desearás al hombre de tu hermana. ★!! nomin

seventeen .3

jeno dejó su bicicleta apoyada sobre el árbol y se sentó en el suelo junto a esta, mirando su reloj comenzó a pensar en las miles de razones por las que chenle podría estar llegando tarde a aquellos encuentros que solían tener. aquellos encuentros alejados de la escuela, la empresa de su padre. aquellos encuentros donde los dos adolescentes de 16 años se besuqueaban y daban cualquier otro tipo de cariño físico sin que nadie pudiera interrumpirlos.

en un parque que no era tan frecuentado a aquellas horas de la tarde en donde el sol comenzaba a esconderse y el frío era más notable.

jeno mordió su labio inferior mientras observaba el sol bajar, veinte minutos mas y este quedaría completamente abajo mientras que los falores de luz blanca alumbraban el parque a unos pocos metros de distancia.

al escuchar una bicicleta frenar su cabeza giró instantáneamente, sonrió al ver al chico de cabello castaño y enorme sonrisa que tanto amaba, el que le había mostrado lo que era el amor.

—¿que pasó, lele?

jeno se levantó pero pronto la fuerza del menor volvió a enviarlo al suelo. sintió las palmas de sus manos quemar al impactar contra el concreto. chenle lo habia empujado.

antes de que pudiera hablar o si quiera levantar la cabeza, sintió como zhong chenle se sentaba sobre su pecho y tomaba su cabeza con ambas manos. sólo podía escuchar la respiración del menor mientras que su cabeza retumbaba, confundido lo miró.

—chen-

un puño se estampó contra la bonita y joven cara de jeno, el dolor en su nariz envío lágrimas instantáneas, abrió la boca para quejarse y preguntarle a su supuesto novio, que mierda estaba haciendo. pero su cuerpo estaba paralizado por el peso de chenle, quién lo miraba con nada más que ira.

chenle ignoró los pataleos de jeno, solo se dedicaba a hacer más presión sobre su pecho. llevó ambas manos al cuello del mayor, apretando sin piedad, pronto vio como la cara de jeno comenzaba a ponerse roja.

estaba sobre su pecho, ahorcandolo. el mayor saco fuerza de donde pudo y su rodilla golpeó la espalda de chenle, con fuerza justo en el centro. haciendo que el menor saliera rápidamente y lo único que podía escucharse eran los gemidos de dolor de chenle junto con los pobres intentos de jeno para tomar aire.

los ojos de jeno lagrimeaban mientras que ambas de sus manos tomaban su cuello, desesperado por intentar respirar regularmente. estiró sus brazos y sus manos en defensa cuando vio que chenle se levantaba

—hazlo más simple, jeno. tu me hiciste esto, tu me hiciste ser un retorcido. —escupió chenle con furia, no podía reconocer su voz. —por tu culpa debo irme del país, con toda mi familia. enfermo de mierda.

la palma de la mano de chenle se estampó contra la mejilla roja de jeno. quién estaba comenzando a llorar desconsoladamente.

el pecho de jeno dolía, su corazón también y tan solo pensaba en como era posible. esto no estaba pasando en realidad, jeno sentía su cabeza palpitar y su llanto evitaba que sus palabras salieran.

—no intentes hablar, ni siquiera lo hagas. —seguido, chenle escupió en su cara. —me das tanto, pero tanto asco. sabes...cuando el señor lee me dijo que te de una lección, no pensé que iba a sentirse tan bien. ahora me confunde el pensar si de verdad te quise, o me gustaba como me follabas. porque ahora, me das asco.

chenle sonrió, completamente satisfecho al ver a lee jeno tendido en el piso sosteniendo su peso con uno de sus brazos con grandes marcas rojas en su cuello acompañadas de sangre brotando de su nariz. le daba demasiado placer verlo llorando, desconcertado y asustado.

por otro lado, jeno ni siquiera podía pensar en el dolor físico cuando su corazón dolía de tal manera. chenle, su pequeño lele, chennie, la persona que jeno más adoraba en este planeta, su lugar de paz.

en cuanto "señor lee" salió de la boca de chenle, jeno entendió. entendió y deseó jamás haberlo echo. recordó todas las advertencias de su padre.

"alejate de tus amigos y comienza a tener más amigas."

"¿acaso tengo que repetirtelo, lee jeno? ¿por qué no eres como mark? ¿tanto te cuesta no pensar en penes? de verdad me das risa."

"el hombre y la mujer están hechos uno para el otro, nadie jamás hará que yo piense lo contrario. así que mas te vale que no estés fallado, podría ahorcarte con mis propias manos, ¿piensas que me asusta? podría deshacerme de ti en lo que chasqueo mis dedos."

claro, su padre estaba detras de todo esto, el le había lavado el cerebro a chenle. ¿pero como?

—chenle, por favor. —o eso fue lo que se escuchó, entre toda la saliva y sangre que caía. —dejame hablarte. ¿qué- qué te dijo?

chenle rodó los ojos y en menos de un segundo estuvo nuevamente sobre el pecho de jeno, tomandolo de las mejillas.

—¿qué me dijo? —rio el menor. —"unos pocos millones de wons, te vas del país y por mi, dale una lección al desviado, a ver si aprende" ―imitó una voz y se echo a reir, jeno sólo sollozaba.

―de verdad, llora todo lo que quieras, lo único que haces es hacerme sentir mejor. ―sonrió.

chenle observó por unos pocos segundos a jeno, se sintió como una eternidad para el mayor.

chenle se paró del pecho de jeno y observó unos segundos más, como el mayor se hacia bolita lentamente, miró a sus alrededores y nadie parecía pasar por allí. así que unas dos, o tres, o cinco patadas al cuerpo de lee jeno y se fue más rápido de lo que esperaba.

jeno lentamente destapó su cabeza, miró a su alrededor llorando desconsoladamente. la oscuridad le daba miedo, la combinación de todas las partes de su cuerpo doliendo le hacían imposible pensar.

jeno pensaba en como era posible seguir viviendo con tal dolor y angustia en el pecho.