Día 12.

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Fugas de leche.


Con las atenciones adicionales y su poca interacción, la mente del pequeño a veces iba y venía, se levantaba dos o tres veces en la noche para ir al baño a causa de su creciente vientre y en otras, era más por el deseo que se brindaba en el placer olvidado.
Sentado en la cama, no puede dormir, claro que está inquieto; tanto Shadow como Knuckles habían acordado no tocarlo para no molestar o intervenir con el bebé, pero, para Sonic resultaba horrible esa decisión. Quería sentir, y su deseo en veinticinco días se había empezado a mostrar en su ahora sensible cuerpo.

El pecho le dolía; la primera vez que se sintió así, había masajeado un poco con intenciones de aliviarse, y noto que de aquella pequeña acción brotaba algo de leche, no como tal, pero sí lo era. Cosa que le hizo sentirse incomodamente interesado en su ahora cuerpo. ¿Tendría más cosas nuevas a probar?
No sabe. Pero averiguar es parte de él.
Miro la enorme cama, primero volteo a ver a Shadow, dormía, estaba cansado, pero le causa risa ver que incluso dormido arruga su hocico.
Y después a Knuckles, rígido, parecía preparado para algo pero no deduce el qué. Adorable.
Intento pararse, pero apenas lo hace logra remover un poco al rojizo, dando pequeño movimientos para mostrarse levantado.

—... ¿Sonic...?
—... hola... —susurró, espero más para darle tiempo a levantarse y él apenas hizo un movimiento para frotar sus ojos.
—¿... de nuevo no puedes dormir?
—... No...
—¿Quieres algo de comer?
—... quizá..., ¿me... ayudas a bajar...?
—Sí..., vamos, te ayudo.
No era sorpresa que necesitará ahora sí la ayuda de ambos para realizar actividades, lo notó cuando apenas y podía colocarse los zapatos, se frustraba al saber que por más qué insistía en meter bien los pies, todavía no tenía habilidad para poder hacerlo, así que esos dos se encargaban de ello.

Con cuidado y muy lento, ambos muchachos lograron bajar a la cocina, Sonuc se recargo cerca de la ventana, apoyando su mano derecha sobre el vientre, mostrándose adorable por la tenue luz de las farolas y la luna que bañaban con caricias su cuerpo; Knuckles estaba encantado con él, ese par dentro suyo aprecia dormir también, no vea nada que lo incomodara.
—¿Cómo te sientes?
—Bien —jadeo, frotando en círculos—, están tranquilos..., lo que me hace sentir bien. Y no cuando están moviéndose..., eso es horrible.
Knuckles se mofo, había escuchado muchas veces al erizo decir que era una maldita mierda el recibir golpes por dentro, pero que no le importaban siempre y cuando le hicieran entender qué estaban bien.
—¿Quieres comer algo? Dime, lo prepararé.
—Gracias, Knuckles...
Tiembla, no tiene idea de cómo decirle lo que desea, no se siente tan animado como antes, ahora se avergüenza.
Sumido en sus ideas, no cede cuando Knuckles se acercó, solo reacciona cuando le acaricia las mejillas.
—¿Sonic...?
—Knuckles..., yo... ¿Te sigo pareciendo atractivo?
Cuestiono, y él sonrió, contesta que sí. Que aún lo desea sexualmente y emocionalmente. Que su físico sigue siendo el mismo con la diferencia del vientre, pero no se le hace diferente.
—¿Porqué preguntas?
—Es..., no hemos hecho nada estas semanas y eso me esta molestando...
—Sonic... —mostró su preocupación, y se inclinó con cariño a besar sus labios—, no quería lastimarte o hacer algo que pudiese dañar a los dos... me sentiría fatal...
—¡N-No sucederá! —expresó, pero se retractó—, es solo que..., tengo muchas ganas de hacerlo últimamente, pero ni tú o Shadow se atreven a decirme...
—... tú... ¿Quieres hacerlo ahora?
Asintió.
—Muy..., bien  pero debes entender que no podemos hacerlo fuerte..., y tampoco rápido...
Asintió con mucha desesperación.
—Knuckles, ¿tú... ahm.., quieres?
—Sonic..., querer hacerlo contigo es algo que simplemente disfruto de pensar. Sí estás seguro y no te molesta, entonces vamos hacerlo. Pero con cuidado y lento para no lastimarte.

Apenas puede creer que de verdad estén teniendo intimidad. Su cuerpo se siente joven, con cada caricia que da Knuckles, eriza la piel de sus piernas, los besos en su vientre y hombros, se siente mágico.
Knuckles sube sus manos por sus caderas, hasta después pasarla a su pecho, provocando un respingo, acompañado de un gemido sonoroso.
—Sonic..., ¿duele...?
—N-No, no... es..., mi pecho esta sensible..., demasiado... demasiado...
Jadeo cuando de nuevo los acarició, y masajeo, Knuckles esta excitado con eso, puede ver las mejillas rojas y la forma en que tiembla por sus caricias. Su pene se pone aún más rígido por eso.

Los gemidos de Sonic son suaves, gentiles y con deseo.
—Haah~ Knu-Knuckles, aahmm.
—Tranquilo..., haah... lo haces bien.
Sus manos no paran de amasar aquellos inchados pecho, ahora menos cuando logra ver aquel blanquecino líquido salir de ellos, lo que le sorprende.
—Sonic...
—¿S-Sí?
—Estás..., tu pecho...
Sonic paro las pequeñas embestidas y frotes que hacía su cuerpo. Mira abajo suyo, Knuckles tiene las mejillas rojas, pero no parece molesto, se ve perplejo y emocionado.
Él llevó sus manos a las fornidas de Knuckles y las tomó, las guió para que continuará y supiera como masajear correctamente.
—Ah..., así..., lento... déjame... sentir como me tocas...

Jadeo, con una expresión que invitaba a seguir en el sexo.  Moviendo todo hasta conseguir que el pequeño erizo gimiera fuerte y se apretara más. Aprisionado al equidna, hasta volver a terminar.

Era suficiente. Era mucho. Agradeció a Knuckles por haberlo tomado de nuevo como antes había hecho.
—Haah..., haah..., Knuckles...~
—¿Estás... bien?
Sonic asintió, y dio un beso con dificultad en su nariz.
—Gracias...
—Tu pecho... ¿duele?
Sonic negó, y bajó la vista al pecho del muchacho, manchado de su propia leche y fluidos... demasiado.
—Knuckles..., ¿podemos... hacerlo de nuevo?

Él sonrió, reavivando ese deseo. Le tendría una buena noche al pequeño.

30 Day's of MPREG.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora