Sydney y Fran se estaban divirtiendo demasiado en aquel baile y pronto Fran le había ya tomado confianza a Sydney.
Esta última cada segundo que podía coqueteba con ella y le hacía cumplidos. Fran claramente noto que le interesaba más de lo que creía y eso no le molesto en absoluto. La hacía sentir bien y además aquella mujer tenía una sonrisa y ojos que la dejaban embobada.
Despues de algunas horas, en determinado momento cuando ambas se cansaron de estar dentro del lugar, optaron por salir al jardín trasero a tomar un poco de aire y ajenas a lo demas se fueron. Sin embargo a lo lejos se encontraba cierta rubia y Jefa de la niñera, que desde que Sydney se fue con ella, no pudo evitar quitarles la mirada ni un segundo por más que trato de no darle importancia.
El ver como Sydney tocaba con tanta "familiaridad" a Fran mientras bailaban, o como descaradamente le coqueteba y a esta no le parecía molestar, le hacía sentir un enojo que nunca había sentido. Tenía tantas ganas de ir y alejarla de aquella mujer, pero claramente no lo haría.
Ella misma se reprochaba su comportamiento y lo que sentía, ya que no era propio de ella. Además que espectáculo daría el ir así como si nada y quitar a su niñera de la gran Sydney Mercer porque ella no se sentía cómoda.
No, no, no, tenia que controlar sus emociones, no podía ir por la vida y así nada más. O bueno eso creyó hasta que vio como Sydney tomó de la cintura a Fran y se la llevó con ella a el jardín trasero.
Eso le hizo perder criterio en su persona y sin importar que había invitadas hablándole, se disculpo con ellas y camino en dirección a el jardín. Que más daba ya tenía rato que ni prestaba atención a las conversaciones por estar ensimismada con sus emociones y con Fran y Sydney.
Cuando le faltaban unos cuantos metros para llegar al jardín alguien se interpuso en su camino.
- Mamá, esto es asombroso. Me estoy divirtiendo mucho y ya e echo algunas amigas, gracias por esto.
- Oh cariño, me alegra tanto que te estés divirtiendo y te esté gustando. Estoy orgullosa y feliz por ti.
- Gracias Mamá, por cierto ¿sabes donde esta Fran? Quiero contarle, pero la última vez que la vi estaba con una mujer muy linda y no la quise interrumpir, parecía estarse divirtiendo.
Cuando Margareth dijo ésto, CC no pudo evitar hacer una mueca de disgusto la cual no pasó por alto para Maggie. Ella tenía una idea del porqué su madre reaccionaba de tal manera, así que no pudo evitar sonreír ante aquello.
- No, no se donde está cariño. Pero déjame ir a buscarla para que le cuentes.
Maggie no pudo ni dar una respuesta, por que su madre salió disparada hacia donde estaba el jardín.
Cuando CC llego a la entrada de el jardín, trato de visualizar con cautela si estaban ahí a la vista, pero no. Así que salió y comenzó a buscar con cuidado, hasta que cerca de una de las estatuas de marfil que había en el lugar, pudo visualizar como Fran estaba contra esta escultura y Sydney pegada contra el cuerpo de Fran.
Sydney le acariciaba el rostro y el cabello suavemente, al parecer Fran se había desecho el peinado y se lo había dejado suelto, sus ondas negras caían por sus hombros y uno que otro mechón se iba a su rostro, que era cuando Sydney se los quitaba con delicadeza.
Ninguna de las dos decía nada, más las miradas que iban de sus ojos a sus labios preveían lo que estaba apunto de pasar. CC tenia claro lo que pasaría y sentía como su corazón se apretaba poco a poco, sentía que si se quedaba ahí se desmayaria, trato con todas sus fuerzas de irse para no ver aquella escena, pero no podía, sus pies no le respondían.
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Miss Babcock.
FanficDespués de ser despedida de su trabajo y abandonada por su novio, una vendedora de cosméticos pasa sin querer por la casa de una mujer britanica millonaria y productora de Broadway. La cual esta lleva una vida demasiado ocupada, ya que le dedica co...