Nueve : Blue Side

144 41 4
                                    

.

.

.

.

.

.

Su cuerpo fue levantado del suelo sin esfuerzo, Felix tomó su brazo, colocándolo a su altura, Hyunjin lo miró asustado y las estrellas en sus ojos temblaron del miedo.

— ¡Volverás al Mundo de Arriba ahora mismo! —gritó el pelinaranja, muy molesto.

— ¡No! —el castaño lo empujó, lo que hizo al Dios del Día enfurecer más, y tomarlo del cuello, haciendo que el grito del joven Dios quedará asfixiado en su garganta, sus asustados ojitos de ciervo se abrieron aún más, y solo podía ver la expresión de furia del Dios mayor.

— ¡No eres nadie para desobedecer! ¡¿Quién te-?! —no pudo terminar, por el duro empujón que Jeongin le propinó, liberando al castaño, quien tosió y respiró de forma agitada, cayendo al suelo de rodillas, el Dios de los Humanos se colocó frente a él, protegiéndolo de Felix, casi al mismo instante Jinnie fue hacia él y comenzó a preguntar de forma molesta si estaba bien, mientras saltaba a su alrededor, hasta que el castaño le hizo una seña para que se fuera.3

— ¡¿Cómo te atreves a romper la paz de este mundo de esa manera?! —gritó Jeongin, Felix tardó un momento en reconocerlo, había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vio—. Las órdenes de Bangchan no llegan a estas tierras, así que no puedes hacer nada en su nombre.

— Dios de los Humanos, Jeongin —murmuró el pelinaranja—. Tú más que nadie debes saber cómo están sufriendo los humanos por culpa de aquel Dios rebelde y egoísta, ¿Acaso te dijo lo que hizo?

Hyunjin abrió sus ojos ampliamente con miedo, sin poder evitarlo, su corazón dio un vuelco.

— Hyunjin fue muy claro en decir que quiere su libertad, y eso no es egoísta —corrigió Jeongin, Hyunjin seguía muy asustado, y todo su cuerpo temblaba.

— Por su culpa se están generando las catástrofes en la Tierra de los Humanos, ¿Lo sabes? —Jeongin no respondió, en verdad, no sabía por qué Hyunjin estaba allí, suponía que era un Dios Indeseado, que había sido expulsado, pero por las palabras de Felix, se estaba dando cuenta que no—. Hyunjin abandonó su puesto en el Mundo de Arriba, escapó, traicionando al Creador, a sus compañeros y a sus deberes como Dios... Aunque ser el Dios de lo Bello es la tarea más inútil que podría crearse, no debía hacer nada más que ser bonito y ni siquiera eso pudo soportar.

Hyunjin se sentía mal, las lágrimas subieron a sus ojos, sentía que todo había terminado allí, que Jeongin lo odiaría por ser él el causante de todo el sufrimiento de los humanos, que lo abandonaría a su merced y Felix lo llevaría de nuevo a su prisión, dónde volvería a ser aquel Dios de lo Bello, aquel chico bonito, el favorito del Creador, el que no tenía nada.

— Innie... —murmuró su nombre con la voz rota—. T-te lo puedo explicar, yo lo-

— Hyunjin fue valiente y capaz de huir de los mandos de Bangchan, es un Dios admirable, y está muy lejos de ser un egoísta y un inútil —lo defendió Jeongin, para sorpresa del menor —. Y él puede ser un Dios joven, pero sabe lo que quiere, y tiene la educación de no ir por todos los mundos peleando con otros Dioses.

Felix no tenía palabras para responder.

— Es una vergüenza que un Dios tan importante como tú reaccione de esa manera —finalizó, para finalmente voltear a Hyunjin, agachándose a su altura con un suspiro cansado, viendo sus ojitos asustados y las lágrimas en sus mejillas, las limpió con suavidad, y alzó su rostro para ver su cuello, estaba rojo allí donde Felix lo había lastimado—, ¿Estás bien? ¿Te duele?

Hyunjin negó, no tenía palabras, una parte se sentía conmovido y otra aún estaba apenada, bajó la vista a sus manos.

— Lo siento por no decirte —murmuró—, lo que dice Felix es verdad. Bangchan está enojado por mi huida, es mi culpa lo que le está pasando a tus humanos...

Jeongin se mantuvo en silencio, viéndolo con ojos algo tristes.

— No es tu culpa —dijo, negando suavemente—, no es tu culpa que Bangchan sea un mal Dios, o que te haya tratado de esa forma para que quieras huir, y tampoco es tu culpa que él siempre descargue su ira contra los humanos.

— P-pero...

— Hey —Jeongin tomó su mano, enredando sus dedos, Hyunjin se quedó viendo aquella unión, las manos de Innie eran más grandes que la de él, apenas por poco, pero eso hacía que pudieran encajar a la perfección—, ¿Podemos hablarlo después? Yo... No me estoy sintiendo muy bien.

Hyunjin lo miró con preocupación.

— ¿Son los humanos? —Jeongin solo asintió, Hyunjin abrió sus brazos hacia él y el dolido Dios fue hacia ellos, dejando descansar su cabeza sobre el hombro del menor, mientras sus brazos lo rodeaban cálidamente, y dejaban caricias en su cabello.

Con Felix mirando todo, quiso llorar al verlos así, porque quería hacer lo mismo con su amor, con Seungmin, pero él estaba lejos, perdido, cansado y solo, en una Tierra que sabían que era injusta, con un Dios que sabían que era horrible.

Muchas veces habían querido escapar, porque no les gustaba nada de allí, soñaban con un mundo donde podían ser felices, sin las presiones del Creador, sin su tiranía, sin ver aquel trato que tenía con algunos Dioses, vivir sin la incertidumbre de hacer algo incorrecto y terminar expulsado, como él.

Sintió las lágrimas en sus mejillas, pero era tarde para ocultarlas.

— Felix... ¿Por qué estás aquí? —preguntó Hyunjin, con aquella voz suave y bonita que tenía siempre.

— Bangchan descubrió que fuimos nosotros los que hablaron del Inframundo contigo —dijo—. Y le dije que fui yo, que era mi culpa, y que yo te di la idea... Porque no quería que él le hiciera algo a Seungmin...—lágrimas silencio más caían por sus mejillas, y la luz del sol se hizo un tono más azul —. Pero ahora él está lejos, y solo... Yo lo entiendo y sé que necesita de alguien que lo cuida porque muchas veces él no se da cuenta de su límite, y también se siente mal con facilidad y-y... Estoy preocupado por él.

Felix se seco las lágrimas rápidamente, Hyunjin pensó un momento en consolarlo también, pero Jeongin se abrazaba a él con firmeza.

— El Creador me dijo que podía regresar si traía a Hyunjin conmigo —dijo, en un tono serio—. Y yo quiero volver junto a Minnie.

Hyunjin se sintió mal, parecía que su huida solo había traído desgracia para muchos, primero a los humanos, después a Jeongin, y ahora a Felix y a Seungmin.

— Lo siento mucho, Felix —dijo Hyunjin—. No puedo dejar solo a Jeongin ahora... Después hablamos...

Felix no pudo responder por las lágrimas, sentía un gran nudo en su garganta, nunca en su existencia había pasado algo así, se sentía tan solo y triste, quería regresar, pero no era tan fácil, estaba frustrado y muy cansado, podría dormir durante siglos, pero no podía cerrar sus ojos porque solo veía a Seungmin, solo, triste, cansado... Esperando por él.

Comenzó a llorar de la impotencia, Hyunjin estiró su mano hacia él para intentar darle algún consuelo, pero el mayor lo rechazó, por el contrario se alejó de ellos, vieron al sol bajar hasta sus brazos, y se quedó allí, sentando solo, abrazado a su Sol.

╚»• La Tierra de los Dioses Muertos •«╝

La Tierra de los Dioses Muertos.《 Jeongjin/Hyunin 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora