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— ¿Qué es eso del Inframundo? —preguntó Hyunjin tímidamente al Dios más cercano, que resultaba ser Felix, Dios del Día, dueño de la luz, y el sol, era la contraparte y pareja de Seungmin, el Dios de la Noche y dueño de la Luna y las estrellas, quien también estaba junto a él, ambos eran los primeros Dioses que el Creador había realizado.
— No creo que al Creador le guste que sepas esas cosas —dijo Seungmin, su tono era reservado y serio—, no le gusta hablar de eso.
— Solo es curiosidad —se defendió Hyunjin con un puchero—. El otro día vi a uno de los humanos de la Tierra morir, y cuando le pregunté qué pasaba... Dijo que su alma iría al Inframundo, pero no me quiso decir que es.
Ambos Dioses se miraron, hasta que Seungmin se encogió de hombros, dejando que el pelinaranja hablara.
— No lo escuchaste de nosotros —advirtió Felix—. El Inframundo es la única tierra existente dónde el Creador no tiene poder, porque es una Tierra prohibida, creada por su hermano, el Dios de la Destrucción.
Hyunjin alzó sus cejas con sorpresa, sumamente curioso.
— Allí van las almas de los humanos al morir —añadió Seungmin—, y también van los Dioses que el Creador ya no quiere, o que son inútiles, porque no pueden contribuir a ninguno de los mundos. Es la Tierra de los Dioses Muertos.
— ¿Cómo llegan ahí? ¿Mueren? ¿Cómo los humanos? —Hyunjin estaba confundido porque el Creador le había dicho que los Dioses no podían morir.
— No realmente, son expulsados de las Tierras del Creador —explicó Seungmin—. Van a la Tierra, y allí hay puertas hacia el Inframundo, puede ser... Un pozo muy profundo, una cueva muy oscura, una cascada... Están camuflados.
— Creo que ya le dijimos suficiente al niño —murmuró Felix al oído del otro Dios, aunque Hyunjin pudo escuchar igual —. No hay que meternos en problemas.
Seungmin simplemente asintió, sin decir nada más, el Creador se enojaría muchísimo si lo escuchaba hablar de aquello, y más con su creación más querida, aquel lindo muchacho que protegía demasiado.
— ¿Pueden decirme una cosa más? —preguntó Hyunjin, porque encontraba en aquel misterioso lugar una esencia de libertad, tan lejano y prohibido que podría hacer cualquier cosa para llegar a él—, ¿Cómo se puede ir al Inframundo?
Los otros Dioses se miraron, para negar levemente, Hyunjin sabía que no le dirían, por lo que se entristeció un poco.
— Creo que deberías tener cuidado con lo que preguntas —dijo Felix—. La curiosidad mató al gato, dicen los humanos —añadió, antes de marcharse, con una leve reverencia.
Hyunjin estaba bastante decepcionado y algo avergonzado por aquella pregunta, como si hubiera dicho algo realmente malo.
En ese momento quería ir a su palacio privado y abrazar a Jinnie hasta dormirse.
— Observa a los humanos —dijo Seungmin, bastante bajo, como si fuera un gran secreto—. Ellos llevan a sus muertos a aquellas puertas.
Seguido de aquello se marchó, dejando a Hyunjin con bastante curiosidad, pero ya un poco más tranquilo.
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La Tierra de los Dioses Muertos.《 Jeongjin/Hyunin 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿ
FantasiHyunjin, el Dios de lo Bello, huye de los dominios del Dios Creador, desatando su furia, en búsqueda de su libertad y felicidad, para vivir una vida sin presiones. Va hacia el Inframundo, la tierra de los dioses muertos, dónde conoce a Jeongin, Dios...