A la mañana siguiente Fran despertó con una resaca bastante grande, ya que no estaba acostumbrada a beber.
El dolor de cabeza era fatal y muchas de las imágenes de la noche anterior eran bastante borrosas y nada claras. Pero aun así con todo y resaca sentía una felicidad desmesurada, no sabia el porqué pero se lo achaco a que había tenido una buena velada.
Asi que sin darle mas vueltas, se puso su bata, se hizo un moño en el cabello como dios le dio a entender y bajo a la cocina donde Niles se encontraba limpiando a conciencia.
- Buenos Días Señorita Fine ¿Por lo visto tuvo una excelente noche verdad?
- Ni te lo imaginas Niles, ni te lo imaginas.
Dijo esto buscando con desesperación entre una cestilla algo que le ayudara a la resaca.
- Que me trague el infierno, no hay nada. ¡Moriré!
- Oh señorita Fine no sea dramática, espere que ahora le preparo algo que le quitara la resaca en menos de lo que canta un gallo.
- Eso espero, por qué esta es de las buenas amigo, de las que borran memorias. No vuelvo a hacer esto.
Niles negó divertido y comenzó a prepararle lo prometido a su amiga.
Cuando hubo terminado, le extendió a Fran un vaso con un líquido espeso, rojizo y bastante turbio. Más aún así por el esfuerzo de su amigo que se encontraba expectante, le dio un trago.
- Ugg Niles que es esto.
Dijo haciendo caras de desagrado.
- Es una receta de mi padre, se que no es muy agradable pero tómelo, verá que se sentirá mejor con más prontitud.
Ella no muy convencida y mirando dudosa aquel liquido de un trago sin parar se lo terminó.
- Muy bien, buena chica.
- ¿Sabes que podrías matarme verdad?
- Vamos venga, que le sirvo de comer algo ligero, por qué después tendré que hacer la comida.
Fran algo aturdida por esto último desvío su mirada al reloj que hasta ahora recordó que existían y el cual al ver la hora, su tono de piel fue cuesta abajo.
- ¡Oh mierda!
- Señorita Fine ¿que es lo que pasa?
- Cómo que qué es lo que pasa, no a visto la hora que es. ¡Oh por dios, la Señora Babcock me va a matar!
Dijo caminado de un lado a otro con desesperación.
- Por que no me has despertado Niles, en cuanto me vea seguro me despide otra vez, no puedo creer que durmiera tanto, es que si qué ahora no me deja volver, ayer cuando vino Sydney discutimos bueno aaaaaaaaaaa carajo no debí contestarle así, los niños se pondrán tristes y yo no me quiero ir por que los quiero y
- Basta señorita Fine, tranquila. Tranquilicese que nada va a pasar. Esta mañana durante el desayuno la señora Babcock me a preguntado por usted, le e dicho que quizá llego tarde y aun seguía dormida. También me e ofrecido a ir a despertarla, más la señora se a negado y me a dicho que le dejara dormir todo el día de ser necesario.
Fran, con una incredulidad que no cabía en ella, no acertó en decir ni una sola palabra. Sólo movió los labios tratando de decir algo, más no pudo. Hasta que después de unos segundos y el estupor hubo pasado dijo:
- Bueno, creo que mejor iré a tomarme una ducha Niles, ya esperare dentro de un rato para la comida. Así que no se moleste en preparar ahora algo extra.
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Miss Babcock.
Fiksi PenggemarDespués de ser despedida de su trabajo y abandonada por su novio, una vendedora de cosméticos pasa sin querer por la casa de una mujer britanica millonaria y productora de Broadway. La cual esta lleva una vida demasiado ocupada, ya que le dedica co...