Gracias a la magia...

Capítulo 38.

Touya POV:

Después de huir de la casa de Yukito así, me dirigí al lugar donde iba a ser nuestra cita, todas las sorpresas que tenía para Yuki, estaban correctamente guardadas y sin ni un acto de vandalismo, me arrodillé un poco y levanté mi vista hacia Tomoeda, todo lucía muy lindo, las luces de las calles resplandecían pero no tanto como para opacar lo brillante de las estrellas. 

A decir verdad, esta cita la planeé para Yuki y Yue, a los dos les hubiera encantando la vista, la comida estoy seguro que tendrían los mismos gustos por mas que Yue quiera lucir rudo. 

Me quedé pensativo, ¿Qué es lo que quiero realmente? ¿A quien quiero realmente? 

Yuki lo conozco de años, me enamoré de él a primera vista cuando entré a preparatoria, siempre me ha gustado mucho y ahora que había conseguido estar con él, beso a Yue. 

Por otra parte, esta Yue, recién lo conozco, rompí el hechizo que ese Clow le hizo, me porté como un patán al inicio, pero no quita que cada que nos hemos visto indirectamente hemos tenido nuestros momentos. 

Le di mi poder con tal de que la existencia de Yuki continúe, pero... también fue para que el tampoco muriera. 

En eso y muchas cosas seguí pensando, no reparé en la hora, ni en como las estrellas iban desapareciendo poco a poco, ni en los rayos de sol asomándose por las colinas. 

De repente alguien se acercó, pero no lo percibí a tiempo. 

-Disculpe.- Alguien tomó mi hombro.

Volteé algo asustado debido a que no lo sentí detrás de mí como lo hubiera hecho antes.

Era el guardia al que le había dado un adelanto para mi cita de ¿ayer?.

-Una disculpa, tardé mucho en irme, ¿No es así?.- Me levanté del suelo y saqué el resto del dinero que le debía.

El a duras penas lo aceptó, tomé las cosas y agarré camino a casa.

Me sentía perdido, no sentía ganas de hacer algo, solo llegar a casa y recostarme para no pensar en nada.

....

Al llegar a casa, ví una figura que ya conocía, pequeños rayos de sol de la temprana mañana iluminaba su hermoso cabello, y llevaba un atuendo de invierno tan lindo que combinaba con todo el.

Me vió a traves de sus gafas, preocupado, mientras yo seguía caminando hacia el, por lo mismo que se encontraba justo afuera de mi portón.

-Yukito, ¿Sucede algo?.- Le pregunté lo más frío posible.

-¿Yu-Yukito?- Preguntó algo sorprendido.

-Si, es tu nombre.- Se veía como un lindo cachorro confundido con la cabeza ladeada a un lado.

-Si, lo sé, perdón.- Me dijo con su mirada hacia abajo.

-Pero dime, ¿Que te trae por aquí?.- Abrí mi casa para entrar

-Es solo que... Me preocupé anoche y no pude dormir bien.-

-¿En serio?- Acerqué mi mano hacia mi cara y tapé la mitad de mi nariz hacia abajo. Para que apreciara un poco mis ojeras con una noche de no dormir y pensar muchas cosas.

-Touya... Es decir que ¿Apenas estás regresando a tu casa?

-¿No es obvio? Tengo puesta la misma ropa de ayer, ¿Era todo lo que querías saber?

-¡No! ¿Porque estás tan extraño? Vengo a saber si estás bien y solo me hablas como si...- Lo interrumpí.

-¿Cómo si que? Cómo si no fuéramos, exacto.- Le dije algo exaltado.