Madre, te vi llorar con los puños cerrados,
Derramar el café no pudiendo ver con una manta de lagrimas,
Te vi sufrir sin poder abrazarte por estar enfadados,
Y no me di cuenta de lo mucho que me necesitabas.Siempre admiré tu carácter de hielo,
Para afrontar las situaciones duras y lo peor del mundo,
Aunque amar y estar en paz siempre fueron deseo de tu anhelo,
No lograste hasta ahora tu gran meta, solo llegabas en el sueño profundo.Ahora te miró con los ojos del niño al que diste vida,
Del maratón que curabas después de cada vuelta al parque,
Sin si quiera dudarlo, sin si quiera apartarte,
Porque esa dedicación solo la tiene una gran madre.Y río a carcajadas por los bailes que de pequeño reprochaba,
Las canciones que ahora disfruto con el furor de los ochentas,
Y porque eres tan grande como aquella leyenda que murió en las alturas,
Y tan verdadera que fuiste padre y madre cuando el mundo te lo negaba.
ESTÁS LEYENDO
INMARCESIBLE.
PoetryEste libro es para todas aquellas personas que saltan entre rimas y rimas hacia barco que va sin rumbo a ninguna parte, y que esperan al llegar a el poder encontrar el buen camino; para aquellas personas que quieren saben porque una leona de gran ca...