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Reggie entró a la escuela ese lunes, y al abrir su casillero, una nota cayó de este.

Estoy listo para hablar, veme en el gimnasio a las 8:30.
-R

Miró la hora y suspiró para dirigirse a donde estaba Jughead.

-Jug.

-Hola Reg ¿como está tu pie?

-Mal ¿me veo bien?

Él rió.

-Sí, te ves bien.

-Genial. Si Ally necesita algo ¿puedes ayudarla? debo hacer algo.

-Sí, claro.

-Gracias, te debo una.

-Me debes varias.

Reggie se fue hacia el gimnasio, en donde Riff lanzaba un balón al aro de basquet.

-No sabía que te gustaba jugar a lanzar balones en canastas.

-Cálmate, te dije que quiero hablar bien.

El menor suspiró y asintió.

-Bien.

Se sentaron en el suelo y Riff lo miró unos segundos.

-No fue mi culpa que te rompas el pie.

-Lo sé -murmuró- fue mi decisión. Y no debí decir eso sobre las serpientes, se que los quieres.

-No -suspiró- lo entiendo, odias a mis amigos. A mi no me agradan los tuyos tampoco.

Reggie tomó su mano.

-La vida aquí es muy difícil.

-Podemos huir -dijo acariciando su cabello negro- tomamos tu auto y mi motocicleta y conducir lo más lejos de Riverdale posible, hasta que no sepamos en donde estamos. Y solo seremos tú y yo, sin nadie.

El menor sonrió oyendolo y besó sus labios.

-¿Y si huimos?

Riff rió y lo abrazó.

-Me gusta cuando quieres ser malo.

-Me gusta cuando me abrazas.

-Me gusta cuando me miras así.

Reggie sonrió y juntó sus labios.

-¿Nos saltamos un par de clases? -Riff sugirió, acariciando su cabello-

-No -rió- ni lo pienses.

-Por favor.

-No.

El mayor bufó y Reggie sonrió y se lanzó sobre él.

-¿Puedo ir a tu casa luego de la escuela al menos?

-Siempre puedes.

El timbre sonó y cada uno se fue a su clase, al entrar al salón, Riff chocó con un chico que iba caminando con auriculares, y mirando el piso.

El chico lo miró mal y se quitó los auriculares para entrar al salón.

Riff rió con un poquito de superioridad y se sentó en su lugar.

Luego de la clase, cuando estaba por irse, Riff pasó junto al chico de cabello violeta, y esta vez apropósito, lo golpeó con su hombro al pasar.

-Fijate por donde vas. -dijo y Riff paró de caminar y volteó-

-Fijate con quien te metes.

Siguió caminando, y se dirigió al salón de literatura, en el que sus amigos estaban sentados en el suelo.

-Riff -sonrió verónica estirando sus brazos hacia él-

-Hola -rió y la abrazó- ¿qué pasa?

-Se están burlando de mí.

-¿Quien es el idiota que se está burlando de ella? -dijo con enojo mirando al resto-

-James -dijo Katy, con algo de malicia-

-¡No! -Verónica negó- es ella.

-Yo jamás me burlaría de tí.

-Si lo hace, pégale-dijo la pelinegra cruzando los brazos-

-No peleen, y no le voy a pegar. Quizá si era James o Sam sí, pero no voy a arruinar la cara de Katy, ella si es linda.

-Entonces que deje de molestarme.

-Lo siento, linda.

-Bueno pero ya no te burles.

Sam se arrastró en el suelo hacia verónica y apoyó su cabeza en sus piernas.

-¿Qué pasa?

- No me siento muy bien.

-Ya va a empezar a lloriquear -suspiró el mayor-

Katy rió y Verónica besó la frente del de cabello rubio.

-¿Quieres que te lleve a la enfermería?

-Sí.

-Vamos.

Los dos se fueron y Katy miró a Riff.

-Lo odio.

-Yo también.

James bufó y los dos rieron.

-Tu cállate.

-Sam no es malo.

-Cállate dije.

SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora