eighteen

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los días jamás habían pasado tan lentos para jaemin. era todo un gran peso sobre su pecho, como si le hubieran hecho magia negra y todo en su vida estuviera yéndose por el drenaje.

al levantarse por las mañanas, se sentía como si hubieran sido tan solo cinco minutos los que hubiera dormido, debía preocuparse por sus notas, fingir perfectamente con jisung y además, lo que más le costaba y no le salía para nada, dejar de pensar en jeno. y todo había sido en el lapso de, un día.

su cumpleaños había sido un día más, uno normal y evitó pensar en el cansancio constante. recibió saludos y regalos de sus padres, lo mismo de sus amigos, saludos de sus compañeros de clase y una llamada con un simple "feliz cumpleaños" de wonyoung. no quería admitirlo para si mismo, ni siquiera que "jeno" y "cumpleaños" esten en la misma oración, pero muy en el fondo de el deseaba recibir un saludo del mayor que tanto, tanto quería.

—de verdad ya no puedo estar más cerca de jisung. —jaemin vio nuevamente su outfit en el espejo largo de su cuarto.

—me asusta lo honesto que eres a veces. —dijo haechan, se paró detrás de el. lo miró de arriba a abajo. —no estaba en nuestros planes que esta noche te vieras mejor que yo. —rio el mayor.

jaemin ojeo como por quinta vez su atuendo, una camiseta negra con un estampado de una banda norteamericana, acompañado con unos pantalones de jean sueltos y unas zapatillas. muy su estilo, por otro lado haechan vestia jeans negros pegados a sus delgadas piernas y unas botas negras, aquellos dos menores siempre eran el centro de atención a donde quiera que iban.

—es mi cumpleaños, déjame brillar. —rio jaemin, estaba por hablar pero los gritos de la madre del menor los alertaron.

—JAEEMINNNNNN, DONGHYUUUCK, LLEGARON JISUUUNG, LUCAAAS Y RENJUUN.

rieron por eso, dieron vueltas por la habitación una vez más y cuando ya tenían todo lo necesario para salir de la casa y no volver por esa noche, salieron.

los cinco adolescentes caminaron por las calles que faltaban para llegar a la casa de hwang yeji. pararon frente a una casa moderna, que por fuera, no se veía como el lugar de una fiesta.

—¡JISUUUUNG! —una voz los asustó, era un chico que había salido del costado de la casa.

—hola, juyeon hyung. ¿qué haces aquí? ¿no te graduaste hace unos...años? —preguntó jisung. todos rieron.

—ah si claro, pero jamás puedo faltar a una fiesta de mi querida escuela. —dijo el tal juyeon. —pasen por aquí que nadie debe saber que hay una fiesta con menores de edad, así que shhhh.

los cinco siguieron a juyeon a un lado de la casa, quién camino unos pocos metros y abrió una puerta corrediza que daba paso a una cocina grande.

lo que parecía ser alguna canción de baekhyun inundó los oídos de jaemin, tuvo la vista de un montón de gente que había visto por los pasillos del colegio (la mayoría de último año) bajo luz led roja.

estuvo unos momentos admirando el lugar y en cuanto se dio la vuelta ninguno de sus amigos o su novio estaba a su alrededor.

bien, iba a ser una noche larga.

—te ves distraído. —jisung apareció a su lado y le dio un vaso lleno de líquido, de un color verdoso.

—sabes que mi madre no me deja tomar. —jaemin le dijo y rio, mientras se apoyaba en una pared y observaba al alto juyeon ponerse un ¿delantal? y un gorrito de chef.

desearás al hombre de tu hermana. ★!! nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora