–Oh padre, no debiste meterte con el amor de mi vida– el hombre seguía gritando, suplicando por que su tormento acabe.
–¡Draco, basta ya!– estaba tan metido en el encantamiento que no se percato del hombre que le arrebataba la varita.
–Oh Sevi, que bueno que llegaste. Draco se volvió loco y nos ataco sin razón alguna– dijo la castaña fingiendo estar afligida.
–El ataco a Harry– volteo a ver al Alpha mas joven que se encontraba desmayado en el suelo– Casi lo mata– Severus fruncido el ceño.
–Saca a tu padre del transe– le entrego su varita, el rubio solo bajo la cabeza y asintió.
–Ese malnacido lo voy a...– Sirius detuvo a James.
–Sea lo que sea que haya hecho... Tu yerno ya se encargo– voltearon a ver al hombre llorando y temblando, balbuceando cosas sin sentido en posición fetal, daba mucha lastima.
–padre...– bajo hasta donde se encontraba el, trato de hablar de forma tranquila para no asustarlo pero el hombre seguía sumido en su mente así que se movió como si fuera a ser atacado diciendo "Basta, porfavor" una y otra vez– Lo siento, no me diste opción...– le toco la frente con la punta de su varita y dijo– dimittis somnium– el Alpha rubio se quedo dormido después de eso.
–Diablos ese niño da miedo– Susurro James con su hijo en brazos, para llevarlo a la enfermería.
–¡Lucius!– su madre lo empujo para colocar la cabeza de su padre en sus piernas usándolas de almohada– ya estarás contento, Mira como dejaste a tu padre.
Quería sentir pena por él, pero en el fondo sabia que se lo había ganado por tantos años de menosprecio y falta de cariño, además así se daria cuenta de que no podía seguir amenazándolo, si no iba a formar parte de su vida entonces lo mejor era que se hiciera a un lado.
–Tenemos que llevarlo a la enfermería, dormirá un par de horas pero estará bien– el pelinegro le pidió ayuda a su esposo para cargar a Lucius.
–Cuando despierte dile que no se preocupe por mi, a partir de hoy pueden fingir que estoy muerto o que nunca me tuvieron– se giro para ir con su Alpha pero antes dio un ultimo recado a su madre– de todas formas, solo los veía cuando se acordaban de mi, así que no me echaran de menos.
Se fue dejando a su madre preocupada, al parecer su hijo hablaba enserio.
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Las horas pasaron pero el de anteojos aun estaba dormido, su padrino le dio una infusión para que sanara mas rápido además de ayudarle a dormir.
Se veía tan lindo dormido, que no se detuvo al querer acariciarle el rostro, le dio un beso en los labios y dijo.
–No me iré de aquí hasta que despiertes– le quitaba el cabello de la frente y trataba de acomodarlo pero era demasiado rebelde– espero que nuestros hijos no tenga ese nido de ratas al que le dices cabello.
