuerto—pidió Maddie arrepintiendose de prácticamente haber obligado a sus amigos a aclarar su situación, al menos el aeropuerto no era el lugar indicado.

Millie no quitaba su furiosa mirada de Finn, quería decirle un montón de cosas, pero no quería quedar como la ex dolida que aún no lo ha superado, quería evitar hacer el ridículo y quedar sin una pizca de dignidad.

Pero ella debia desahogarse, no era suficiente el contarle como se sentía a sus amigas, ella necesitaba reclamarle a Finn por todo el daño que dejó en ella y quizá hasta darle uno que otro golpe.

—Los niños no tienen la culpa de lo que hacen los padres—empezó diciendo la castaña—Pero créeme que jamas voy a olvidar el hecho que le pusiste el nombre de mi hijo al tuyo, eso fue caer muy bajo.

Millie hizo énfasis en mencionar a su hijo, nombrandolo como si fuese solo de ella, y no era para menos, a Finn nunca le importó como ella pudo haberse sentido al saber que el nombre que ella eligió para su bebé, el lo había usado para su otro hijo.

Caleb y Maddie cruzaron miradas algo perplejos, ellos nunca llegaron a saber sobre el nombre que Millie y Finn habían pensado para su bebé, de hecho nadie más que Sadie llegó a saberlo.

Y fue entonces que Maddie comprendió el porqué Millie quería evitar a Finn, y se arrepintió por completo de tratar de solucionar las cosas entre ambos. Luego de haber hecho aquel acto tan cruel contra Millie, Finn no merecía ser escuchado.

—Mills, solo déjame explicarte, por favor—suplicó Finn tomando las manos de Millie, pero ella de inmediato se alejó.

—Olvídate de mi—espetó Millie—Espero que tu maravillosa familia jamás descubra quien eres en realidad.

Reencuentro || FillieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora