payaso

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Narrador omnisciente

-Eddie estaba volviendo a su casa cuando pasó enfrente de la casa de la calle neibolt, esa casa que tantos escalofríos le causaba, al igual que a cualquier persona, el asmático iba haciendo ruidos de búho con las manos cuando se dio cuenta de que estaba enfrente de aquella casa paró en seco mirando su reloj, dándose cuenta de que era la hora de que se tomará sus pastillas-.

-se quedó mirando la casa un rato para luego buscar estas en la riñonera-.

Eddie- se escuchó una voz como si saliera de la casa- ¿Qué es lo que buscas?- se volvió a escuchar, Eddie, nervioso, empezó a andar intentando alejarse de la casa pero en el intento de guardar las pastillas en la riñonera se le cayó el bote entero-.

Mi madre me va a matar- susurró el pecoso recogiendo las pastillas que habían en el suelo pero cuando fue a recoger la última, otra mano fue más rápida y la cogió antes que él, el asmático levanto la vista visualizando un hombre leproso-.

¿De verdad crees que esto me va a ayudar, Eddie?- habló este y se acercó al niño, cosa que lo asustó por lo que retrocedió aún sentado en el suelo entrando en el jardín de aquella casa que tanto miedo le daba, Eddie se levantó al ver como el leproso estaba cada vez más cerca de él y empezó a correr mirando hacia atrás de vez en cuando, el pequeño se calló pero se levantó rápido volviendo a correr, en cuanto llegó al otro lado de la valla que cubría el jardín de la casa, miró hacia donde antes estaba el leproso pero ahora en vez del leproso, había un cuerpo al cual no se le veía la cara debido a que tenía varios globos tapando esta, Eddie respiró agitado mirando aquel cuerpo-.

-los globos se fueron elevando lentamente dejando ver la cara de ese cuerpo, era un payaso, o mejor dicho, EL payaso, el payaso que vió Liv, en su casa y en la habitación de Ben, y el que próximamente todos los perdedores verían-.

¿Dónde vas, Eddie?, Sí vivieras aquí ya estarías en casa- habló el payaso sonriendo- únete al payaso, Eddie, flotaras aquí abajo, todos flotamos aquí abajo, claro que sí- se río este, Eddie comenzó a gritar asustado intentando salir por la valla pero al no poder se gira, viendo como los globos explotas y el payaso desaparece, Eddie retomó el camino a su casa rápidamente, asustado y agitado-.

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-Mientras tanto, una pelirroja entraba en su habitación empezando a recoger las cosas de dentro de su mochila, hasta que sacó una postal, se dirigió al baño echando el pestillo para asegurar que su padre no entrara y no se pusiera histérico, fue a sentarse en la bañera para leer la misteriosa postal que había aparecido en su mochila-.

Tu pelo es fuego infernal, brasas de enero, allí ardo yo- leyó la pelirroja en voz alta sonriendo y feliz llevó la postal hacia su pecho-.

Beverly- se escuchó un susurro proveniente del desagüe del baño- ayúdame- Beverly se acercó lentamente- yo soy Verónica.

Yo Betty Ripson.

Yo Allison Johnson- hablaron tres voces distintas, la pelirroja se sorprendió al escuchar el último nombre, o mejor dicho, el apellido de aquel nombre-.

Acércate- hablaron las tres voces al unísono- ¿quieres verlo? flotamos, flotamos- las voces se volvieron más graves y terroríficas y se escuchó un ruido extraño, la pelirroja decidió coger un metro para intentar averiguar que había ahí dentro, ando hacia el salón donde estaba su padre dormido, cogió el metro en silencio para no despertarlo, volvió al baño y metió el metro dentro del desagüe comprobando lo largo que era, siguió alargando el metro hasta que dió con algo duro, recogió el metro y al terminar de sacarlo del desagüe vió como el final estaba lleno de sangre, un hilo que salió del desagüe hizo que la pelirroja soltara el metro al agarrarle fuerte de la muñeca, salieron más hilos agarrándole de la muñeca y el cuello para acercarla al desagüe, los demás hilos la agarraron de las piernas y algunos se deslizaban por su cara Beverly gritaba asustada hasta que un  gran chorro de sangre salió del desagüe manchando toda la habitación de rojo, Beverly calló al suelo al ser soltada por esos hilos y empezó a deslizarse en el suelo resbaloso hasta llegar a la pared, se apoyó en ella rompiendonen llanto-.

-cuando la sangre dejó de salir se abrió la puerta dejando ver al padre de la pelirroja-.

¿A qué viene este jaleo?-habló este, Beverly lo miró asustada al verlo tan tranquilo-.

E-el lavabo y-y L-l-la s-sangre- tartamudeó mientras el padre de acercaba a ella-.

¿Que sangre?- preguntó el mayor confundido-.

En el lavabo, ¿No lo ves?- preguntó Beverly- ha-ha-había sangre y-y- el hombre se acercó a Beverly-.

Me preocupas, Beverly- dijo este agachándose para estar a su altura- me preocupas, y mucho- volvió a hablar-.

¿No lo ves?- volvió a decir la pelirroja-.

¿Qué te has echo en el pelo?- cambió de tema el mayor tocando este- pareces un chico- se levantó y salió de la habitación dejando a Beverly otra vez sola-.

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-gotas de agua caen en en dibujo de la pelirroja anteriormente mencionada, al lado el niño tartamudo del grupo empezaba a despertarse debido a las gotas que caían, al notar que era una gotera, fue a por un cubo pero cuando estaba volviendo a su habitación una luz se encendió detrás suyo, cosa que el notó, por lo que se giró y vió que era la luz de la habitación de George, su hermano pequeño, dejó el cubo en el suelo y se dirigió hacia la habitación, andó hasta la mesita de noche y cogió una tortuga de Lego, se sentó en la cama de su hermano observando la tortuga con nostalgia, hasta que notó como alguien pasaba por el pasillo por lo que levantó la mirada rápido levantándose de la cama y yendo hacia el pasillo, bajó las escaleras en busca de la persona que andaba por su casa, llegó a la cocina y vió como un niño con el chubasquero que llevaba su hermano antes de su desaparición puesto pasó rápidamente por un lado de la cocina, el tartamudo soltó la tortuga asustado provocando que se rompiera-.

George- dijo Bill adentrándose en la cocina y acercándose a la puerta por donde el niño había salido, la puerta del sótano-

-Bill bajó las escaleras del sótano lentamente quedándose a la mitad de ellas-.

Lo he perdido, Billy, no te enfades- habló el niño-

No estoy enfadado contigo- respondió el tartaja-.

Se fue flotando- dijo el supuesto George saliendo de su "escondite"- pero Bill- volvió a hablar de repente asustando al mayor- si vienes conmigo, tu también flotaras-

George- dijo Bill

También flotarás, también flotarás, también flotarás, también flotarás, también flotarás, también flotarás, también flotarás, también flotarás- repitió el de chubasquero mientras la voz se le iba volviendo más grave, la cara se le deformaba y media cara de un payaso salía del agua que, misteriosamente, había en el sótano-.

También flotarás, también flotarás, también flotarás- siguió diciendo el niño mientras el payaso salía del agua completamente, de repente, el niño desvaneció y el payaso empezó a correr raramente hacia el niño tartamudo, Bill subió las escaleras corriendo evitando que el payaso lo pillara y cerró la puerta del sótano dejando el payaso allí-

la protectora- Richie TozierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora